La historia de Karsten Warholm, la gran estrella que pulverizó el récord de los 400 metros vallas

La cara de asombro de Karsten Warholm tras ganar el oro en Tokio lo dice todo. Foto: Charlie Riedel/AP Photo.

El noruego, ganador del oro y récord planetario en su categoría, deslumbra por el ritmo que impone, solamente comparable al que imponía Usain Bolt en las distancias cortas. Además, destaca por su carisma y un gran sentido del humor. La carrera quedará en la historia: tres de los cuatro mayores registros de todos los tiempos en una misma competencia.



Tras cruzar la meta, Karsten Warholm rompió su camiseta y puso la misma cara de asombro que cuando irrumpió en la escena del atletismo en los Mundiales de 2017. El atleta noruego de 25 años pulverizó su propio récord en los 400 metros vallas establecido hace cinco semanas, con una impresionante marca de 45″94, 76 centésimas más que el registro anterior. Para muchos, al nivel de Usain Bolt, más allá de que el Rayo haya competido durante casi toda su carrera en las distancias más cortas del atletismo.

“Ni en mi más loca imaginación lo hubiera creído posible”, dijo el deportista tras conseguir el oro en el Estadio Olímpico de Tokio, en una de las mejores carreras de la historia, ya que sus perseguidores también lograron tiempos memorables y que hace un poco más de un mes hubiesen significado sendos récords planetarios. El estadounidense Rai Benjamin finalizó con un crono de 46″17 y el brasileño Alison Santos lo hizo con 46″72. Es decir, tres de los cuatro mayores registros de todos los tiempos en una misma competencia.

La hazaña del noruego es enorme en una especialidad dominada por atletas negros. Figuras como Edwin Moses, quien dominó durante más de un decenio, Danny Harris, quien acabó con la imbatibilidad del primero, y Félix Sánchez, André Phillips o Kevin Young tuvieron la hegemonía en el pasado hasta la irrupción del oriundo de Ulsteinsvik. De hecho, Young fue el dueño del récord planetario durante 29 años, hasta que el 1 de julio pasado la nueva estrella lo rompiera en Oslo.

Su perfil carismático le ha permitido ganarse el corazón de los noruegos, quienes lo elevaron a la categoría de héroe nacional. Sin ir más lejos, casi el 25% de la población de ese país sintonizó la televisión para ver su actuación en los Mundiales de Doha.

Un humorista

Una de las características más marcadas en Warholm es su gran sentido del humor. De hecho, es un amante de los disfraces. En ocasiones ha aparecido vestido de Mario Bros y en todas ellas su entrenador, Leif Olav Alnes, ha sido su principal cómplice. A pesar de los casi 40 años de diferencia, ambos han protagonizado diversas humoradas. La más reciente, ambos bromearon sobre la conversación que tuvieron antes del Campeonato Europeo de Glasgow, simulando un secuestro.

Warholm y su entrenador, disfrazados de Mario y Luigi. Foto: Instagram.

“Nos divertimos mucho juntos y compartimos el mismo humor”, explicó el atleta, quien junto a su entrenador ya han conquistado dos títulos mundiales, el oro olímpico y el récord del mundo, por lo que la metodología funciona a la perfección.

Otro de los pasatiempos favoritos de la estrella noruega son los legos, donde ha construido desde autos hasta torres. De hecho, esta afición se fue incrementando durante el confinamiento, donde el deportista sacó toda su creatividad para armar estas creaciones.

Durante la pandemia, tomó radicales decisiones para cuidarse. Una de ellas fue trasladarse a las competencias en una casa rodante, con el objetivo de reducir al mínimo el contacto con otras personas y así permanecer seguro.

Así, con mucho carisma y también trabajo y dedicación, Karsten Warholm será recordado como una de las grandes figuras de Tokio.

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