La apuesta resultó: el cambio de esquema le da vida a Paulucci en la UC

Gonzalo Tapia eludiendo a Hernán Galíndez antes de convertir el segundo gol de la UC ante Universidad de Chile. Foto: Agencia Uno.
Gonzalo Tapia eludiendo a Hernán Galíndez antes de convertir el segundo gol de la UC ante Universidad de Chile. Foto: Agencia Uno.

Los cruzados, que ganaron 2 a 1 a los azules, sabían que conseguir una victoria en el clásico era fundamental para retomar el rumbo en el campeonato y para que el estratega argentino disipara los rumores de despedida. El estratega cruzado dispuso de una táctica diferente en la que usó línea de tres y puso a Buonanotte de engache. Además, Gonzalo Tapia y Sebastián Pérez fueron fundamentales para que los de la precordillera sacaran el partido adelante.



La UC volvió a saborear una victoria después de mucho tiempo. Y lo hizo frente a su clásico rival, la Universidad de Chile, por 2 a 1. Con un cambio de esquema, Paulucci salió a disipar los rumores de despedida en San Carlos de Apoquindo y a asegurar su puesto al mando de la UC.

Y es que el cambio táctico fue fundamental para el DT argentino. Esto, porque modificó la habitual línea de cuatro defensores, pasando a formar con tres atrás. Así, su intención era ganar profundidad y dinamismo en las bandas con Raimundo Rebolledo y Cristián Cuevas, y aprovechar la solidez de Paz, Ampuero y Parot.

En el medio, en tanto, Diego Buonanotte retomó las funciones de antaño como engache. Y esto le sentó bien, pues se sintió cómodo en la cancha. Más con la seguridad que le daban tanto Juan Leiva como Felipe Gutiérrez, quienes se posicionaron detrás del volante creativo para asegurar la salida y estar atentos a los quites.

Así, las cosas le empezaron a salir bien al DT argentino, ya que temprano en el marcador Zampedri, a los 15′, logró convertir de cabeza tras un gran lanzamiento de esquina servido por Buonanotte. A esa altura, el cambio en la pizarra comenzaba a surtir efectos.

Por las bandas había profundidad y la línea de tres no sufría. Así, en ese contexto, uno que aprovechó la nueva disposición táctica fue Gonzalo Tapia. Al extremo cruzado se le vio muy movedizo por el costado derecho, pues le ganó de forma constante la espalda a la defensa laica e hizo sufrir mucho a Marcelo Morales.

Pero donde el delantero se convirtió en alguien vital fue en el 31′. Esto, porque aprovechó un grosero error de José María Carrasco, quien mandó un balón corto hacia atrás para Galíndez quien no pudo conectar ante la arremetida de Tapia. Ahí, para el extremo fue fácil: pinchar el balón, sacarse al portero y cobrar.

Un gol que a la postre sería fundamental para que Universidad Católica asegurara los tres puntos y se sacara los fantasmas que arrastraba hace cuatro fechas.

Y si el gol de Gonzalo Tapia fue determinante, Sebastián Pérez fue fundamental para sostener al equipo de Paulucci en la segunda mitad. Esto, porque el equipo de Escobar se fue encima a buscar el empate: el técnico colombiano leyó que podía encontrar espacios entre los centrales y los volantes con Osorio y Assadi.

Sebastián Pérez en el clásico entre la UC y la U. Foto: Agencia Uno.
Sebastián Pérez en el clásico entre la UC y la U. Foto: Agencia Uno.

Así, con una U que se volcó hacia el arco defendido por Zanahoria, este se erigió como figura para sostener a la UC. Y si en el primer tiempo Pérez casi no tuvo acción, en el segundo sus guantes se convirtieron en la salvación de Paulucci.

Con una gran tapada en el 55′ a Vargas, el guardameta cruzado empezaba a entender que tendría mucho trabajo en el segundo tiempo. Luego, vino otra intervención notable en el 63′ para ahogar el grito de gol azul. Sin embargo, la visita, de tanto presionar, consiguió el descuento a través de Osorio tras una gran jugada colectiva.

Eso hizo creer y crecer a los de Escobar, quien mandó a sus dirigidos a asediar el terreno cruzado. Y, con tanto balón profundo, llegó la gran tapada de la noche. A los 83, Zanahoria voló a ras de suelo para contener un remate de Israel Poblete que conectó un centro casi en área chica.

Con su plasticidad habitual, Peréz le pudo dar una alegría a Paulucci y, junto a Tapia, disipar rumores de despedida en la precordillera. Triunfo vital del tetracampeón para volver a creer en su juego y dejar atrás las cuatro derrotas seguidas.

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