El auge y caída del núcleo de hierro de Apoquindo 3000

APOQUINDO 3000-3
FOTO: LUIS SEVILLA FAJARDO

El equipo que acompañó a Piñera en los últimos años de su primer gobierno, que manejó los hilos de su campaña presidencial y tuvo los cargos más relevantes del gabinete llegó hoy a su fin con la salida de Andrés Chadwick de La Moneda.


Fue, sin dudas, una decisión dura. Quizás la más dura que le ha tocado tomar al Presidente Piñera: remover a su núcleo de hierro, al trío de ministros políticos que desde 2013 y hasta hoy lo acompañó en La Moneda.

Del trío conformado por Andrés Chadwick, Cecilia Pérez y Gonzalo Blumel, fueron los dos primeros quienes armaron sus cajas y salieron de La Moneda en medio de la mayor crisis social y política de los últimos 30 años. Se trata de un equipo pequeño, de la mayor confianza personal y política del Mandatario -para quien uno de los atributos más relevantes es la lealtad-, que jugó de memoria por largos meses. Sin embargo, con el paso del tiempo también hubo desacuerdos y el trío fue objeto de cuestionamientos por errores políticos y de vocerías.

La paradoja es que hasta esta mañana, fue con este mismo grupo -que incluye al jefe de asesores Cristián Larroulet- con quien Piñera trabajó personalmente el puzzle ministerial que finalmente se anunció. Hoy, la gran duda que se levanta es qué posición tomará Chadwick después de dejar el gabinete, quien además de ser primo hermano de Piñera, fue hasta esta mañana -junto con Larroulet- el principal consejero del Presidente.

Historia y cuestionamientos

"(Quiero agradecer) en forma muy especial a Andrés Chadwick, a Cecilia Pérez, a Gonzalo Blumel y a Magdalena Díaz, sin cuyo compromiso no habríamos podido hacer la campaña que hicimos".

Era el caluroso domingo 17 de diciembre de 2017 y, en plena Alameda, ante el Hotel Plaza San Francisco, Sebastián Piñera daba su primer discurso como mandatario recién electo. Los nombres que dio no fueron al azar. Se trataba de un reconocimiento a quienes -hasta esta semana- formaron parte de su núcleo de hierro. Uno que comenzó a forjarse en la segunda mitad de su primer gobierno, continuó entre 2014 y 2018 y en las próximas horas verá su final.

Chadwick, Pérez y Blumel terminaron la primera administración de Piñera como ministro del Interior, vocera y jefe de asesores del Segundo Piso. A los tres el propio Presidente les pidió ser directivos de la Fundación Avanza Chile a comienzos de 2014 y desde ahí -específicamente en el piso 19 del edificio ubicado en Apoquindo 3000- delinearon las principales estrategias y definiciones de la campaña que llevó al empresario por segunda vez a La Moneda.

El itinerario de Cristián Larroulet fue algo diferente: terminó como titular de la Segpres pero -aunque fue parte del directorio de Avanza Chile- se instaló como vicerrector de postgrado de la Universidad del Desarrollo.

Una vez ganada la elección, era evidente que los cargos de mayor relevancia quedarían en sus manos, replicando las responsabilidades que tuvieron durante la campaña. Chadwick asumiría como jefe de Gabinete, Pérez como vocera y Blumel -que fue el encargado de la redacción del programa de gobierno- intentaría llevarlo adelante como ministro de la Segpres.

El grupo incidió en quiénes conformarían el primer gabinete, tomó gran parte de las definiciones políticas de la primera mitad del gobierno, sopesó el tono de vocerías e intervenciones, y definió múltiples nombramientos de autoridades. Pero también sufrió tempranas críticas por su dificultad para contener diversas decisiones del Mandatario, como cuando nombró a su hermano Pablo Piñera como embajador en Buenos Aires o cuando en septiembre de 2018 llegó a Quintero sin previo aviso, en medio de las manifestaciones ciudadanas por la contaminación del lugar. También hubo críticas por el tono de ciertas declaraciones, como cuando la propia vocera atacó los supuestos vínculos entre el PS y el narcotráfico, mientras varios analistas plantearon que no se oponían a diversas decisiones que exponían en demasía al Presidente.

La Caída

Pero el caso Catrillanca fue, sin duda, el capítulo que detonó la primera gran crisis del equipo que comenzó en Apoquindo 3000. En éste, que ocurrió en noviembre de 2018, tanto Cecilia Pérez como Andrés Chadwick cometieron gruesos errores de comunicación sobre la base de información falsa que emanó de Carabineros.

En paralelo, la exvocera mantenía rencillas con algunas ministras del gabinete, como la titular de Educación, Marcela Cubillos, y la de Deportes, Pauline Kantor, quienes incluso le hicieron ver al propio Piñera su incomodidad con algunas movidas de Pérez que habrían perjudicado sus gestiones. Para el cambio de gabinete del 13 de junio pasado, de hecho, desde el Segundo Piso se sondeó a diversas personas -entre ellas, a Karla Rubilar y a Marcela Sabat- para eventualmente tomar la Segegob. Sin embargo, en La Moneda admiten que la lealtad de la exvocera a Piñera pesó más.

Para muchos en Chile Vamos, la crisis social y política que estalló el viernes 18 de octubre y cómo La Moneda respondió a ésta desnudó las falencias del esquema que encabezaban Chadwick, Pérez y Blumel. Sobre todo -apuntan en la coalición- porque no se vio una capacidad de contener al Presidente lo que, por consiguiente, habría provocado que éste cometiera errores, como cuando afirmó que "estamos en guerra".

Entre los ministros, además, hubo un debate respecto de qué priorizar -seguridad pública o las demandas sociales que asomaron tras la violencia del fin de semana del 19 y 20 de octubre-, lo que llevó a varios dirigentes de Chile Vamos y funcionarios de La Moneda a distinguirlos entre "halcones" (Chadwick y Pérez) y "palomas" (Blumel). Sin embargo, en el Palacio de Gobierno también se apunta que "el verdadero halcón es el Presidente", y que Larroulet, por su parte, ha tenido también un duro rol de "defensa del modelo". A pesar de los cuestionamientos, también plantean que Piñera nunca dejó de apoyarse en este equipo y que, en la interna, jamás compartió las críticas que públicamente se le hacían a su jefe de Gabinete.

A dos horas del cambio de gabinete más doloroso, quizás, para Piñera, la duda que queda es qué hará con Chadwick. En el oficialismo apuestan a que con seguridad el excoronel UDI no se irá a los cuarteles de invierno, pero que cualquier nuevo derrotero no se anunciará por un rato, al menos hasta que se despeje si la oposición finalmente perseverará en una acusación constitucional en su contra.

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