Lenci, el amuleto secreto del Campanil

La gran campaña de Universidad de Concepción se explica por varios factores. Uno de ellos, tan importante como silencioso, ha sido la presencia de Pablo Lenci. El ex defensa, campeón con Universidad Católica en 2002, es desde fines de 2016 el ayudante técnico de Francisco Bozán. Querido por todos en el club, el argentino está viviendo un gran momento desde la banca, repitiendo éxitos que ya cosechó con Claudio Borghi al otro lado de la cordillera.

Como jugador, Lenci vistió siete camisetas en Chile, otra en México y una en Argentina, donde fue dirigido por Marcelo Bielsa en Newells Old Boys y levantó el primer título de su carrera. Hoy en el Campanil vuelca toda esa experiencia, especialmente en lo que se refiere a los aspectos defensivos del cuadro penquista. El argentino de 45 años, eso sí, es humilde. "Lo importante es el equipo. Claro, todos somos fundamentales, pero solo si damos lo mejor de cada uno en la función que nos toque. Así se consiguen los objetivos", señala a La Tercera, rompiendo el silencio por primera vez desde que retornó a Chile.

Se retiró en 2005 y su último club fue Santiago Wanderers. Lenci, ese mismo año, se recibió como entrenador en el INAF. "De inmediato me fui a Argentina y comencé a trabajar. Siempre seguí ligado al fútbol", comenta el transandino. Y así fue, el ex defensa dio sus primeros pasos como ayudante técnico al lado de Claudio Borghi, en Argentinos Juniors, Independiente y Boca Juniors. "La experiencia fue excelente y una de las mejores. Trabajé con un campeón y aprendí mucho. Borghi me enseñó a ser campeón y me llevó al equipo más grande del mundo", repasó Lenci sobre el Bichi y el paso conjunto por La Bombonera.

Pero Lenci no solo fue y es ayudante técnico, sino que también asumió una dirección técnica, aunque en el fútbol amateur. El club La Emilia, perteneciente a la Cuarta División de Argentina. "Esa experiencia me mostró otra realidad desde la pasión", relata. Pero su paso por ahí no fue exitoso, ya que el ex zaguero se fue del club no solo por no obtener los resultados esperados, sino que por no transar en su idea de juego. La dirigencia quería que cambiara la manera de jugar, pero él se negó. "En la formación como entrenador, vas aprendiendo a medida de las experiencias que vives. Debes pasar cosas buenas y malas para ser entrenador. Yo mantenía un sistema y recién en el camino me di cuenta de que podía ser flexible, pero no transaba. Eso sí, ahí armaban los planteles y chocaba lo profesional con lo amateur", reconoce Lenci, que jugaba con línea de tres en defensa, pero, según los dirigentes, así les estaban marcando muchos goles.

El argentino y actual ayudante de Francisco Bozán dice haber aprendido de aquella vivencia. "Mi experiencia como ayudante de campo me enseñó que la idea de juego se adapta. De cada entrenador con el que te toca compartir, copias lo bueno o lo malo. Uno aprende de todos y trata de sacar lo mejor. Marcelo Bielsa, por ejemplo, me hizo debutar en Primera División. Marcelo en ese momento era el mismo que es ahora y que ha sido en todos lados. Lo vi nacer como entrenador y ahí uno ya se daba cuenta de su mentalidad e ideología enfocada al fútbol. Uno puede aprender de otros que enfrentó, no necesariamente de quienes tuviste cerca. Bilardo, por ejemplo, es historia. Se aprende de todos", señala.

Lenci volvió a Chile en 2015 para trabajar con Arturo Norambuena, pero luego su nombre fue acercado al Campanil, quien apostó por él para trabajar junto a Bozán. Desde el punto de vista defensivo, el ex central fue puntal en el título que la UC obtuvo en 2002, con Juvenal Olmos en la banca. Su aporte en el Campanil también ha sido clave para que la zaga destaque y sea la tercera en recibir menos goles en este torneo. "Hay un buen complemento desde el orden de Cristian Muñoz a las buenas ubicaciones, correctos cierres y excelentes coberturas defensivas. El equipo funciona porque comprende cuál es la idea. Saber solucionar lo complicado del inicio nos sirvió", afirma el transandino.

La UdeC, de ganar mañana a los cruzados, tendrá la primera opción para levantar su primer título nacional. Un escenario impensado el 31 de enero de este año, cuando los sureños sucumbieron 0-4 ante Vasco da Gama por la Copa Libertadores. "No pasa nada, está todo bien muchachos", les decía Pablo Lenci a sus jugadores a la entrada del túnel cuando terminó el partido. Fue el primero en darles aliento. Ese tropiezo fue clave para este gran presente, según el ayudante técnico de Bozán. "El equipo fue muy inteligente, maduro y entendió que debíamos estar juntos para superar eso y fortalecernos. En el fútbol uno se acostumbra a que todo es inmediato y el funcionamiento estaba, pero los resultados no. Eso nos atemorizaba, pero la dirigencia nos acompañó, en las derrotas vio un camino y nos respaldó. No nos imaginábamos llegar a una final, pero sí nos sentíamos convencidos de ir partido a partido y de pronto nos encontramos con esto. Fuimos preparando finales y esta será una más. Estoy en un equipo de élite, que merece estar donde está. Da orgullo seguir en esta lucha y son sueños que uno va cumpliendo", señala el asistente de Bozán .

El desafío de este fin de semana es mayor. En San Carlos de Apoquindo se jugará casi una final anticipada, ante un equipo que pese a los vaivenes, ha sido líder en todo el torneo. Sobre su ex equipo, Lenci comentó que "demostraron su capacidad de mantenerse en la primera línea en todas las fechas. Eso tiene un gran mérito. Pese a sus bajas, están todos preparados para superarlas. Uno no las desea, pero en el camino siempre surgen".

¿Se vive de manera especial pelear el título mano a mano a los de la franja? El argentina destaca que "la experiencia de haber vivido un título ahí es importante, porque marcó una estrella en mi vida y quedaron grandes sensaciones, pero el tiempo pone cada momento en su lugar. Hoy el presente es otro y estoy enfocado en Universidad de Concepción". Quedan cinco fechas. ¿Podrá ser campeón el Campanil? "Se lo respondo el 2 de diciembre", cierra un reservado Lenci.