De regreso al Ministerio Público: así fue la primera mañana del fiscal Arias de vuelta a la Fiscalía de Rancagua
Tras casi nueve meses alejado de sus funciones, el persecutor tendrá reuniones clave para "dictar las primeras instrucciones en la región".
El reloj marcaba las 9.30 y la expectación reinaba en las afueras de la Fiscalía Regional de O'Higgins, ubicada en la Alameda de Rancagua. Tras casi nueve meses suspendido de sus funciones, el fiscal Emiliano Arias retomaba sus funciones como el jefe del Ministerio Público de la región.
En la hora señalada, el vehículo que transportaba a Arias se perfiló para ingresar al estacionamiento del edificio institucional. Iba solo, vestido con camisa y corbata, acompañado de su chofer. Cuando vio que los medio de comunicación de acercaban al automóvil, bajó la venta y con una sonrisa saludó e indicó que en breves minutos daría un punto de prensa.
Así, y ahora con chaqueta puesta -distinto a la vestimenta semiformal que había adoptado en los meses en que estuvo suspendido- dio sus primeras declaraciones como fiscal regional en funciones desde mayo pasado, fecha en que el fiscal nacional, Jorge Abbott, decidió suspenderlo mientras se desarrollaba una investigación administrativa en su contra. Esta indagatoria surgió luego que el fiscal jefe de Alta Complejidad de Rancagua, Sergio Moya, denunciara presuntas irregularidades de Arias en la tramitación de causas.
Esto incluso motivó a que Abbott presentara una petición de remoción ante la Corte Suprema. Sin embargo, la semana pasada el máximo tribunal rechazó la pretensión del fiscal nacional por 11 votos contra tres. Ante esto, Arias solicitó levantar la suspensión y Abbott accedió al requerimiento.
"La consecuencia lógica era hacer cesar esta medida (la suspensión)", señaló esta mañana Arias. Cuando fue consultado sobre cómo estuvo el recibimiento al interior del Ministerio Público, se limitó a responder "bastante bien". Justo en ese momento, a lo lejos, una persona que pasaba en auto gritó "¡se hizo justicia!". Arias sonrió y respondió el grito con un agradecimiento.
Al presecutor de Rancagua también se le preguntó sobre su eventual renuncia al Ministerio Público, posibilidad que durante semanas ha transmitido a sus cercanos. "Siempre está esa situación en la mesa", indicó, y agregó que "nunca he sido una persona aferrada a un cargo y creo que cuando los funcionarios públicos se empiezan a aferrar mucho a un cargo, es malo para el cumplimiento de su propia función".
Respecto a la resolución de la Corte Suprema, Arias indicó que "todas las señales que he tenido hasta hoy, son en el sentido de la obligación de mantenerme en el ejercicio de mi cargo, que estimo que lo he realizado de buena manera". Y remató: "La primera sensación es de justicia".
Antes de retirarse del lugar, Arias fue consultado sobre un tema sensible: su relación con Abbott. "La verdad es que no lo sé, no veo el futuro, no podría aseverar eso. No me he comunicado con él (después de la resolución de la Corte Suprema)", indicó.
Primeras tareas
Sin embargo, durante la jornada de Arias no todo será puntos de prensa y saludos. El persecutor también tiene planeado reunirse con el fiscal regional subrogante, Javier von Bischoffshausen, y el director ejecutivo regional. Esto, según las palabras de Arias, para "dictar las primeras instrucciones en la región".
Los casos específicos a tratar, los conversará con los fiscales ya que no posee información actualizada. Eso sí, algunos de las causas más emblemáticos que estaban bajo su jurisdicción, como los presuntos abusos y encubrimientos por parte de miembros de la Iglesia y la supuesta corrupción de ministros de la Corte de Apelaciones de Rancagua, fueron trasladados de fiscalía durante su ausencia, por lo que sobre estos ya no tendrá injerencia.
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