"El sistema nacional de alto rendimiento es malo"

Juan Luis Carter

Chile viaja a Doha con sólo dos exponentes. El oro y plata del lanzamiento en Lima son los únicos clasificados a unos Mundiales que airean el estado del atletismo chileno. El timonel de la federación, Juan Luis Carter, sale a explicar la crisis.



Gabriel Kehr y Humberto Mansilla serán los únicos chilenos en los Mundiales de Atletismo de Doha, que arrancan el próximo viernes. Será la delegación nacional más baja de las últimas ediciones. Juan Luis Carter, el presidente de la Federación Atlética de Chile, sale al paso para explicarlo.

Ocho clasificados en Londres 2017, pero solo dos en Doha.

Con el cambio de clasificación, todo se transformó. Antes había un ranking que permitía una cantidad de atletas por país, pero hoy no solo se basa en eso, sino en un sistema mucho más complejo, con un puntaje ponderado. Además, ahora los cupos disminuyeron, lo que hace aún más difícil clasificar. Fue por esto que todos los países de Sudamérica bajaron en sus representantes. Esto será igual para los Juegos Olímpicos.

¿Por qué la IAAF decidió esto?

Se perjudica a Sudamérica, sí. Los más perjudicados son los que no pueden acceder a grandes eventos. Son las marcas más duras que se han exigido en Mundiales, lo que busca que la cantidad de clasificados disminuya y mejore el nivel de cada competencia. De hecho, con estas marcas, el 90% de nuestros atletas con récord de Chile no podría participar.

¿Y qué momento vive el atletismo nacional?

Vive un período de transición. Hay una generación que tiene referentes históricos que terminaron sus carreras antes de lo que pensábamos. Ha sido algo bastante sui géneris; estoy hablando de Natalia Duco, Iván López, Macarena Reyes y Daniel Pineda, que terminan un ciclo en el que entregaron medallas. Hay otros que, por edad, están en el apogeo de su carrera como Carlos Díaz o Isidora Jiménez. Y hay un tercer grupo, que es el de figuras que están emergiendo; en él está Claudio Romero y los lanzadores, Martina Weil y los saltadores de alto, donde tenemos a tres saltando por sobre 2.12 metros.

¿A Duco y López los da por retirados?

Siguen entrenando. El tiempo ayuda a reflexionar. Pienso que pueden volver, también Valdivia.

¿Y cuál es el escenario del fondo?

Ahí tenemos una compleja situación. A pesar de que hay mucho talento, no tenemos una estrategia especial. Las carreras de calle han matado el fondismo de pista, porque los atletas lógicamente prefieren correr por dinero que por una medalla. Una medalla que además exige el doble de esfuerzo y es realmente una apuesta, porque por una milésima de segundo pueden pasar de estar en el podio a no estarlo. Los atletas de fondo no necesitan gran inversión, solo requieren dos cosas: respeto y apoyo básico para desarrollarse.

¿No le gusta el sistema nacional?

Siempre hemos dicho que el sistema nacional de alto rendimiento es malo, ineficiente, sobre todo para los deportes colectivos como el atletismo y la natación. Nadie ha hecho un cambio, solo medidas para meter a la fuerza deportes que tienen otra posibilidad de desarrollo. Siento que deberían escucharnos alguna vez, porque siempre se nos sienta con un metodólogo que explica planes generales basados en un modelo que no sirve. Ya no nos sentaremos más a escuchar lo mismo y menos a que no se nos escuche, cuando somos los que sabemos de atletismo.

Suena como si estuviera enfrentado con las autoridades.

Hemos tenido una buena relación con el Ministerio y con el COCh, pero porque somos respetuosos de las autoridades. Partimos con un proyecto que metimos a presión, el del lanzamiento, y reconocemos que nos creyeron y por eso obtuvimos resultados. Ahora, necesitamos que nos crean también en el fondismo, la velocidad y los saltadores.

¿Tiene la fórmula para podios?

No es tan así. No estamos diciendo que vamos a tener resultados tan exitosos como con el lanzamiento, pero de que los habrán, seguro. Todas las especialidades tienen sus propios tiempos. El problema es que no nos hacen caso, se sienten dueños de la verdad y muchas veces no escuchan a las federaciones. Especialistas dicen que solo en Europa se pueden hacer buenas concentraciones, pero eso es mentira, porque se puede hacer la misma concentración en Chile, y considerando a más deportistas.

¿El gen nacional está en los lanzamientos?

Chile es un país de lo que quiera ser. Si miramos los resultados, lo es... ¿pero qué hay detrás de este país de lanzadores? Hubo 12 entrenadores que se pusieron de acuerdo, aceptando jerarquías y conocimientos de otros, para ponerse a disposición de la Federación. Eso no ocurrió con el medio fondo y fondo. Está claro que el fondismo chileno no se puede mandar solo.

¿Y lo escuchan con su plan para el fondismo?

Tenemos el compromiso de la Ministra de lanzar el plan de desarrollo de medio fondo, fondo y maratones. Lo organizará la Fedachi. La marcha blanca comienza el próximo mes y estará funcionando óptimamente el próximo año. Hay que comenzar ahora para poder optar a algo en Santiago 2023.

¿Chile puede obtener resultados en la velocidad?

Hay buenos velocistas en Chile. Las marcas de Isidora Jiménez y Sebastián Keitel no son malas. Pero hay muy pocos entrenadores, no más de cinco, especialistas en velocidad. Y muchos no tienen acceso al talento, porque están trabajando en colegios. Con el sistema que tenemos no se le puede pagar a entrenadores para que se encargue solo de este proyecto.

La delegación chilena que han anunciado para Doha tiene más dirigentes que atletas. Pues nada.

No es tan así. Yo, como presidente, voy financiado por la IAAF, y va un entrenador y dos atletas. Y Ximena Restrepo, que está en campaña para la vicepresidencia de la IAAF, pagó de su bolsillo su pasaje.

Menos dopados

¿Cómo el atletismo bajó sus cifras de dopados este año?

Responde a tres cosas. Uno, que hemos trabajado junto a la CNCD educando; en los módulos de la escuela de entrenadores se incluyó uno exclusivo sobre antidopaje, dictado por la Comisión. Dos, cuando hay castigos ejemplificadores y con nadie escapándose de ellos, se genera un efecto de temor en los deportistas. Tres, que los deportistas ven que cuando enfrentan una situación como esta, prácticamente enfrentan el fin de su carrera; en nuestra sociedad, marcar un dopaje es marcarse una cruz para siempre.

¿Cómo le irá a los martillistas?

Ya les fue bien, porque llegaron pese a su corta edad. Si ellos logran estar al rededor de los 67 metros, es posible que sean finalistas, lo que sería un éxito tremendo.

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