Guillermo Francos: “Si Milei gana la elección, en Argentina habrá una implosión del sistema político”

Javier Milei, candidato presidencial argentino por el partido La Libertad Avanza, hace gestos a sus partidarios durante un mitin de campaña, en Buenos Aires, el 25 de septiembre de 2023. Foto: Reuters

Quien se convertiría en ministro de Interior tras una eventual victoria presidencial del candidato libertario, habló con La Tercera sobre su relación con Javier Milei, así como de las dudas que existen sobre sus famosos exabruptos que, asegura, no serían tal.


Abogado de formación, con un paso por política, pero, principalmente, en instituciones financieras privadas, Guillermo Francos fue anunciado como el flamante ministro de Interior, de vencer Javier Milei en las próximas elecciones presidenciales de Argentina. Su relación, explicó a La Tercera, se arrastra desde hace años, cuando ambos trabajaban en Corporación América.

Francos afirma haber sido uno de los impulsores del salto a la política del líder de La Libertad Avanza. Y, según señaló a este medio, ya en 2020, antes de que el economista llegara a la Cámara de Diputados, le había pedido que colaborara con él. Sabía, decía Milei, que llegaría a ser presidente.

Ambos coincidieron en Corporación América, de Eduardo Eurnekian. Usted estuvo en una vereda política distinta a la de Milei. ¿Qué razones lo llevaron a querer formar parte del equipo del candidato?

Yo no estuve en ningún espacio político distinto al de Milei. Estuve fundamentalmente en dos partidos, pero tras la disolución del segundo, ya no hice más política hasta que empecé a trabajar en el sector privado, en ese grupo que usted menciona. En el año 2007, el entonces gobernador (de la provincia de Buenos Aires, Daniel) Scioli, me invita a ser presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Scioli (el actual embajador argentino en Brasil) es amigo mío, así que me convocó como un hombre que trabajó en el sector privado y que tuvo actividad política, pero independiente del justicialismo. Después volví a trabajar en el sector privado, y en el año 2020, tras ganar las elecciones Alberto Fernández, Gustavo Vélez me ofreció ser director por Argentina en el Banco Interamericano de Desarrollo, que lo acepté, porque Vélez también es amigo mío. Pero no tenía nada que ver con un compromiso político. No es que yo hiciera un salto o cambié un partido a otro. Yo trabajé para la Argentina como un funcionario. A Javier Milei lo conocí y trabajé con él mucho tiempo en Corporación América. Incluso más, yo fui uno de los que lo impulsó a Milei de que tuviera una actividad pública y política y que expresara sus ideas, no solamente sobre la economía, sino sobre la organización de la sociedad basada en los principios liberales.

Partidarios del candidato presidencial argentino Javier Milei sostienen billetes de dólares con su cara encima, durante un mitin de campaña, en Buenos Aires, el 25 de septiembre de 2023. Foto: Reuters

¿Y por qué razón decidió volver al ruedo político en esta carrera presidencial?

Porque me lo pidió Javier cuando, hace largos tres años, ya tenía la convicción de que iba a llegar a ser presidente. Pese a que al poco tiempo fue electo diputado, ya me había ofrecido que, de ser presidente, quería que integrara a su equipo. Yo le dije que por supuesto, que en todo lo que pudiera colaborar, lo iba a hacer. Y ahora, cuando se veía que venía muy fuerte su candidatura, me volvió a insistir con el tema.

¿Cuál es su opinión frente a la dolarización y la eliminación del Banco Central?

Mi visión es que Javier va a ir a un proceso de dolarización con absoluta convicción. Está totalmente convencido de que es la solución respecto a la inflación, la que se viene arrastrando desde hace largas décadas, y está relacionada con la emisión irresponsable de dinero por parte del Estado y de parte de los sucesivos gobiernos que ha tenido la Argentina. Sacando el período de la convertibilidad, entre los años 91 y 96, después la Argentina siguió pagando el déficit fiscal con emisión monetaria, y obviamente eso genera inflación, como está haciendo actualmente el ministro de Economía (y candidato presidencial oficialista, Sergio Massa), quien está distribuyendo enormes masas de dinero con motivos electorales que en el futuro van a tener que ser pagadas, y lo harán en forma de inflación.

Sergio Massa le da la mano a Javier Milei al final del primer debate presidencial en Santiago del Estero, el 1 de octubre de 2023. Foto: AP

¿Cómo operará el bloque cuando, en un escenario en que gane Milei, se tenga que sentar con quienes criticó de pertenecer a la “casta” para pedirle sus votos?

Si Javier termina ganando la elección, en Argentina habrá una implosión del sistema político como se le conoce. Porque tanto la coalición de gobierno como la coalición opositora van a estallar debido a que internamente tienen muchas dificultades, muchos problemas, muchas responsabilidades, muchas culpas. Y hoy ya se están confrontando entre ellas.

¿Ahí buscarían los votos, cree usted?

En ese campo de rupturas y teorías de desconcierto político, de falta de liderazgo que unifiquen, me parece que hay una enorme posibilidad para poder conversar con varios legisladores que van a quedar huérfanos de coalición política y que miran la Argentina con la misma preocupación que la miramos nosotros. No es un tema que me altere el sueño el pensar que la Argentina no puede llegar a encontrar acuerdos básicos para transitar el camino hacia una estabilización de su economía, hacia un crecimiento, hacia un desarrollo. Así que no, para nada. No le tengo temor a esta etapa que viene. Los sectores políticos de esas dos coaliciones van a ver que apareció un dirigente que, sin ninguna estructura, irrumpió solo porque interpretó el sentir de la sociedad. Eso va a hacer reflexionar mucho. Me parece que, tras 40 años de vivir en democracia, estamos en un momento casi refundacional del sistema político imperante en estos años. No es mi vocación la de construir una fuerza política, le quiero decir. No creo que Javier Milei tampoco tenga esa disposición. Yo creo que la vocación es la de construir un país diferente, y utilizaremos todos los mecanismos que tengamos a nuestro alcance para encontrar ese camino.

Guillermo Francos fue anunciado como el flamante ministro de Interior, de vencer Javier Milei en las próximas elecciones presidenciales de Argentina.

En el debate del pasado domingo, Javier Milei habló de un proyecto a 15, 25, e incluso a 35 años. ¿Se podrá construir a tan largo plazo sin una estructura grande detrás?

¿Cómo lo hizo Chile? Chile partió, por supuesto, de una situación económica más favorable desde la dictadura de Pinochet. Yo veo los países como ejemplos de lo que hay que construir. Y durante un período, construyó un consenso democrático, primero con la Concertación, donde recuerdo la posición del presidente (Patricio) Aylwin. Después, el gobierno de (Sebastián) Piñera, también irrumpiendo como una fuerza nueva, y bueno, ahí buscaron la forma de conseguir acuerdos y de llevar los temas macroeconómicos con muchísimo cuidado y tomando medidas con mucha prudencia, más allá de las diferentes posiciones que tenía cada sector, uno de centroizquierda, otro de centroderecha, pero llegaron a determinados acuerdos básicos. Lo mismo pasó en Uruguay, un país que ha progresado con todas sus dificultades, provenientes de historias similares, todos nosotros, y han sido capaces de encontrar una convivencia democrática, una alternancia en el poder, y tienen economía aceptable. Yo digo, ¿por qué no lo podemos hacer nosotros?

El candidato presidencial argentino, Javier Milei, y el filósofo chileno, Axel Kaiser, en el segundo evento del libertario en Chile. Foto: Amanda Ruminot / Fundación para el Progreso
El candidato presidencial argentino, Javier Milei, y el filósofo chileno, Axel Kaiser, en el segundo evento del libertario en Chile. Foto: Amanda Ruminot / Fundación para el Progreso

Uno de los momentos álgidos del debate fue cuando el candidato afirmó que “son 8.753″ desaparecidos, en lugar de 30.000. ¿Es esa una política de la coalición, o responde a Milei y a su número dos, Victoria Villarruel?

Responde a que es sabido en Argentina. Sean 8.753 o sean 30.000, de todos modos, lo que pasó en la Argentina es una aberración política, jurídica, o como usted quiera calificarlo. Partamos de esa base, porque si no, nos equivocamos en el planteo. Ahora, no es que lo haya planteado como una situación más leve el que hayan muerto 8.000 versus que hayan muerto 30.000. Lo que Milei señaló es que, sobre todo la izquierda en la Argentina, han planteado con desparpajo que hubo 30.000 desaparecidos. Un argumento que permitía, con ese número, utilizar la palabra genocidio ante los organismos de derechos humanos. Me parece una situación que no tiene mucho sentido discutir. Surgió ahí porque creo que fue la candidata Bergman la que planteó que hubo 30.000 desaparecidos. No sé cómo fue el planteo, y él contestó: “No fueron 30.000, fueron 8.000 y tantos”, pero con fundamento, porque es lo que está demostrado en Argentina, con nombre y apellido, quiénes son personas que sufrieron ese atentado del poder militar absolutamente injustificable. Me parece que hay que verlo desde ese punto de vista, y no con una posición política de la propuesta de Javier Milei de hacer un eje en eso. Él planteó con total claridad que quienes tenían la responsabilidad de utilizar el poder del Estado, lo usaron de una manera criminal y fueron juzgados por eso.

Javier Milei y la candidata a la vicepresidencia Victoria Villarruel asisten a un evento de negocios en Buenos Aires, el 24 de agosto de 2023. Foto: Reuters

Una de las mayores preocupaciones son los exabruptos que hicieron famoso al candidato. ¿Considera que Milei lo hizo bien en ese aspecto durante el debate? Tuvo un encontrón con Massa cuando le pidió que se disculpara con el Papa Francisco.

No, me parece que no hubo ningún exabrupto. Yo creo que todos estaban esperando que los otros candidatos lo sacaran de eje o que generaran alguna reacción. Yo creo que eso es un poco ridículo, porque Milei tiene convicciones, es vehemente, es apasionado en la defensa de sus convicciones, pero sobre todas las cosas es una persona de una gran inteligencia, es una persona que sabe escuchar y reflexionar sobre lo que le dicen. Y usted lo pudo ver en el debate del domingo. Cuando alguien le decía algo, contestaba con mucha claridad. No hubo ningún momento en todo el debate que él mostrara enojo o alguna salida de lo que debe ser un debate de estas características. Solamente tuvo un cruce con el ministro Massa, porque dentro de las reglas había una que señalaba que mientras uno de los candidatos hacía uso de la palabra, nadie podía interrumpirlo. Esa fue la razón por la que pidió que se respete el reglamento del debate. Pero no tiene más trascendencia que eso.

Javier Milei y su hermana Karina Milei durante un mitin de campaña en La Plata, Buenos Aires, el 12 de septiembre de 2023. Foto: Reuters

¿Podría generar problemas a nivel internacional su forma de expresarse? Por ejemplo, dijo que la elección de Gabriel Boric en Chile fue “espantosa”, o en su reciente viaje al país calificó al mandatario chileno como un “empobrecedor”.

Para nada. Ninguna preocupación. Serán presidentes que tienen diferentes opiniones sobre algunos temas, pero punto. La política internacional, sobre todo en Latinoamérica, es un lugar donde hay convivencias políticas dentro de regímenes democráticos. Puede haber diferencias con regímenes que no sean democráticos, es otro tema. Pero con Chile, con Uruguay, con Brasil, con Paraguay, con Colombia, con países que están dentro de la democracia, seguramente planteará diferencias de visión, pero de ninguna manera algo que impida la convivencia pacífica y democrática entre naciones, que es lo que sostenemos absolutamente.

¿Sigue Milei pensando en romper relaciones con China o no hacer negocios si llega al poder? A principios de noviembre llegarán barcos con billetes impresos en el gigante asiático...

No, Milei no plantea romper relaciones con China. Lo que dice es que no le interesa tener una relación política de su gobierno con China, pero las relaciones diplomáticas y comerciales entre privados seguirán teniendo total vigencia y posibilidad de desarrollarse. Así que no pongan en Milei palabras que él no ha dicho.

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