Jean Beausejour: “Al futbolista siempre le exigen mucho, casi que tiene que ser un beato”

Jean Beausejour se retiró del fútbol tras 20 años de carrera. FOTO: Cedida.

Uno de los puntales de la Generación Dorada dice adiós al fútbol. El zurdo repasa una carrera que lo posicionó como uno de los históricos de la Selección, pero que tuvo episodios que fueron moldeando su carácter. Desde su paso por la U, que incluyó la pelea con Pinilla, hasta los títulos y polémicas que enfrentó durante sus 20 años ligado a la actividad. Un Bose directo, sin rodeos.



A Jean Beausejour (37 años) nunca le ha gustado dar entrevistas. El hijo de padre haitiano y madre mapuche, en sus 20 años de carrera, en los que destacó como uno de los pilares de la Generación Dorada, siempre intentó transmitir de alguna manera su mensaje dentro de una cancha. Desde una carrera por la banda izquierda, posición que defendió durante toda su trayectoria, hasta su idea de lucir con orgullo su apellido Coliqueo en una camiseta durante un partido de la Selección.

La cita con el ahora retirado futbolista se concreta en un café, en Colina. Llega algo tarde y un poco transpirado. Ofrece disculpas, en un tono muy amable. “Estaba jugando pádel, por acá cerca. Juego dos veces a la semana. Soy competitivo y no quiero perder eso. Necesito estar moviéndome, sintiendo la competencia”, comenta, mientras pide un jugo natural sin azúcar. Bose sigue respirando fútbol. A tal punto, que junto a su socio Carlos Carmona, el retirado futbolista, y con quien jugó su último año en Coquimbo, ya trabaja para formar un cuerpo técnico.

¿Por qué se retira?

Este tipo de decisiones no son de un día para otro. La venía pensando hace rato. Tenía claro que no me quedaban más de dos años de carrera. Adelanto esta decisión porque el último año me terminó afectando la distancia con mi familia.

¿El cuerpo le seguía respondiendo como usted quería?

Ya no era el tipo que hasta los 34 años se sentía muy bien. Uno va teniendo mermas, pero más que en el rendimiento, lo que cuesta es la semana. La recuperación no es la misma, los tiempos tampoco. Lo que me desgastaba era el post partido y eso también te afectaba mentalmente. En los partidos me sentía bien.

En la U fue muy criticado, quizás más que en toda su carrera. ¿No se forjó ahí su retiro?

Hay que separar a la crítica especializada del hincha medio termo, el hincha medio simio, que se va a guiar siempre por el resultado. Hay parámetros de medición de rendimiento que son muy palpables. Yo me mantuve siendo seleccionado desde mi vuelta a Chile, ininterrumpidamente, salvo en ese momento cuando deseo renunciar. E incluso renunciado después me vuelven a convocar. En la U jugué con todos los técnicos. Te puede gustar más o menos mi forma de jugar, pero los números están ahí. En lo colectivo no fue lo mejor.

Pero en la U también tuvo partidos malos...

Sí, tuve partidos malos. No gané un clásico, son cosas que están ahí, son números. Pero siempre me he destacado por ser un jugador regular. Por algo estuve en la Selección todos estos años.

¿Le afectaban las críticas?

Ni un poquito. Nada. Es algo que uno va aprendiendo y que te moldea el carácter. Los periodos de más crecimiento en mi carrera coincidieron con los momentos de más crítica. Mal o bien, siempre di la cara.

¿Por qué era tan mal genio en la cancha?

Ese es un mote que me fueron creando, que no sé si es tan verídico. También hay algo de broma en eso. Varios compañeros te tiran ese mote encima, pero es por algo de mi exigencia. Y a veces la exigencia no se puede lograr con las mejores formas o los mejores modales. Pero terminaba el partido y se acababa todo.

¿Cumplió todo lo que quiso en el fútbol?

Me retiro tranquilo, pero no cumplí todo lo que quería. Me hubiese encantado madurar un poquito antes en el aspecto futbolístico. Siento que mi maduración fue a los 23 o 24 años. Si yo esa maduración la hubiese anticipado, seguramente mi carrera hubiese estado uno o dos escalones más arriba, más allá de que jugué en la Premier. Me hubiese encantado jugar un Mundial más, salir muchas más veces campeón con la U, ganar clásicos. Si tengo que hacer un balance de mi carrera estoy más que tranquilo por la dedicación. No tengo nada que reprocharme. Encaré la carrera desde lo más profesional, con situaciones en las que también la cagué, pero siempre fui demasiado dedicado.

¿Nunca se nubló con el éxito?

No creo. Siento que en ningún momento me nublé. Siempre disfruté de las cosas normales, de las cosas simples. Sí entendía que mi trabajo era una cuestión pública, más cuando uno está en equipo grande y en Selección. Por eso te digo, para que te critiquen, de la manera que lo hicieron conmigo, primero tienes que ser titular y segundo debes mantenerte en un nivel alto para estar expuesto a esa crítica.

¿A quién le debe su carrera?

A mi familia, principalmente. A mis abuelos, a mi madre, a mi mujer que me acompañó durante todo este tiempo. Y a técnicos que me marcaron, jugadores que me hicieron mejores. En general, al cariño del hincha. Uno a veces tiende a poner el acento en la persona que te critica, o en el grupo pequeño que te critica y es ruidoso, pero siempre he palpado el cariño que siento de la gente. Es impresionante.

¿Fue futbolista por opción o por necesidad?

Yo creo que fue una mezcla de las dos cosas. Muchos de mis contemporáneos tenemos esa mezcla. Uno va escalando, y en la medida que uno va viendo que no hay muchas posibilidades en el mundo en el que uno se crió, uno se da cuenta de que es una opción buenísima y a la que hay abrazar. No sabría decirte qué hubiese pasado si no era futbolista. Lo más probable es que me hubiese dedicado a estudiar.

¿Qué le hubiese gustado estudiar?

No lo tengo claro, pero algo con las humanidades. Para los números soy malito.

Nunca es tarde para estudiar…

Sí, tengo pensado estudiar ahora. Quiero sacar el tema de director técnico. También debo perfeccionar el inglés.

¿Qué significa para usted el apellido Coliqueo?

El apellido Coliqueo engloba todo lo que es mi familia, más allá de que mi abuela tiene otro apellido. En Coliqueo tengo el soporte valórico que me hizo persona, con mi abuelo que tuvo que sacrificarse para que yo tuviese las cosas que necesitaba para abrazar esta carrera. Sobre todo en la etapa de formación. Y con mi abuela, dándome todo el soporte valórico robusto para que nada me pudiese permear.

¿Coliqueo fue su sello durante su carrera?

Sí. Coliqueo fue mi sello. Ellos son mi reserva moral. Hay momentos en la vida en los que uno se encuentra en situaciones difíciles, incluso desde lo ético, y siempre me preguntaba qué harían mis viejos. Y mis viejos, con las dificultades que tuvieron, tanto en educación, en crianza, que eran del sur y llegaron acá, éticamente y valóricamente siempre han sido mi faro moral.

¿Su reconocimiento al pueblo mapuche es de ahora o lo trae arraigado desde pequeño?

Más que un reconocimiento, es algo que es parte de mí. Es no desconocerlo. Es valorar la importancia que tienen dentro de mi familia. Siempre lo he destacado, no es de ahora.

Beausejour coliqueo
FOTO: AGENCIAUNO

¿Qué opinión le merece el conflicto mapuche?

Cuando miro el conflicto mapuche, y lo comparo con otros no iguales, pero similares en el mundo, pienso en lo mismo. Por ejemplo lo que pasó en España con la ETA, lo que pasó ahora con la FARC. Uno piensa que ojalá este conflicto no vaya para allá. Estos dos conflictos que te nombro, mientras más se demoraron en dialogar, más muertos se fueron agregando de lado y lado. No perdamos tiempo, dialoguemos ahora, porque esto solo será un regadero de muertos. Y uno ahora ve que la FARC y el gobierno colombiano llegan a un acuerdo de paz y digo: ‘Estuvieron no sé cuántos años matándose entre sí, agregándole muertos. ¿Por qué no conversaron antes?’. Yo pido a gritos que se sienten a dialogar y que esto no escale más. Hay víctimas inocentes que se van agregando. Todo este diálogo se debe realizar dentro de un estado derecho, obviamente.

¿Se considera un jugador más culto que el promedio de los futbolistas?

No, no. Para nada.

¿Al futbolista le falta tomar más posición en temas que involucran a la sociedad?

Yo no he tenido problemas en arriesgarme. Sé que al tomar ciertas posiciones uno no le cae bien a todo el mundo. Ese riesgo lo he estado dispuesto a tomar porque no concibo la vida de otra manera. No satanizo al que no lo hace. En el medio futbolístico hay jugadores cultísimos. Y a veces se quiere estigmatizar al futbolista con ciertos rasgos pero que son transversales en la sociedad. Si tú pescas a 100 doctores, seguramente no todos son iguales. Como tenemos más visibilidad, se tiende a clasificar a los jugadores.

¿Al futbolista siempre se le exige ser un ejemplo?

Sí, se le exige mucho. No digo que está mal, pero sí se le exige bastante. Ahora todos se quieren poner en un podio moral. Está muy brava la opinión pública en general. Te exigen más o menos que uno tiene que ser beato. Y no, poh’. Todos tenemos muertitos en el ropero.

¿Se sintió alguna vez discriminado?

Quizás, no sé. Capaz que sí y nunca me di cuenta. Ahí le agradezco mucho a mi familia, que me dio una estructura valórica que no permitió que cualquier cosita que me dijeran me afectara. Nunca me afectó. Y ya no me afectó.

Usted es hijo de padre haitiano. ¿Cómo vive la situación migratoria del país?

Me afecta porque soy ciudadano. Es algo que pasa porque Chile ha evolucionado. Chile ha crecido de buena manera en algunos aspectos. A todos los países que van en vías de desarrollo en la región les surgen estos problemas de migración. Lo que uno ve, desde la lejanía, es que se tienen que eliminar los sesgos en cuanto a la migración. Se necesita un acuerdo nacional, no es un tema que puede abordar el gobierno saliente o el entrante. Se necesita un acuerdo transversal o el problema será aun mayor.

¿Se debe regular el ingreso al país?

Claro, como cualquier país moderno. No conozco un país que tenga abierta las fronteras. Acá no tiene que ver con un tema de ideología, tiene que ver con soberanía.

¿Le da pena este Chile tan enfrentado?

Esa es una mirada. Claramente uno no puede decir que no están pasando estas situaciones. O decir que el tema de la seguridad pública está buena, porque no es así. Hay índices que avalan que la cosa no está bien. Todo este tipo de transformaciones van en vías de que exista un equilibrio y ese equilibrio traerá como consecuencia una paz social.

¿Chile fue el país más desigual que vivió?

No. México es más desigual, Brasil también.

¿Cómo le afecta la desigualdad?

Yo vengo de un origen humilde, me afecta. Siempre voy a ser partidario de que la cancha se empareje.

¿Qué hizo como futbolista para disminuir la brecha de sueldos o lograr una repartición más equitativa de los premios?

Hay que separar las cosas. La igualdad de oportunidades va por un carril, la caridad va por otra y los rendimientos van por otros. Hay situaciones que dependen más de buena voluntad. En el fútbol, y en la repartición de premios a la que te refieres tú, hay que mezclar igualdad y capacidad. Esto es un trabajo.

Siempre quiso jugar en la U por su condición de hincha, pero fue donde peor lo pasó...

Mmm...¿ Fue donde peor lo pasé?

Se lo digo por las críticas de la gente, por los resultados, más allá del título del 2017...

Cuando me dices las críticas de la gente….¿te refieres a la gilada de Twitter?

Y a los que también rayaron el portón en varias oportunidades con el ‘Fuera Beausejour’…

Pero ese es un grupo minoritario. Pero ahí está. ¿Qué hacemos nosotros como medio? ¿Le damos espacio a esa muestra pequeñita de hinchas y hacemos que esos tengan la voz generalizada de todos? Hay datos objetivos en mi paso por la U. Están los resultados. ¿A quién escuchamos? ¿Al ruidoso que escribió afuera? ¿O a la gente que cuando voy a jugar me abraza? ¿Cuál es la muestra que tomas? Es muy complejo responder este tipo de preguntas.

¿Nunca lo encaró algún hincha en la calle?

No. Y a lo mejor eso es un mito. O quizás nosotros le queremos dar una importancia que no tiene.

¿Al ‘Fuera Beausejour’ no le daba importancia porque podía ser un grupo minoritario?

Es que es un extracto, una muestra. Nunca escuché al estadio entero diciendo eso. Entiendo para dónde vas, pero no me puedo hacer eco de una muestrita pequeña, de los más ruidosos. Para hacer un balance tengo que meter todo a la juguera. Hubo algunas cosas malas, sí. Pero desde que llegué a Chile fui seleccionado. En la U fui titular con todos los técnicos.

Beausejour
FOTO: AGENCIAUNO

Pero salvo Hoyos en su primer semestre, a todo el resto de técnicos que tuvo en la U le fue mal...

Pero nadie me sacaba, no hubo nadie que fuese mejor que yo en esa época. ¿A quién le creo? ¿A ocho técnicos o a ese grupo pequeño de ruidosos?

¿Cuál es su balance en la U?

Eso es otra cosa. A mí me hubiese gustado tener un ciclo mucho más exitoso, obvio. No me hubiese gustado ganar solo un campeonato. Me hubiese gustado ganar dos o tres, ganar la Copa Chile, llegar a la semifinal de Libertadores. Si yo le sigo el juego a esa muestrita... Por algo el fútbol está así, por estos ruidosos. No hay que hacerles el juego.

¿Nunca le siguió el juego a ese grupo minoritario o lo dice ahora ya retirado?

Nunca. ¿Me viste alguna vez preocupado? Dime la verdad.

Nunca lo escuché complicado...

Ya poh’. Sí, son muy importantes. Pero eso. Para mí todo hincha es importante. No solo ese grupo ruidoso.

¿Lo pasó mejor en Colo Colo o la U?

Los que me conocen saben que soy feliz jugando. Soy un apasionado por entrenar, por la competencia. En todos lados fui feliz. A la U quise ir porque era una un sueño de pendejo.

¿Pudo arreglar su relación con Pinilla luego de la pelea en el Superclásico?

Sí. Yo transparenté al otro día mi situación, el Pini igual. Nunca ocultamos que se dañó la relación. Hoy puedo decir que converso con él. Vamos en vía a recuperar lo que teníamos antes. Hoy tenemos una muy buena relación.

¿Vio el video de la pelea con Pinilla?

Traté de no volver a verlo. Creo que lo vi una vez, pero no me gusta. Me da vergüenza. Pero lo que más me molestó ese día, más allá de lo desagradable de la situación, no fue eso. Fue perder. Los que me conocen, saben que eso fue.

En esa pelea, usted pierde la compostura luego del insulto de Agustín Orión, el portero de Colo Colo. ¿Le dijo ‘ahí tienes mono’?

Para mí la cancha es sagrada, nunca diré lo que pasó en ella. Me pueda favorecer o me pueda perjudicar. Más si me puede favorecer.

¿Le toma el peso de ser el único futbolista chileno en anotar en dos Mundiales diferentes?

Ahora un poquito más. Hacer un gol en un Mundial es difícil. Y en dos seguidos, es más difícil.

Más siendo lateral izquierdo…

Claro. Y más teniendo menos gol que la Revista Motores de La Tercera (risas).

¿Se siente un histórico de la Roja?

Siento que fui un jugador que tuvo la capacidad de llegar a compartir con estos monstruos. Alexis, Gary, Claudio y Arturo fueron los que nos llevaron a competir a otro nivel. Después se sumó a ese grupo selecto Charles, el Edu (Vargas) por momentos, el Huaso Isla. El resto éramos más o menos terrenales. Dentro de ese contexto, sí fui importante. Pero dentro de los terrenales.

¿Se siente menos que Mauricio Isla?

Es que Mauricio Isla... No me gusta entrar en las comparaciones, pero veo a esos que te dije y son monstruos a nivel mundial. Son buenísimos. Dentro de ese contexto, sí fui importante pero dentro de los terrenales. Eso de histórico, no sé. Eso que lo diga la gente.

¿Se considera talentoso, empeñoso o una mezcla de ambos?

Soy trabajador, cien por ciento. Después con tanto trabajo, tanta repetición, parece que fuese talentoso. Sacar un centro en la carrera para mí solo fue trabajo. Repetir, repetir, repetir.

¿Bielsa o Sampaoli?

Te la hago simple: Bielsa es el mejor de todos. A partir de ahí tuve muy buenos técnicos y Sampaoli fue uno de ellos.

¿Su alegría más grande en la Selección?

(Piensa) Están las copas, las clasificaciones, los Mundiales, ganarle a Argentina. No sé si me podría quedar con alguna. ¿Cuál crees tú?

La Copa América 2015 por todo lo que vino después...

Sí, esa. Creo que fue esa. En Estados Unidos ya fue ratificar que éramos buenos.

¿La tristeza más grande en la Roja?

Tengo dos. Después de haber quedado fuera con Brasil (Mundial 2014) me sentí triste. Pero después de quedar fuera del Mundial de Rusia fue ‘puta madre. Si íbamos a Rusia, podía pasar algo’. Sentía eso. Eso fue muy triste, tristísimo. Me costó verlo por televisión. Y cuando veía algunos partidos, y los analizaba desde lo táctico, que es lo que me gusta, veía a selecciones a las que nosotros les habíamos hecho grandes amistosos. Fue algo demasiado triste.

¿Cómo se involucró en el quiebre entre Arturo Vidal y Claudio Bravo?

Yo nunca tomé partido. Me parece que a todos les pasó un poco eso. Yo me aislé, dejé de hablar. Todos vivimos un proceso parecido. Y las cosas con el tiempo se han ido recomponiendo. Los muchachos ahora pudieron arreglar la relación. Cariño siempre existió. Éramos todos cercanos.

¿El bautizazo fue su gran mancha en el fútbol?

No, quizás es una opinión muy subjetiva, pero no.

Pero se arrepiente de la indisciplina...

Obvio, no es algo de lo que esté orgulloso. Fue un acto indisciplinario, lo asumo y estuvo muy mal de mi parte. Y lo termino ahí porque todo lo que te pueda decir puede sonar a excusa. Yo llego hasta mi autocrítica: lo reconozco, estuve mal. Para mí fue un error y, a partir de ahí, un aprendizaje. Me moldeó el carácter.

¿Pudo componer relación con Claudio Borghi?

No.

¿Le interesa recomponer relaciones con Borghi?

Más que no interesarme, no hemos tenido la oportunidad.

¿Le ofrecieron ser ministro del Deporte en el gobierno de Boric?

No, no me lo ofrecieron.

Pero sabía que su nombre andaba circulando como posible candidato…

Sí, pero siempre sentí que era medio en broma.

¿Hubiese aceptado el cargo?

Es que eso de hacer numerología no me gusta, no sé. Eso nunca lo vamos a saber.

¿Le gustaría participar en la política?

Soy de la premisa que nunca digo nunca. Después, las vueltas de la vida uno nunca sabe. Imagínate, renuncié a la Selección y a los cuatro meses estaba de vuelta. En principio no, pero sí me gusta mucho el tema social.

¿Votó por Boric por convicción o porque era el candidato de su sector político?

Buena pregunta. Cuando manifesté mi adhesión a la candidatura del arbolito fue en primarias, no fue ahora. Ahí Boric no tenía ninguna chance de ganar. Las encuestas daban que sería Lavín con Jadue. En ese momento yo entregué mi apoyo a Gabriel. Pero yo no tengo sector político, no tengo domicilio político.

¿Votaría por alguien de la derecha?

Ni cagando. No, lo veo difícil.

¿Era de los que decía que le daba miedo que José Antonio Kast saliera presidente?

Es que más que miedo, no era mi candidato, no me imaginaba el gobierno con él. Hace mucho que dejé de tener miedo. Si salía Kast, no sé, pero yo soy un tipo sin miedo en general. Ahora con Gabriel no tengo nada de miedo y mucha esperanza. Siento que Chile ha evolucionado. Ojalá no me equivoque nunca, pero el Presidente que gobierne sabe que hay una institucionalidad detrás que no se puede dañar. Espero que hayamos aprendido de lo que pasó en la dictadura y todos los presidentes sepan que no pueden volver a cagarla.

¿Votó apruebo o rechazo?

Apruebo.

¿Cómo evalúa el proceso de la convención?

Está avanzando con cosas muy buenas y otras no tanto. Hacer una evaluación ahora de la convención sería un error, más yo que no soy entendido. Espero que una vez terminado este texto uno pueda decidir. Yo voté apruebo, me encantaría aprobarla, pero uno tiene que ver el texto finalizado. Me encantaría que saliera un texto buenísimo que pudiese servir para seguir con las transformaciones.

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