
Edmundo Rangel, el refuerzo ecuatoriano que se convirtió en el primer médico fallecido por coronavirus en la Atención Primaria
Llevaba dos años en un centro de salud de Rancagua, pero en junio se sumó al Cesfam La Faena, de Peñalolén, para apoyar al equipo frente al aumento de la demanda asistencial. Sus compañeros lo recuerdan como un profesional muy comprometido con la salud pública. Su partida se suma a la de otros nueve médicos que también murieron por Covid y es el décimo funcionario de la salud municipal que fallece por esta causa.

El médico ecuatoriano Edmundo Rangel (57) falleció el lunes en la noche, pero la noticia tardó en llegar. Recién ayer sus compañeros de trabajo en el Sar María Latife de Rancagua recibieron el triste comunicado desde Santiago. Sus otros compañeros, del Cesfam La Faena en Peñalolén, también fueron notificados recién el miércoles, cuando la dirección de salud municipal les envió un correo electrónico.

La tristeza se apoderó de estos dos centros de salud primaria. Se trata del primer médico que fallece por Covid-19 en la red primaria, pero se suma a otros nueve que han muerto por esta causa en hospitales y clínicas. También a nueve funcionarios de salud del nivel municipal.
Rangel empezó a trabajar en la salud pública chilena hace dos años. Vivía en Santiago, pero ejercía en el Sar María Latife, que está en Rancagua. El médico Jefferson Vera, jefe del centro asistencial, lo conoce desde todo ese tiempo, pues compartían labores. “Era mi colega, compañero, compatriota y amigo. Destacaba su calidad humana y su profesionalismo. Tenía muy buena llegada y trato con sus pacientes. Tenía una conducta funcionaria muy buena, era colaborador y respetuoso con todo el equipo”, dice el profesional.
Rangel viajaba desde Santiago a Rancagua todo los jueves, que era el día en que le tocaba trabajar, y además cumplía turnos de 24 horas los fines de semana. En Chile vivía junto a su señora y dos hijos, uno de 20 años y otro de 9. En el Sar se desempeñaba como médico general, atendiendo en el servicio de Urgencia tanto a adultos como niños, pero sus pares reconocen que tenía una vocación especial por la pediatría, pese a no contar con la especialidad. “Era un médico muy comprometido con sus pacientes y con el establecimiento. Era uno de los más antiguos de este equipo desde que partió el servicio de Urgencia”, recuerda Vera.

Debido a la pandemia y a la necesidad de reforzar los equipos de salud, hace unas semanas Rangel emprendió un nuevo trabajo. Así fue como el 1 de junio llegó a trabajar al Cesfam La Faena de Peñalolén. Allá se sumó a un equipo de otros diez profesionales en el marco del plan Covid-19, que buscaba aumentar la dotación de profesionales de la salud debido al aumento de la demanda asistencial.
En Peñalolén solo alcanzó a estar cuatro días trabajando. Al quinto empezó con síntomas y terminó en la Clínica Indisa. Luego de confirmarse que dio positivo en su examen PCR, y que el contagio fue originado en el trabajo, lo trasladaron al Hospital de la ACHS.
Atilio Herrera, vicepresidente de la Frodesap, una federación perteneciente a la Confusam, comenta que “quienes lo alcanzaron a conocer destacaron que era una persona muy amable. Había comentado que a él lo motivaba mucho la atención primaria de salud, cosa que en un médico de hartos años en Chile no es habitual ya que por lo general se van al área privada”. Herrera agrega que su fallecimiento es un golpe duro para todo el gremio: “Vuelve a mostrar, de la manera más dolorosa, el riesgo inminente al que están expuestos. Un compañero, que recién había llegado hace una semana, fallece por la enfermedad contra la que están luchando”.
Una dirigenta del Cesfam la Faena, Patricia Flores, lo alcanzó a conocer los pocos días que estuvo allá. Flores comenta que “esos días lo que nosotros recordamos es que era un médico empático, súper respetuoso y que le gustaba la Urgencia de niños”. Hoy sus colegas de ese consultorio convocaron a una misa a las 16.30 para despedirlo.
Su jefe en Rancagua, Jefferson Vera, relata que el equipo del Sar lamentó mucho su partida. “Todavía no lo aceptamos. Nos parece algo increíble que un colega tuyo con el que hace un mes estabas compartiendo ya no esté. En lo personal también me ha afectado. El equipo está chocado emocionalmente y con el ánimo caído, no va a ser fácil de superar. Pero como jefatura solo queda echar el equipo para arriba y decirle a todos que se cuiden. Lamentablemente esta pandemia ha tomado vidas de personas sin ningún límite”, dice el médico. Vera además cuenta que sus compañeros han estado apoyando a su familia desde el ámbito emocional y también con una ayuda económica.
La presidenta de la Confusam, Gabriela Flores, asegura que el fallecimiento del décimo funcionario de la atención primaria vuelve a relevar la precariedad en la que trabajan en ese sector, a pesar de que reconoce que la realidad es dispar ya que depende mucho de los recursos con los que cuentan las comunas. “Consideramos que no han estado todas las medidas de resguardo de los trabajadores. Nosotros seguimos insistiendo en que en varias comunas hay funcionarios que no han contado con todos los elementos de protección. Si bien es cierto que él es el único del equipo clínico que lamentablemente ha fallecido, esto es grave para nosotros”, dice Flores.
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