Francia llega a la Copa del Mundo como uno de los equipos más fuertes del orbe y, por ende, como candidato al título en la cita planetaria que se disputará en Rusia. El equipo galo posee figuras en los principales equipos del planeta y tiene en Antoine Griezmann a su jugador más destacado.

El delantero, todavía del Atlético de Madrid, comandará la ofensiva de su escuadra e intentará conducir a los suyos hasta lo más alto, tal como ocurrió en la Copa de 1998.

Y si de recuerdos se trata, el ariete es el protagonista de uno muy especial, difundido este martes por diferentes medios franceses. Se trata de un registro captado durante aquel Mundial, hace 20 años, donde aparece un niño Griezmann, emocionado y entusiasmado con la posibilidad de conocer a sus ídolos de la selección y obtener un autógrafo y una foto con ellos.

En las imágenes se ve al delantero vestido con indumentaria de la selección francesa, con la camiseta número siete, corriendo para que Thierry Henry, Fabien Barthez y Zinedine Zidane, entre otros, le dieran la mano y le firmaran un balón. Quizás apenas soñando con algún día ocupar su lugar, tal como ocurre dos décadas después, donde espera emular la consagración de sus antiguos ídolos deportivos.