Belenaza tras su naufragio en Viña: “Quise escuchar las pifias, nunca más en la vida se me va a olvidar ese sonido”

Belén Mora. Foto: Dedvi Missene/La Tercera

La comediante repasa con Culto los detalles de su presentación en la Quinta Vergara en la que se fue reprobada con sonoras pifias por el público. Reconoce que la parte de la ensalada no funcionó, que no usó “muela” en el escenario, que no habría aceptado la Gaviota de Oro, pero que decidió quedarse en el escenario porque “me gusta el riesgo”.


La primera alerta salió desde las entrañas del Monstruo. Tras arrancar la transmisión televisiva del Festival de Viña a eso de las 21.35 horas (por ajuste programático para terminar más temprano, dijeron las fuentes consultadas por Culto), los animadores Martín Cárcamo y María Luisa Godoy anunciaron el programa de la noche. Aplausos cerrados para Alejandro Fernández y Los Jaivas, pero al momento de mencionar a “Belenaza”, Belén Mora, la reacción fue mixta; aplausos e indiferencia. Incluso sonaron algunas pifias sueltas en la platea.

Tras dos jornadas en que el humor fue un momento cruzado por la comunión entre el artista y el público, la presentación de Belenaza fue la primera de lo que va del Festival en que recibió la reprobación del público. La noche ya marcaba un contraste con los dos primeros días, cargados a la audiencia juvenil; a la Quinta Vergara llegó público adulto, principalmente mujeres y de extracto popular, que desde temprano se hicieron notar. Los clásicos carteles, sombreros de mariachis, y las peticiones de saludos a los animadores por parte de las que se encontraban en las plateas Premium y Golden, más cerca a las pasarelas laterales que salen desde el escenario.

Belenaza. Foto: Dedvi Missene/La Tercera

Cuando Belén Mora salió a escena, a las 23.46 horas, recibió un aplauso respetuoso, especialmente desde la galería, la localidad que terminó volviéndose clave para sostener su presentación. Comenzó con una rutina en que hubo menciones a la cultura pop y a las figuras televisivas, las que fueron bien recibidas por el público y algunos de los aludidos; en particular el conductor de Canal 13 e integrante del jurado, José Luis Repenning, quien seguía la rutina con entusiasmo.

Todo cambió cuando comenzó el segmento en que se relata la historia de una ensalada que debía preparar para una reunión de apoderados. Allí la rutina se volvió más confusa, lo que gatilló las primeras pifias, particularmente, desde las plateas. La comediante se defiende y dice que esa era una sección probada como parte de la rutina que venía preparando desde 2019.

“Siempre estuve segura de mi rutina, la probé infinidad de veces en varios espacios, masivos, bares, en regiones, etc. El tema es que simplemente no funcionó en la Quinta y ahí la gente se aburrió, lo encontró fome y empezó a pifiar, no resiste más análisis que eso, no le pudo dar una vuelta más que esa, tengo que ser honesta”, señala al teléfono con Culto.

-¿Siente que el público de esa noche, más adulto, le pudo haber jugado en contra?

No, el público nunca tiene la culpa de nada. La responsabilidad es de quien se sube al escenario, sería muy irresponsable, cobarde decir que el público tiene algo de responsabilidad. Uno trabaja para el público, se manifiesta según lo que tú provocas en ellos. Los primeros cuarenta minutos les provoqué risas y después pifias. Por eso me di el tiempo incluso de pararme y escuchar las pifias porque siempre hay que respetar la opinión del público, Si en ese momento querían pifiar, las escuché con el mismo respeto que recibí los aplausos.

-Por eso se queda mirando al público cuando vuelve y las pifias aumentaron...

Exacto. Pucha yo soy una defensora de la libertad de expresión y no puedo ser doble estándar y no dejar que la gente se exprese. Como te digo, los comediantes y los artistas, funcionamos para el público. El público da el veredicto.

Pese a las pifias, los aplausos más entusiastas para Belenaza bajaban desde la galería. Principalmente desde allí comenzaron a pedir la Gaviota de Plata, lo que gatilló la entrada en escena los animadores, quienes conversaron algo con la comediante, para ver si el entusiasmo crecía. Pero aunque se llevó el galardón, buena parte del público, en especial en las plateas, reprobaba la rutina con una sonora rechifla.

FOTO: OSCAR GUERRA / AGENCIAUNO

-¿Cómo vivió ese momento con los animadores?¿siente que se alargó y se vio algo forzada la situación?

Es que no voy a entrar a analizar el rol de los animadores o cómo lo hicieron. Ellos hicieron su pega, entraron, la gente pidió Gaviota y me la dieron. Eso sí, no habría aceptado por ningún motivo la Gaviota de Oro, porque no me la merecía. La Gaviota de Oro es para una persona que tuvo una noche exitosísima, redonda, como mi compañera la Pame Leiva que Dios me la guarde y me la bendiga porque nos hizo llorar a todas las comediantes. Pero la de Plata la agradecí, la gente la pidió y me la llevo con mucho cariño para la casa.

Belenaza tiene claro lo que ocurrió en la noche. “Si el problema fue de la ensalada para adelante, que ahí nos fuimos a la cresta. La gente dijo ‘me aburrió esta mina’ y empezaron a pifiar, no es más que eso. Ahora hay que partir con una rutina nueva, partir de cero, probarla en bares, etc. Y ojalá volver a llegar a un escenario tan importante como Viña, Olmué, Las Condes, qué se yo”.

-Hay comediantes que habitualmente usan muela (un sistema in-ear que les permite estar conectado con su equipo en tiempo real) ¿en su caso lo usa?¿le habló gente de su equipo para intentar cambiar el curso de la rutina cuando comienzan las pifias en la sección de la ensalada?

No. No uso muela, nunca he usado. Ocupé teleprompter con una escaleta de mi rutina. Tengo un tremendo equipo, pero también confían en mi criterio. De hecho aún cuando hubiera estado todo mi equipo gritándome ‘bájate’ al final la que está en el escenario soy yo y yo decidí quedarme. Y no me arrepiento en absoluto.

-¿Y por qué decidió quedarse? ya le habían dado la Gaviota, se podría haber retirado hasta con aplausos y no se habría expuesto por más rato a las pifias, fue un riesgo.

Sí po, pero es que a mí me gusta correr riesgos, si no, no me dedicaría a la comedia. A mí me gusta el riesgo y decidí escuchar las pifias. Nunca en la vida se me va a olvidar ese sonido y va a servir como material para análisis, porque no quiero que nunca más me pase esto. Esa va a ser la base y la premisa para lo que venga, lo que tengo que hacer para que esto no vuelve a suceder. Es como cuando uno se sacaba un rojo en el colegio y llegabas a la casa a revisar la prueba. Eso voy a hacer.

-La situación del show en Limache antes de Viña, cuando también recibió pifias ¿no le dio una alerta?¿no pensó en hacer cambios en la rutina a partir de eso?

No, porque lo que pasó en Limache fue un grupo de no más de 30 personas que empezaron a pifiar producto de un chiste que yo hice. En la parte de la reunión de apoderados que va un solo papá a las reuniones, pifiaron un grupo de hombres. Les dije ‘pifeen todo lo que quieran, pero vayan a las reuniones’. Y ahí se cagaron de la risa. No fue un pifia como la de Viña que lo di vuelta.

¿Qué viene para su futuro inmediato?¿shows en agenda?

Ya tengo marzo listo con shows, ahora hay que empezar a agendar abril, pero ahora lo que viene es descansar una semanita, desconectarme, apagar el celular, leer un libro y empezar a trabajar de nuevo. ObvIo con rutina nueva. Esto es así.

La presentación de Belenaza promedió un rating online de 37,2 en la transmisión conjunta entre TVN y Canal 13, con un peak 42 puntos, a las 00.03 horas. Su presentación y el peak han sido hasta ahora la sintonía más alta del Festival de Viña 2023.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.