A casi cuatro días de que la candidata a gobernadora por la Región Metropolitana, Karina Oliva, perdiera en segunda vuelta contra el DC Claudio Orrego, el presidente de Comunes, Jorge Ramírez, reflexiona sobre los aciertos y errores de la campaña que lideró su colectividad.

En ese sentido, el dirigente hace una autocrítica, pero también sostiene que hubo sectores del bloque que no respaldaron con tanta fuerza el proyecto.

¿Qué lectura hace hoy de la derrota?

Estamos contentos por el resultado, porque muestra un crecimiento importante de una fuerza política nueva como es Apruebo Dignidad. La candidatura de la Karina sacó más votos que la lista parlamentaria del FA del 2017 y más que la de Beatriz Sánchez en la metropolitana. La candidatura de Karina reflejó la posibilidad concreta de poder alcanzar ese diálogo y esa posibilidad de construcción de futuro que es Apruebo Dignidad.

¿Qué autocrítica hacen?

Hay que darse un tiempo para reflexionar con mayor profundidad, pero hay algunos elementos que pudimos haber hecho mejor. El tema de programa fue algo que nos complicó durante toda la segunda vuelta, porque no supimos explicar cómo se construía un programa de abajo hacia arriba y parecía como que no tuviésemos un programa sólido. Eso nos pesó. No supimos tampoco medir la capacidad que tenían los sectores de la derecha más conservadores que se pusieron en una campaña de desprestigio.

¿Al FA cómo lo vio en esta pasada?

La militancia FA fue un activo importante en el desarrollo de la campaña, sin embargo, las dirigencias del FA pudieron haber hecho más. Me hubiese gustado ver a algunos de sus dirigentes, sobre todo en sectores de la población donde no nos fue bien, mucho más activos. Me hubiese gustado ver a Giorgio, Beatriz y Fernando Atria más activos en la campaña de Karina. Entiendo que ellos estaban en un proceso de instalación del debate constituyente y probablemente eso no les permitió estar como nos hubiese gustado.

¿En qué afectó el poco respaldo de esos líderes?

La campaña de Karina logró hacer sentido en los sectores populares, de una manera que el FA no había logrado en el último tiempo. Ahora, uno analiza los datos y se da cuenta de que hay un factor que equilibró la balanza hacia la candidatura de Orrego en un sector donde liderazgos como el de Atria y Jackson tienen mucho más ascendencia. Ahora, eso no quita que el responsable mayor de no haber logrado convocar a ese mundo es el equipo que lideraba la campaña de Karina y, por tanto, somos los primeros en asumir esta derrota.

¿Hay una diferencia dentro del FA entre sectores más populares y otros que no?

Todos los partidos del FA tenemos un desafío que es construir un proyecto con un arraigo territorial y popular que nos permita construir mayorías. Siempre hay una necesidad de seguir construyendo desde esos espacios territoriales, sobre todo cuando el proyecto político que lideraba Karina tenía una característica popular que iba a generar conflicto en los sectores más privilegiados de la derecha, pero en los sectores elitarios en la izquierda.

¿No todos en el FA tienen ese tejido popular?

El FA tiene una característica popular que se ha ido transversalizando. El problema es que siempre cuando los sectores populares empiezan a ascender y disputar espacios de poder hay una resistencia elitaria de los sectores tanto de derecha como de izquierda. Karina refleja un proyecto popular con una ascendencia que en el FA no existía y esa posibilidad de construir una disputa desde una posición de clase muy determinada genera ciertos resquemores.

¿Eso también existe en el FA?

Existen en la izquierda en general y el FA no está ajeno a eso.

¿Y eso generó distancia adentro del FA con la campaña de Karina?

Todo el FA trabajó por Karina, pero evidentemente uno vio durante todo el periodo cierto clasismo y machismo propio de sus sectores más elitarios que les cuesta entender la ascendencia de los sectores populares en la disputa del poder. En ese sentido, más que buscar en el FA responsables, uno tiene que discutirlo más allá de la propia orgánica. Incluso en Comunes puede existir aquel temor.

El FA cuestionó a Oliva por el apoyo de Maltés, de hecho Boric dijo que “ni por un millón de votos” pedía ese respaldo. ¿Fueron poco leales?

La frase de Gabriel fue desafortunada en términos del momento que la campaña estaba viviendo, eso lo hemos hecho saber de manera responsable. Lo que me preocupa es que estas diferencias se manifiesten por redes sociales y no en los espacios institucionales que la coalición debe tener. Nos falta mayor capacidad de coalición. Ahora tenemos que ponernos con mucha fuerza detrás de la campaña de Gabriel.

¿Vio más compromiso por parte del PC y de Jadue?

No. Vi un compromiso del PC que admiro profundamente por su lealtad con la candidatura de Karina, igual como lo vi del FA.

Pero el PC ni Jadue criticaron a Karina, el FA sí...

Sí, pero insisto, nos ha pasado que a veces hemos expuesto nuestras diferencias de manera agresiva y muy irresponsablemente en redes sociales y eso nos ha jugado siempre en contra. Eso es algo que el FA tiene que ir mejorando.

¿Karina va manifestar su apoyo a alguno de los candidatos?

No voy a hablar por Karina, lo tendrá que responder ella. Nuestro partido está participando activamente en la campaña de Gabriel.

¿Oliva al Senado?

Ella tiene que definir colectivamente y habrá que evaluar el rol de Karina en tanto esté disponible para ese proceso. En mi opinión personal, la veo como un liderazgo de Apruebo Dignidad y tiene que ponerse al servicio de un proyecto que supere a Comunes.