
Un fantasma que lo persigue en Boca y Colo Colo: el pobre historial de Jorge Almirón como técnico en los Superclásicos
El entrenador transandino acumula números negativos con el Cacique cuando se habla del partido más importante del fútbol chileno. Al mando del conjunto xeneize vivió la misma situación.

Universidad de Chile ganó el Superclásico 197 y hundió a Colo Colo. Si bien el Cacique mejoró en la propuesta, la caída ante el archirrival en el Estadio Nacional, por 2-1, sembró nuevamente las dudas sobre la figura de Jorge Almirón.
El entrenador argentino cosechó una nueva derrota en el partido más importante del fútbol chileno. De hecho, para ser más precisos en la estadística, el transandino nunca ha logrado derrotar a los azules en tres partidos oficiales.
El dato es más decidor si se tiene en cuenta que, aquellos tropiezos, sirvieron para cortar con dos rachas históricas que poseían los albos sobre los estudiantiles: los 23 años sin perder en el Estadio Monumental y los 12 años sin caer en el reducto de Ñuñoa.
Sin embargo, este mal registro no solo se plasma en el plano nacional. Al otro lado de la cordillera, Almirón corrió la misma suerte cuando le tocó estar a cargo de la dirección técnica de Boca Juniors, pues nunca pudo festejar ante River Plate.
Con estas malas experiencias en el Cacique y en el xeneize, el adiestrador acumula un pobre historial en este tipo de choques. Aquí revisamos sus últimos antecedentes.
Una maldición superclásica
Cuando Jorge Almirón arribó a Colo Colo, lo hizo con el cartel de finalista de la Copa Libertadores 2023 bajo el brazo. Un logro mayúsculo, al menos para la realidad de nuestro país.
Sin embargo, pese a la magnitud de este rendimiento en el ámbito continental, en Boca Juniors siempre le pasaron la cuenta por su falta de lectura en los Superclásicos ante River Plate. Y es que el DT transandino nunca le pudo ganar al conjunto millonario en el enfrentamiento más tradicional del balompié argentino. En dos cotejos dirigidos, Almirón terminó cediendo por partida doble: 1-0 en el Monumental de Núñez y 0-2 en La Bombonera. Justamente, en este último duelo, el estratega colocó un equipo alternativo porque estaba peleando en simultáneo el certamen continental.
Las dos derrotas contra la Banda Sangre definieron, a la larga, su futuro en el banquilo en el conjunto azul y oro. Por esto, cuando llegó al Cacique, el entrenador cargaba con la responsabilidad de tumbar los fantasmas cuando le tocase enfrentar a la U.
No obstante, pese a la presión, Almirón fracasó en su primer cara a cara. El 10 de marzo de 2024, los dirigidos por Gustavo Álvarez rompieron el maleficio de más de dos décadas en Macul y celebraron gracias a un solitario tanto de Israel Poblete.
Cinco meses después, y en medio de la participación del Cacique en los octavos de final de la Copa Libertadores, el director técnico albo se encontró ante una nueva chance, pero prefirió plantear una formación mixta, privilegiando la arena internacional. Si bien no perdió (el partido terminó en un pálido 0-0), esta fórmula le impidió llevarse los puntos en el Estadio Nacional. A la larga, eso sí, terminó reinando en la carrera por el título contra los laicos y levantó la estrella 34.
Ahora, de vuelta al coliseo de Ñuñoa, el panorama volvió a ser negativo: dos penales de Charles Aránguiz sirvieron para sellar la victoria de los azules y sentenciar el registro de un empate y cuatro derrotas en este tipo de instancias. Almirón, cuyo cargo en Macul está cada vez más en el aire, posee un paupérrimo rendimiento del 6,7 % en Superclásicos (considerando Argentina y Chile).
Si continúa en el banquillo, tiene una tarea pendiente de cara a la segunda rueda de la Liga de Primera.
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