Director de la Facultad de Derecho de la U. de Chile defiende examen de grado: “Debemos ser exigentes con quienes egresan de nuestras aulas”

El profesor Álvaro Fuentealba enfrentó las críticas de estudiantes que han denunciado malos tratos y poca deferencia en la evaluación en medio de una pandemia y de exámenes que se realizan de forma telemática. "Los cambios en la forma en que una universidad garantiza que sus abogados y abogadas sean competentes para la sociedad a la que servirán, deben ser precedidos de gran reflexión, sosiego y evaluaciones científicas serias. La comunidad académica es la que debe decidir cómo se evalúa, oyendo a los estudiantes, naturalmente", dice.


Ya casi es una tradición que todos los años en época de exámenes de grado, la comunidad universitaria de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile debate por la complejidad de este requisito para poder luego optar ante la Corte Suprema al título de abogado. Este año la discusión se agudizó producto de las complejidades de los estudios a distancia por la pandemia. De ahí que hace poco días más de 500 personas firmaron una carta pidiéndole a las autoridades de esa casa de estudios que se busquen un mecanismo para cambiar la fórmula de egreso.

Ante las consultas de La Tercera PM, el profesor Álvaro Fuentealba Hernández, director académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, decidió hacerse cargo de las preocupación de los estudiantes y también negar la existencia de denuncias formales de supuestos malos tratos y burlas de académicos en uno de los exámenes llevados a cabo el 18 de enero pasado. Asimismo refutó que la tasa de reprobación, este año, sea más alta que en los anteriores.

- No es un tema de este año, pero la pandemia y el estrés de las clases a distancia han profundizado las críticas a las exigencias del examen de grado en la U de Chile, ¿la Facultad recoge esa preocupación de estudiantes que vienen pidiendo un cambio de sistema desde los años 90?

Los cambios en la forma en que una universidad garantiza que sus abogados y abogadas sean competentes para la sociedad a la que servirán, deben ser precedidos de gran reflexión, sosiego y evaluaciones científicas serias.

La comunidad académica es la que debe decidir cómo se evalúa, oyendo a los estudiantes, naturalmente. Somos una universidad pública y tenemos un compromiso con el país, por lo tanto debemos ser exigentes con quienes egresan de nuestras aulas. Deben ser personas competentes, con alto sentido de la ética, y honestas. Las tasas de aprobación en un examen exigente muestran lo bien preparados que están nuestros y nuestras estudiantes. La Facultad ha sabido adaptarse a los cambios impuestos por la pandemia, sin renunciar a la más alta formación que se pueda dar.

Pero es un tema que viene desde hace décadas...

En efecto desde los años 90 se ha planteado la necesidad de revisar no sólo el examen de grado, sino el plan de estudios. Fuimos la Facultad pionera en semestralizar la carrera en 2002, requisito indispensable para nuestra internacionalización, y en establecer una malla curricular semiflexible, con gran cantidad de cursos electivos, que respetaran la diversidad de nuestro estudiantado, que pudiese optar por cursos más adecuados a su vocación, con un núcleo de cursos básicos obligatorios. Una comisión determinó que el examen de grado no se modificaría. El año 2007 otra comisión no llegó a acuerdo en la necesidad de modificarlo. Y en todas esas comisiones hubo participación estudiantil.

En 2017 una Comisión de Innovación Curricular propuso una modificación radical del examen de grado, que supone el cambio a un enfoque de competencias durante la carrera, y una evaluación final coherente con esa mirada. La propuesta contempla un examen en que se resuelvan casos relevantes, de derecho constitucional y derecho civil y que involucren temas de derecho procesal, por escrito, y luego una instancia oral en que se discuta con la o el estudiante su enfoque de solución y las materias sustantivas. Esa propuesta se encuentra en análisis por el Consejo de la Facultad de Derecho, máxima instancia de decisión de la Facultad, y en definitiva debe ser aprobada por la Universidad. La nueva malla curricular entrará en vigencia para los y las estudiantes que ingresen a estudiar en 2022.

- ¿Hay alguna situación excepcional que esté pasando en los grados de este año respecto a los anteriores?

La pandemia nos ha obligado a vivir en situaciones anómalas. Además de sacar adelante un año académico on line, implementamos la aplicación de exámenes de grado en forma remota, a fin de garantizar la salud de las y los estudiantes, docentes y personal de colaboración. Dicha implementación fue un proceso participativo, que contó con la colaboración activa del Centro de Estudiantes, académicos, Directores de Departamentos y de funcionarios involucrados.

- Hay preocupación por lo que los estudiantes perciben como una alta tasa de reprobación... ¿Es así?

Este año hubo un leve aumento de la tasa de aprobación del examen, que llega al 82%. El 65% de los estudiantes aprobados lo han hecho con nota 5 o superior. Un 34% ha obtenido notas de distinción; y un 10%, calificación máxima.

- ¿Qué pasa con las denuncias de malos tratos y burlas de parte de algunos profesores? ¿Se han tomado medidas?

No tenemos antecedentes formales de lo que señala. Sí le puedo decir que el mal trato no se tolera en nuestra Facultad. Los exámenes de grado se rinden con público presente, como garantía de que sea un proceso racional y respetuoso para todas y todos. El norte de los profesores es el buen éxito de nuestros y nuestras estudiantes. El fracaso de uno, es el fracaso de todos.

De 231 exámenes rendidos desde marzo de 2020 hasta ahora, sólo cinco estudiantes han formulado reclamos ante el Decano, y se refieren a diferencias respecto de las percepciones de sus respuestas y la calificación obtenida. En todos los casos se ha solicitado informe por escrito a las comisiones y a quienes implementan y asesoran técnicamente la aplicación del examen. Estamos conscientes de la importancia del proceso de graduación de nuestras y nuestros egresadas y egresados.

- ¿Están conscientes del estrés y el daño a la salud mental que conlleva el que un estudiante defina todo su futuro en una sola prueba tras largos años de educación?

Los estudios universitarios, como todas las actividades humanas complejas, tienen cuotas de estrés. Las universidades nos hemos hecho cargo de ello. Contamos con un programa de la Unidad de Psicología de la Facultad, junto a una red institucional de apoyo integral al estudiante (apoyo económico, becas, de salud mental, asesoría pedagógica, tutorías de pares y apoyo de profesionales de la educación), pensada para hacernos cargo del buen éxito de todas y todos las y los estudiantes.

Respecto de las y los estudiantes que han reprobado su examen de grado, existe un programa de acompañamiento y asesoría personalizada, a cargo de la Jefa de la Unidad de Psicología y su equipo. Ella es una profesional de excepción y de vasta experiencia.

Ahora bien, no todo el futuro de un estudiante se define en este examen. Sus notas durante los 5 años de estudios son determinantes, ya que reflejan disciplina y constancia. La ponderación cambió hace 5 años, de modo tal que el examen se promedia en situación de igualdad con la memoria y el promedio de egreso. Antes valía un 60% de la nota de licenciatura.

También deben realizar una tesis, que también incide en la calificación final. Hemos discutido largamente, no sólo en la Universidad de Chile sino en las Facultades de Derecho tradicionales, cómo mejorar estos procesos, y no retrasar el ingreso de nuestros egresados/as al mercado de trabajo, que también es altamente estresante.

La deuda de las universidades, en el mundo, es incorporar la educación y el manejo del estrés, como parte de su reflexión, en los procesos pedagógicos.

- ¿Comparten la visión de los críticos a este examen de que hay mucha aleatoriedad ya que va a depender mucho de la comisión que le toque al estudiante la posibilidad de pasarlo o no?

La aleatoriedad es una garantía, ya que los integrantes de las comisiones se sortean. No obstante ello, la garantía es que contamos con un cuerpo académico de excelencia, homogéneo en cuanto a sus competencias, diverso en cuanto a disciplinas, especialidades y creencias. Eso es una riqueza. Con eso podemos tener la tranquilidad que los estándares de evaluación sean homogéneos y justos. Por otra parte, las comisiones se sortean no como un todo, sino que por cada profesor o profesora individualmente. Por lo tanto no puede aseverarse que hay una comisión “benigna” y otra “terrible”. Nadie regala las notas, ni nadie asevera que sólo los dioses merezcan un 7.

- Los estudiantes dicen que la Escuela los abandona en ese proceso, que deben contratar tutores para durante ocho meses prepararse quedando en la cesantía y desventaja respecto a otros egresados de derecho, ¿Qué les responde?

Es un desafío para todas las Facultades de Derecho desmontar esa percepción, que lamentablemente tiene bases, ya que en el proceso de obtención del título profesional de abogado en Chile intervienen dos instituciones más, aparte de la Universidad: Las Corporaciones de Asistencia Judicial, y la Corte Suprema. Una vez que la o el estudiante egresa del programa de cursos, puede optar por hacer la práctica profesional, la memoria o estudiar para su examen. Y ese proceso es muy individual y generalmente solitario. Creo que debemos trabajar en eso, procurando que los procesos de titulación estén incorporados a la malla curricular. Y contrariamente a lo que se cree, en los últimos años la Corte Suprema no sólo tiene un rol formal, sino que ha intervenido pronunciándose acerca de las mallas curriculares de las carreras de Derecho, impidiendo incluso la titulación. Eso nunca ha pasado con la Universidad de Chile. Asimismo, la evaluación de las prácticas profesionales, respecto de los egresados de nuestra Facultad, en el promedio, siempre han sido sobresalientes.

En lo que concierne al apoyo a quienes preparan su examen de grado, procuramos que tengan acceso a las bibliotecas, a tutorías, existen programas de acompañamiento, cursos de preparación, interrogadores (que no forman parte de las comisiones de examen de grado), pero entendemos que pueda percibirse como insuficiente, ya que no son estudiantes regulares de la Universidad, ni son licenciados. En ese sentido, reconocemos que existen materias que debemos reflexionar y perfeccionar, cuestión a la que nos abocaremos durante este año 2021 a propósito del cambio de nuestra malla curricular.

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