El Real Madrid es la Champions: los merengues imponen su mística copera y ganan la 14ª en París

El plantel del Real Madrid festeja la obtención de la Champions League. FOTO: AP

Con el gol de Vinícius, la Casa Blanca superó por 1-0 al Liverpool, en Saint-Denis, y obtienen nuevamente la Liga de Campeones. El más ganador del trofeo de la Orejona le sacó brillo a su rótulo. Tanto Vini como el arquero Courtois fueron claves para la victoria.



¿Qué es tener mística? En el fútbol, implica un plus en instancias decisivas, algo especial, un aura diferente. El Real Madrid es el más ganador de la Liga de Campeones. Puede jugar bien, más o menos o mal, pero siempre está. El idilio de la Casa Blanca con la Copa de Europa es tan añejo como interminable. En París, sumaron nada menos que la 14ª, tras derrotar al Liverpool, en un choque de trenes. La Champions League es merengue.

El Stade de France recibió uno de los mejores partidos que puede ofrecer el fútbol mundial. Y, de paso, se reeditaba la final del 2018, la de Kiev. A un lado, los Reds de Jürgen Klopp, el elenco de mejor funcionamiento y de fútbol más atractivo. En el otro, los merengues de Carletto Ancelotti, el equipo de las remontadas, de la épica y con un centrodelantero en un momento notable (Karim Benzema). Ambos tuvieron a sus elencos estelares, lo mejor que tenían a disposición. En el caso de los ingleses, las dudas estuvieron con Thiago Alcántara, porque presentó molestias en el calentamiento. Finalmente, el español arrancó el juego.

El inicio del partido mostró a un Liverpool marcando los tiempos, con elaboración y profundidad, arrinconando al Madrid. Los blancos aguardaban en su campo, apostando por el pelotazo en dirección a Vinícius, quien tuvo un interesante duelo con Alexander-Arnold. La Casa Blanca tuvo en Courtois a su mejor elemento en primera media hora. El arquero belga fue el sostén de su equipo. En los 16′, contiene un taco que intentó Salah. En los 20′, la más clara del Liverpool: alcanza a desviar un remate de Mané y el balón da en un poste. Los ingleses hicieron merecimientos para el 1-0.

Aunque suene paradójico, el Real Madrid sabe sufrir. Se instaló en la final luego de remontar llaves que tenía casi perdidas, con arremetidas en el marcador. Que sea superado por el rival, por momentos de los partidos, no le hace perder competitividad. El campeón de LaLiga se fue asentando mejor en la cancha, logrando bajarle las revoluciones a un Liverpool que dominaba.

La polémica sucedió cerca del entretiempo. Anota Benzema pero se anula. El VAR interviene y revisa la jugada, con una demora sorprendente para Europa, y determina posición de adelanto. El Madrid fue de menos a más. Ese tanto, que terminó siendo anulado, era un aviso de que estaban en el partido y ante cualquier espacio que le deje el contrario, lo podían aprovechar.

El gol de Vinícius. FOTO: REUTERS

El duelo Vinícius-Alexander Arnold prometía y cumplió. El joven brasileño era el abrelatas que tenía el Madrid, cargado hacia la izquierda. El lateral inglés es un agente ofensivo permanente en los Reds. Vini le ganó la espalda y terminó cobrando. En los 59′, el atacante abrió la cuenta, desviando un remate de Fede Valverde. La algarabía y la ilusión era total para los madridistas, que veían más cerca el trofeo de la Orejona. El Real Madrid tenía peso en las áreas. Si en la contraria, logró abrir la cuenta, en la propia defendía con todo la ventaja, teniendo en Courtois a una figura consular. El ex Chelsea tapó todo.

Para los más puristas, puede ser que el Madrid de Ancelotti no practique un fútbol muy lírico, pero es altamente efectivo. Dicen que en la simpleza está la clave del éxito. Con un arquero en gran nivel, una defensa ordenada, un mediocampo pulcro y unos delanteros efectivos, al equipo hispano le bastó un gol. Aguantó y ganó.

Bajo la actual denominación Champions League, el club de Chamartín no ha perdido una final. Ninguna. Ya son ocho de manera consecutiva. Y vuelven a ganar una Liga de Campeones en Saint-Denis, tal como en el 2000, cuando vencieron por 3-0 al Valencia. Una temporada blanca, con Liga y Champions.

Caos en el inicio

El punto negro de la final sucedió antes del pitazo inicial. De manera inédita, el inicio del duelo debió retrasarse más de media hora. Según la organización del evento, se trató de un problema de seguridad con los accesos al Stade de France, particularmente con los hinchas del Liverpool. La agencia AP reportó que cientos de fanáticos de los Reds, sin entrada en mano, intentaron forzar el ingreso.

Mientras los jugadores realizaban el calentamiento en la cancha, se notaba que las tribunas estaban disímiles en su composición: la del Real Madrid estaba copada, mientras que la de los ingleses tenía varios claros. En definitiva, la UEFA determinó postergar el inicio del encuentro, y por consiguiente el espectáculo de apertura, a cargo de Camila Cabello. La final terminó comenzando 36 minutos después del horario original. Caótico.

Ficha del partido

Liverpool 0: Alisson; T. Alexander-Arnold, I. Konaté, V. van Dijk, A. Robertson; J. Henderson (77′, N. Keita), Fabinho, Thiago Alcántara (77′, R. Firmino); M. Salah, S. Mané y L. Díaz (65′, D. Jota). DT: J. Klopp.

Real Madrid 1: T. Courtois; D. Carvajal, E. Militao, D. Alaba, F. Mendy; L. Modric (89′, D. Ceballos), Casemiro, T. Kroos; F. Valverde (85′, E. Camavinga), K. Benzema y Vinícius (90′+2′, Rodrygo). DT: C. Ancelotti.

Gol: 0-1, 59′, Vinícius, desvía tras tiro de Valverde.

Árbitro: C. Turpin (FRA). Amonestó a Fabinho (L).

Stade de France, Saint-Denis.

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