La denuncia que complica a Florcita Alarcón

Durante enero, una expareja acusó al diputado de violarla mientras estaba medicada y de difundir fotos íntimas. Como consecuencia, Alarcón ya enfrenta una investigación de la Fiscalía Oriente, además de eventuales sanciones en el Congreso. Ni su partido lo defiende, pero él alega inocencia: “Jamás tuve alguna relación de ese tipo después de que ella se medicaba”, dice.


El primer indicio llegó por redes sociales: a través de su cuenta @NaChAlAnD, una amiga de una expareja del diputado Raúl Florcita Alarcón denunciaba en Twitter lo que el parlamentario le había hecho. “La persona que vi0l0 a mi amiga fue *florecita motuda* Yo apechugo con ella, necesitamos orientación legal para esto, porque no porque seas diputado tienes el derecho de hacer con el cuerpo de otra persona lo que a voh se te plazca (...)”, decía parte del tuit publicado con fecha 3 de enero.

La funa no quedó ahí: más tarde se convirtió en una denuncia por violación ante la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones de Ñuñoa, ingresada el 8 de enero, que finalmente quedó en manos de la fiscalía local de esa comuna, a cargo de la fiscal Mitzy Henríquez.

Aunque dos días antes de que esa denuncia se ingresara formalmente, la víctima, de iniciales J.N., dio a conocer su testimonio. Lo hizo en una entrevista con el medio digital La Voz de los que sobran, con el rostro difuminado y la voz editada. Ahí, la mujer contó que el parlamentario fue su pareja desde el 3 de octubre de 2018, hasta el 2020. Sin embargo, lo conocía desde hace 10 años: le gustaba como artista y lo admiraba desde que estaba en el programa infantil La cafetera voladora.

La relación amorosa comenzó luego de que ella lo hubiese felicitado por haber sido electo como diputado. Aunque los primeros meses todo corría bien, las actitudes del diputado, cuenta ella en la entrevista, comenzaron a ser dominantes. “Me decía cómo tenía que vestirme y otras cosas. Me pedía que llamara a sus amigos para decirles que me acostara con ellos, que él me dictaría lo que tenía que decir”, es una de las declaraciones que dio al medio digital.

Eso no era todo. La mujer también aseguraba que el parlamentario la habría violado mientras dormía, aprovechándose de su estado de inconsciencia, tras un tratamiento con pastillas que ella tomaba antes de acostarse. En sus declaraciones J.N. explicó que le costó darse cuenta de que estaba siendo víctima de violencia sexual, pero hubo un hecho que la hizo reaccionar: “Un día rompí en llanto en la casa, cuando él me hizo fantasear (sexualmente) con mi hermana mientras teníamos relaciones. Estaba muy mal, y mi familia me dijo que eso no era normal. Tienes que denunciar, tienes que hacer algo”, detalló en la entrevista.

Tras esas declaraciones, otra víctima salió a la luz. Esta vez desde el mundo de la música: según lo publicado en otro artículo de La Voz de los que sobran, una funcionaria de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD) lo habría denunciado en 2013 a la administración. En esa situación, la mujer relató haber sido víctima de acoso sexual por parte del entonces músico y miembro del consejo directivo, Raúl Alarcón. Aunque por esos años la situación no llegó a ser una denuncia judicial, sino que se resolvió desde la administración.

Hasta este momento, si bien la carrera parlamentaria de Raúl Florcita Alarcón -así se llama ahora- había estado llena de polémicas que sobrepasaban el terreno político, ninguna de ellas era tan grave como esta.

Músico y cantautor, premio a Mejor Intérprete en el Festival de Viña del Mar en 1977, Alarcón salió electo diputado en 2018, por el Partido Humanista, dentro del Frente Amplio. Su gestión ha estado marcada por facetas teatrales más que legislativas, como cuando durante la discusión del primer retiro de fondos de AFP, apareció por Zoom con un cartel con garabatos escritos para los ministros. Eso le costó su primera sanción en la Comisión de Ética: una multa equivalente al 2% de su sueldo.

La última polémica antes de la denuncia por violación fue en septiembre. A través de sus cuentas en redes sociales el parlamentario defendió el uso de dióxido de cloro como forma de contener el Covid-19. “Han aparecido muchas personas dando testimonio de sus experiencias positivas con esta sustancia”, escribió entonces Alarcón. Más tarde, el ministro de Salud, Enrique Paris, salió a desmentirlo: “Hablaré directamente con el diputado Florcita Motuda y trataremos de aclarar esta situación, porque evidentemente es un riesgo para la población consumir ese tipo de sustancias que pueden producir irritación y daño”.

Aunque pocas han sido sus ausencias -bordeando siempre el 100% de asistencia-, un diputado del FA cuenta que su trabajo legislativo no necesariamente ha sido del todo eficiente: “El trabajo de un parlamentario es juntarse con agrupaciones, hablar con sindicatos, preparar los proyectos de ley con expertos y revisar casos internacionales. Cuando un diputado siempre está en la sala, es que no estuvo haciendo nada”.

Dejar sus privilegios

Apenas supieron de la funa en redes sociales, en el Partido Humanista quisieron de inmediato averiguar si las acusaciones eran ciertas. Lo hicieron el 4 de enero, a través de uno de sus militantes y abogado constitucionalista, quien se contactó con la hermana de la víctima: “Estimada colega, le escribe Juan Enrique Prieto (...), viejo abogado que necesita urgentemente conversar con usted por un tema de interés mío como dirigente humanista y suyo por su familia inmediata”. Pese a que tras la cadena de correos intercambiados la denunciante aseguró que su familia fue hostigada por el partido, el objetivo, explica su presidenta, Catalina Valenzuela, era conversar en buenos términos para saber si la denuncia que circulaba por redes era real. “Tenemos claridad absoluta de que eso no es acoso, ni hostigamiento, ni amedrentamiento. Está en un contexto muy claro: no había una víctima identificada, por lo tanto era una consulta. Fue de abogado a abogado y las líneas están absolutamente a la vista para quien quiera tenerlas”, explica ella. La Tercera contactó a la denunciante para conocer su experiencia, pero no quiso participar de este reportaje.

La situación siguió escalando con los días, luego de que salieran más antecedentes a la luz y que involucraban a otros miembros del PH: entre las declaraciones que la denunciante dio a principios de enero, hay una en particular que refiere a que Alarcón habría compartido fotos íntimas de ella y videos teniendo relaciones sexuales a su actual jefe de gabinete, Adrián Barahona. Eso, sumado a que, además, publicó algunas de esas fotos en su estado de WhatsApp sin su consentimiento, hizo que en la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados se abriera una investigación por “una eventual falta a los deberes parlamentarios”.

Raúl Florcita Alarcón accedió a entregar su versión a La Tercera mediante una entrevista escrita, y reconoce que efectivamente publicó esas fotos, pero que, según él, habría sido un accidente: “Manipulando fotos íntimas que yo tenía con mi expareja (la denunciante) en WhatsApp y dada mi falta de expertise en la manipulación, hizo que muchas de estas fotos aparecieran en la carpeta “estado” ese 28 de diciembre en la tarde, haciéndose públicas. Esto siete días antes de la funa. Durante esta filtración, rápidamente mi equipo y amistades que siempre me vigilan por mis errores en redes (testigos) empezaron desesperadamente a avisarme de la catástrofe”.

Su jefe de gabinete, Adrián Barahona, también niega haber recibido esas imágenes: “He sido jefe de gabinete desde el inicio del período e insisto en que el diputado nunca envió ni mostró fotos íntimas. No las compartió con otras personas ni se las mostró. La filtración de fotografías fue un hecho fortuito y lamentable del que se han rendido las pruebas en la Comisión de Ética”.

Alarcón en la entrevista reconoce haber tenido una relación con la denunciante: “Entre el 15 septiembre de 2019, no del 2018, hasta finales del 2020 tuve una relación amorosa con J.N., y si usted leyera el WhatsApp que teníamos en conjunto, se puede comprobar que no hay tal abuso”. En ese sentido, frente a la denuncia por violación mientras su expareja dormía, el diputado se defiende asegurando que “jamás tuve alguna relación de ese tipo después de que ella se medicaba”.

En otras entrevistas ya había señalado que la relación con su expareja había sido problemática, pero nunca para llegar a los niveles que dice la denunciante: “Todo lo que existió entre nosotros fue siempre con total consentimiento de las partes. Además, aseguro no haberle producido ningún daño, pues muchas veces nos separamos y muchas veces volvimos a reconciliarnos”, dice él.

El diputado presentó su renuncia al Partido Humanista el 8 de enero, así como también a la presidencia de la Comisión de Cultura, Artes y Comunicaciones. Pero el rechazo en el Congreso ha sido transversal: la bancada de diputadas feministas expresó, a través de un comunicado el 6 de enero, su indignación frente a los hechos por los que se acusaba a Alarcón. “Creemos que la renuncia del diputado Sr. Alarcón a la presidencia de la Comisión de Cultura es necesaria, pero a la luz de los hechos que se denuncian, insuficiente, ya que la conducta de un parlamentario debe estar a la altura de su investidura”, decía parte de la carta.

Hasta ahora, en la Comisión de Ética y Transparencia han tenido tres sesiones respecto del caso de Florcita Alarcón. Su presidente, el diputado RN Bernardo Berger, confirmó este viernes que habrá sanción para el diputado precisamente porque se acreditaron las diversas conductas por las que se le acusaba. Sin embargo, la medida será resuelta y anunciada el miércoles de la próxima semana. Aunque el diputado de Acción Humanista e histórico dirigente del PH Tomás Hirsch cree que si bien es necesario que se haga, las sanciones desde la Comisión de Ética no serán suficientes. “Yo creo que aquí se ha producido un profundo quiebre de confianza. Se mira su sanción, pero un tema fundamental es el apoyo a las víctimas y que tengan los mecanismos jurídicos de defensa”.

En el PH hay consenso en que lo primero es apoyar a la víctima. “Nosotros vamos a poner a disposición las derivaciones psicológicas, judiciales, estructurales que podamos hacer con distintos ámbitos que estén dedicados a eso, asegura la presidenta del PH, Catalina Valenzuela. Incluso, tras no existir la facultad de renunciar como parlamentario -a no ser que sea por enfermedad terminal o nombramiento de un cargo de ministro o embajador-, hay quienes creen que Alarcón debiera renunciar a su fuero parlamentario. Así lo cree el expresidente del PH Octavio González: “Él puede renunciar a su fuero, a sus remuneraciones parlamentarias, a los privilegios que tiene de bencina y transporte, por ejemplo. Si él siente que es inocente, que lo demuestre a la justicia. Pero a lo menos que lo demuestre como un ciudadano más y que no tenga un doble discurso”.

Recién el jueves de esta semana, Alarcón -que permanece con licencia médica por 21 días- fue notificado de la denuncia interpuesta en su contra. La Policía de Investigaciones de Ñuñoa llegó hasta su domicilio con un documento en el que se le solicitaban cuatro diligencias: una declaración ante la fiscalía, la entrega de medios electrónicos y dos peritajes. Pese a que todavía no es citado a declarar, su abogado, Lorenzo Morales, asegura que ellos mismos están solicitando una declaración lo antes posible. Lo que está por verse ahora es si, como le aconsejan en su partido, el diputado renuncia a sus privilegios. Aunque eso, dice Alarcón, lo decidirán sus abogados.

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