La U lamenta un amargo empate frente a La Calera en la antesala del Superclásico

Leandro Fernández, luchando un balón con Tomás Asta-Buruaga. Foto: AGENCIAUNO.

Los azules igualaron 1-1 en Santa Laura, en un partido en el que dominaron buena parte del encuentro. No obstante, la visita reaccionó con los cambios y logró revertir la tendencia. Los estudiantiles perdieron la opción de su cuarta victoria consecutiva, pero llegaran con un largo invicto al Monumental.



Pocas veces Universidad de Chile había tenido tanta tranquilidad en el último lustro y, sobre todo, en la antesala de un Superclásico. Y esto gracias a Mauricio Pellegrino y a un plantel que fecha a fecha va asimilando mejor la idea del argentino. Sin embargo, frente a Unión La Calera, los azules fallaron en una sola ocasión y lo pagaron caro, cosechando un amargo 1-1 como local, en un partido donde dominaron hasta el tanto visitante. Un resultado que, de todos modos, estira el invicto en el torneo.

Por primera vez, el DT estudiantil repetía formación, después de la maciza actuación ante Curicó en el Estadio La Granja, donde Federico Mateos y Leandro Fernández fueron figuras. Ambos nuevamente repitieron su desempeño, consolidando junto a Israel Poblete, un poderoso circuito ofensivo, causando estragos. Precisamente por el sector derecho Yonathan Andía, Mateos y Fernández se juntaron para abrir la cuenta, siendo este último el que se acomodó y definió con clase al palo más lejano de Omar Carabalí, a los 25′.

El cuadro de la Quinta Región tuvo a los 10 segundos el gol tras un remate de distancia de Matías Cavalleri, que a duras penas contuvo Cristóbal Campos. Sobre el final del primer tiempo, el meta laico estuvo soberbio para sacar un remate en el área de Diego Buonanotte. Mientras, los estudiantiles fueron ganando en confianza y tras el gol el propio Fernández tuvo el segundo, pero Carabalí lo evitó a los 43′, mientras que Mateos remató apenas desviado a los 45+3′.

Antes, eso sí, vino la polémica del primer tiempo, cuando el árbitro Rodrigo Carvajal desestimó una mano de Hernán Lopes tras revisar largamente las imágenes. Finalmente interpretó que la mano había sido de Nicolás Guerra, desatando los reclamos azules y de los 15 mil hinchas que repletaron Santa Laura, pese al elevadísimo precio de las entradas ($ 11 mil, la más barata).

En el complemento, la U siguió mostrando ese hambre de victoria. Y si bien a veces Pellegrino se enojó porque no había presión alta, lo concreto es que el equipo empezó a cansarse, aunque jugadores como Fernández lucharon bastante. El caso del ex Independiente es el reflejo del momento azul: con confianza y con una voluntad a toda prueba está justificando por qué es uno de los refuerzos más importantes de esta temporada.

La reacción calerana

Por su parte, Gerardo Ameli intentó golpear la mesa enviando a la cancha a Lucas Paserini para meter más presencia ofensiva. Y eso surtió efecto casi de inmediato. Todos tomaron al delantero y descuidaron a César Pérez luego de un despeje imperfecto de José Castro tras un lateral. La joven figura remató sin marca en el área y batió a Campos para poner el empate, a los 63′.

La U sintió el tanto y se desordenó. Perdió ese fuelle que tuvo hasta antes del empate y fue en busca del gol con más ímpetu. El ingreso de Lucas Assadi por un opaco Darío Osorio buscó revertir esa tendencia.

Los minutos finales estuvieron marcados por algunos incidentes desde las tribunas. Carabalí recibió un proyectil y hubo algunos incidentes en la tribuna que no pasaron a mayores.

El esfuerzo de la U no fue suficiente para sumar de a tres, debió conformarse con un empate que la deja con un sabor agridulce de cara al Superclásico del próximo 12 de marzo en el Monumental, donde intentará romper una racha de 22 años sin ganar ahí y de 10 sin vencer al archirrival.

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