Diego Matte, director del CEAC: “No perdemos la esperanza de que el sector de Plaza Italia va a volver a florecer, y con más fuerza”

Diego Matte, director del CEAC, en un retrato de fines de enero frente al Teatro Universidad de Chile, en plena Plaza Italia. Foto: Valentina Mora

El abogado que administra a la Orquesta Sinfónica, el Coro Sinfónico y el Banch revela que no anunciarán su temporada este año. Sin embargo, adelanta los conciertos masivos, las estrellas de la música y los espectáculos coreográficos que presentarán este primer semestre.


Desde mayo del año pasado, la Orquesta Sinfónica de Chile, el Coro Sinfónico, la Camerata Vocal y el Ballet Nacional Chileno no han podido presentarse en el Teatro Universidad de Chile, ubicado en Plaza Italia; primero por las obras de construcción de su futura sala de conciertos que colinda con el recinto, y después, por el estallido social.

Los cuatro conjuntos son administrados por el Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC) de la Universidad de Chile, que dirige Diego Matte, quien destaca que “vamos a cumplir un año ya con el teatro cerrado, sin poder generar ingresos propios. Estamos en un momento complicado que no tiene que ver con nuestra capacidad de gestión ni de convocar público, sino con las circunstancias del país en términos político-sociales, y hoy día se suma el factor del coronavirus, además de lo del dólar. Vemos con preocupación el futuro este año”.

El abogado explica por qué decidieron no anunciar su temporada 2020: “El año pasado fue muy traumático porque tuvimos que estar cancelando a gotas, fue agotador para nuestros abonados, que se habían hecho expectativas con algunas obras. Este año, porque las circunstancias están muy cambiantes y porque queremos ser responsables con el público, preferimos ir haciendo los anuncios a medida que vayamos teniendo claridad y certeza”.

La temporada abrirá con la Sinfónica, que continuará con la misma fórmula que implementaron en diciembre y cuya columna vertebral son conciertos masivos en grandes espacios. En específico, en el Teatro Caupolicán, con entradas populares de $5 mil a $12 mil, y con 4.000 butacas, es decir, bajo los límites recomendados este jueves por el Ministerio de Salud.

Pero si en diciembre y enero tocaron Carmina Burana y música de películas, ahora eligieron un hito del repertorio que tiene un espíritu acorde a la situación del país: la Novena Sinfonía de Beethoven, que será dirigida el 27 de marzo por Rodolfo Saglimbeni, en el Teatro Caupolicán. El 9 de abril, Francisco Rettig conducirá el hit de Semana Santa, el Réquiem de Mozart, nuevamente en el Caupolicán. Estos dos conciertos se repetirán, además, en el Aula Magna de la U. Santa María en Valparaíso, y el de Rettig tendrá una tercera fecha en Lo Barnechea.

Estos eventos masivos se conjugarán, además, con conciertos en CorpArtes. El 18 de abril el célebre pianista Peter Donohoe abordará el Concierto N°1 de Tchaikovsky, cumbre del Romanticismo, en un programa que suma Muerte y Transfiguración de Richard Strauss, y la Obertura de La Flauta Mágica, de Mozart.

En paralelo, el Ballet Nacional Chileno repondrá en abril el ballet Giselle en el Teatro Municipal de Las Condes. “Además, están preparando ahora una obra que se llama Las Cuatro Estaciones, que son creaciones de cuatro coreógrafos de la misma compañía y que se basa en la composición de Vivaldi. Se estrenará la primera semana de mayo”, revela Matte.

El maestro Juan Pablo Izquierdo, en tanto, combinará el clasicismo con el siglo XX el 23 de mayo. De Mozart, dirigirá la Sinfonía N°35 y el Concierto para clarinete, con el virtuoso Luis Rossi, y del chileno León Schidlowsky, Carrera (1991). El famoso trompetista venezolano Pacho Flores vendrá con su set de diez instrumentos para una maratón dancística: tocará con la Sinfónica un Concierto de Hummel, uno propio y uno de Arturo Márquez. Serán dos fechas: el 29 de mayo en el Caupolicán y el 30 en CorpArtes.

Para junio, se destacan el poema sinfónico Sensemayá de Silvestre Revueltas, bajo la batuta de Saglimbeni, y se repondrá el Concierto para piano de Lutoslawski, que la Sinfónica y Luis Alberto Latorre iban a estrenar en Chile en agosto pasado, pero fue cancelado. Ahora, eso sí, lo dirigirá Maximiano Valdés, y no Paolo Bortolameolli como estaba comprometido en 2019.

¿Cuándo esperan volver a su teatro en Plaza Italia?

Nuestra idea es que después del plebiscito haya un poco más de claridad y que a partir de junio ya la situación vaya decantando, para ver si el público puede retomar paulatinamente la confianza en Plaza Italia. Hay que tener paciencia, esperar que el país vaya solucionando sus conflictos y no perdemos la esperanza de que este sector va a volver a florecer, y con más fuerza.

¿Ya tienen diseñada la programación posterior a junio?

La tenemos hecha, pero haremos los anuncios cuando vayamos confirmando. Hoy día, el dólar es un drama para nosotros; tenemos que evaluar bien los riesgos de programación que podemos correr.

Su oficina provisoria está a dos cuadras de Plaza Italia, ¿cómo ve el sector?

Voy todos los días al teatro. El deterioro se ha expandido por toda Vicuña Mackenna hasta Rancagua. Es terrible. Somos el único centro cultural del sector que no ha sido ni vandalizado ni quemado, y lo sentimos como un logro porque hemos estado encima todos los días.

Entiendo que hicieron renovaciones internas en el teatro, ¿está listo para usarse?

Sí, está listo. Lo pintamos, se redecoró el foyer, los baños de público, los sectores de los artistas. Quedó impecable.

¿Tienen un plan ante la amenaza del coronavirus?

Hicimos un catastro en la orquesta, y las personas que habían estado en Europa de vacaciones se quedaron 15 días en su casa en forma preventiva. El coronavirus también es un factor de preocupación para los espectáculos en vivo. Tenemos el tema de dólar, el cierre del teatro, el tema de la Plaza Italia. Hay que ir navegando en las circunstancias y buscar soluciones creativas; si no podemos tocar con público, haremos transmisiones por streaming o nos dedicaremos a grabar.

¿Dónde está ensayando la Orquesta Sinfónica?

En enero estuvimos en el Manuel de Salas, ahora vamos a trabajar a la estación Mapocho y después es probable que volvamos a ensayar adentro del teatro. Vamos a ver cómo están las condiciones.

El estallido también ha generado atrasos en la construcción de la nueva sala de conciertos en Vicuña Mackenna 20, en un complejo de la Universidad de Chile que tendrá una inversión de 1.800.00 UF. Usted estimó en enero que podría terminarse las obras a mediados de 2022 o ese segundo semestre. ¿Lo mantiene?

Sí mantengo esa fecha, con la información que manejo.

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