El Rápido es de esos lugares que son pura memoria emotiva y que traen un montón de recuerdos con sólo nombrarlos.

Aunque apenas necesita presentación, vale la pena recordar que se trata del local ubicado en la calle Bandera, a pasos de la Plaza de Armas, y que ya tiene más de 80 años de historia.

Tiene fama por varias razones, pero la principal es la rapidez de su servicio. De hecho, en tiempos normales basta que hagas una seña desde la puerta para que el maestro tome el pedido desde la barra y, cuando llegues, ya tengas servidas tus empanaditas fritas, el hit del local.

Todo en menos de un minuto. De ahí el nombre de El Rápido.

Te puedes sentar en la barra o en las mesas que hay en su terreaza. Aunque si vas en horario punta, la hora de almuerzo, por ejemplo, probablemente te tocará esperar unos minutos para conseguir mesa.

Ahí, si bien puedes pedir sánguches clásicos chilenos, como el completo italiano ($ 1.900), con una buena cantidad de palta, tomate y mayo, o el arrollado ($ 3.300), que puede ser en pan de molde, frica o marraqueta, lo que mandan son las empanadas.

El Rápido: históricas empanadas de fritas

Las históricas empanadas de El Rápido son unas empanadas fritas en el momento, que pueden ser de queso ($ 1.600), pino ($ 1.900) o de mariscos, por ejemplo.

Además, hay versiones como la napolitana ($ 1.700), con tomate y queso; camarón- queso ($ 1.700) o barros luco ($ 1.700), con churrasco en el interior.

Unas empanadas que se convierten en manjar de dioses si las acompañas con un consomé con huevo ($ 2.800), el clásico, nada más reponedor.

O con el caldo de mayo ($ 2.200), que es de la cocción de los arrollados. ¡Delicioso!.

Con más de 80 años a cuestas, El Rápido todavía sigue tentando y cumpliendo.