Los descargos de la periodista que incomodó a Messi y al Coco Basile en la despedida de Juan Román Riquelme

El exentrenador no dejó que la reportera ingresara al camarín.
Alfio Basile le indica a Sofía Martínez que debe abandonar el vestuario argentino.

Entre múltiples situaciones que marcaron la despedida de Juan Román Riquelme, hubo una especialmente llamativa. Sofía Martínez, reportera de TV Pública Argentina, fue conminada a salir del vestuario por el entrenador de la selección argentina que enfrentó a Boca, con la Pulga a la cabeza. Ahora entrega sus razones.



La despedida de Juan Román Riquelme estuvo atravesada por situaciones de distinta índole. Desde las más anecdóticas hasta las emotivas. Entre las primeras, por ejemplo, se sitúan los cánticos comparativos entre la leyenda de Boca Juniors y Lionel Messi. En la casilla de las segundas, la alusión del festejado a Diego Maradona, cuya camiseta ocupó en parte del tributo.

Hubo otra que califica para polémica. En la antesala del encuentro, la periodista Sofía Martínez fue conminada por Alfio Basile, uno de los entrenadores de la selección argentina que enfrentó a Boca Juniors, a abandonar el vestuario que el estelar plantel ocupaba en La Bombonera. La imagen formó parte de la transmisión que la cadena TV Pública Argentina, que emitió el evento, llevó a todo el mundo. Y, por cierto, no pasó inadvertida.

Incredulidad

Qué hacés acá, nena. No podés estar acá. Te vas asustar. Es un vestuario de hombres”, manifestó Basile, en un tono cordial, pero enérgico. A la reportera le costó descifrar si la observación era en serio o si se trataba de una broma. De hecho, permaneció en el lugar, mientras algunas figuras, como Lionel Messi, se las ingeniaban para desaparecer del cuadro y eludir la posibilidad de transformarse en sus entrevistados. La polémica se tomó inmediatamente las redes sociales. Los usuarios, naturalmente, no obviaron la situación.

La profesional se refirió a la controvertida situación. “Lo que pasa en los partidos despedida, que no son partidos oficiales sino que tienen otro color, es que te dan la posibilidad de ver cómo los jugadores se saludan entre ellos, que no se ven hace un montón de tiempo”, expresó en esta jornada, en el programa radial Perros de la Calle.

Alfio Basile no quería que hubiera prensa en el vestuario.
Basile pidiéndole a Sofía Martínez que abandonara el vestuario argentino.

En la entrevista, volvió a manifestar su objetivo, distante de producir alguna molestia. “Lo lindo de estos encuentros, y que siempre se hace, es estar en los vestuarios en la previa: cuando ven qué camiseta ponerse, cuando se saludan, cuando se ponen los botines...”, planteó. Y precisó que todo estaba contemplado en la planificación establecida por la producción. “Es por una cuestión de derechos, en la despedida de Maxi (Rodríguez, ídolo de Newell’s que se despidió un día antes) también pasó. Estuvimos en el vestuario, hablamos con Batistuta, entre otros, con todos los jugadores que estaban ahí. Es parte de lo que se hace en la transmisión de un partido despedida”, detalló.

No le creía

El relato se acerca al momento más álgido. “A mí me vinieron a buscar y me dijeron ‘ya está para entrar al de la Selección’, porque obviamente se están cambiando. Nos vinieron a buscar, la seguridad me dijo que todo estaba ok. Y bueno, la cuestión que me dieron aire y yo arranqué un poquito antes en el hall. Cuando voy a entrar, salta el Coco Basile, que estaba sentado ahí en uno de los asientos, y me dice ‘no podés estar acá, salí’”, recuerda Martínez.

La incomodidad fue de la mano con la sorpresa que produjo su presencia. Y, precisamente, con la negativa de Basile a admitirle en un lugar privado por definición, más allá de las características del duelo, sobre todo para los periodistas. “Acá no está nadie cambiándose. Me la estás haciendo, Coco. Me estás mintiendo”, le respondió Martínez, aún sin dimensionar lo que pasaba.

Ahora explica que, en efecto, no creyó que el Coco estuviera hablando en serio. “Te juro que yo en ese momento sentí que me lo decía en joda. Al principio fue mi primera reacción. Yo no podía creer que me esté diciendo eso en serio. Porque estaba recontra chequeado que tenía que entrar”, manifestó.

La discrepancia, finalmente, pudo solucionarse. “Efectivamente él no sabía que iba a entrar. Y también es cierto que su concepción es de otros días y es para respetar. Él siente que una mujer no puede entrar a un vestuario de hombres. Creo que más allá de las formas, él tuvo una buena intención conmigo. Después hablamos y quedó todo perfecto, todo bien”, sentenció Martínez.

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