La izquierda de Maradona: Rebelde y agitador al otro lado del fútbol

Una imagen de Maradona y su entrevista a Fidel Castro para su programa La Noche del 10, en 2005. Foto: AFP

De la política a la iglesia pasando por la cultura. El Pelusa no solo se interesó en el balón, casi en paralelo a su carrera se involucró en áreas muy distintas, las que encaró con su distintiva intensidad. Su amistad con Fidel Castro, su guerra contra la Iglesia Católica y su faceta musical grabando con Pimpinela fueron algunos de los recuerdos que deja el fallecido astro.


Diego Armando Maradona (Lanús, 30 de octubre de 1960-Tigre, 25 de noviembre de 2020) trascendió la barrera del fútbol gracias a lo hecho dentro de la cancha. Su figura y sus movimientos siempre fueron un foco de atención, sobre todo después de su retiro. Poco a poco fue desarrollando su lado más político, sus gustos artísticos y su discurso social. En todas esas facetas y, en otras más, nunca pasó desapercibido.

De muy pequeño experimentó la pobreza en Villa Fiorito, al sur del Gran Buenos Aires. En una ocasión contó que su madre fingía dolores de estómago para evitar comer y que sus hijos sí pudieran hacerlo, ya que la comida no alcanzaba para todos. Esa experiencia lo convirtió en un tipo con conciencia de las desigualdades y eso también lo hizo acercarse al peronismo y a los ideales del Che Guevara y de Fidel Castro. A ambos los homenajeó con un tatuaje. A su compatriota lo llevaba en el brazo derecho y al comandante cubano en la pierna izquierda, en la zurda inmortal.

Con Fidel forjó una relación entrañable, Se conocieron el 28 de julio de 1987 en una premiación de la agencia cubana Prensa Latina, en la que el transandino había sido elegido el mejor deportista del año. Luego, el cariño fue aumentando, sobre después de los cuatro años en los que el Diez permaneció en la isla tratando sus adicciones. “Fidel me abrió las puertas cuando en mi país muchas clínicas me las cerraban”, declaró. El agradecimiento fue tal, que Maradona no dudó en calificarlo como su segundo padre, el 25 de noviembre de 2016, el día en que falleció el líder caribeño, exactamente cuatro años de la partida del ídolo. “Murió el más grande, Fidel Castro nos dejó. Me agarró un llanto terrible porque fue como un segundo padre. Yo viví cuatro años en Cuba y Fidel me llamaba a las dos de la mañana para hablar de política o de deporte”, recordó en ese momento.

Diego Maradona, fumando un habano y exhibiendo su tatuaje del Che Guevara.

En Venezuela, el exfutbolista simpatizó con Hugo Chávez. Si bien los encuentros eran menos frecuentes, había una gran amistad entre ambos. Incluso, el fallecido gobernante venezolano lo invitó a la II Cumbre de Pueblos y IV Cumbre de las Américas en noviembre de 2005. En otra ocasión, cinco años después, Diego pasó por Caracas, donde brindó una conferencia de prensa, en la que el mismísimo presidente llegó a saludarlo. Tras su deceso el 5 de marzo de 2013, le dedicó sentidas palabras: “Lo que me dejó Hugo fue una gran amistad, una sabiduría política increíble. Hugo Chávez ha cambiado la forma de pensar del latinoamericano, nosotros estábamos entregados a Estados Unidos y él nos metió en la cabeza que podíamos caminar solos”.

Con Nicolás Maduro, sucesor de Chávez, también hubo una muy buena relación y el crack argentino lo graficó con una potente declaración. “Somos chavistas hasta la muerte y cuando Maduro ordene estoy vestido de soldado para una Venezuela libre, para pelear contra el imperialismo y los que se quieren apoderar de nuestras banderas, que son lo más sagrado que tenemos”, expresó.

Además, fue comentarista de la cadena Telesur durante el Mundial de Brasil 2014, algo que siempre lo llenó de orgullo. “Ha llegado el momento emocionante de mi vida de firmar este contrato que me liga a Telesur, me liga a mis amigos venezolanos, me liga al presidente (Nicolás) Maduro y que, por sobre todas las cosas, me siento muy muy amigo del comandante Chávez. Vamos a transmitir todo el Mundial de Brasil en Telesur porque así lo hubiera querido el comandante”, sostuvo.

Maradona también tuvo un vínculo muy cercano con Evo Morales, con Lula da Silva y Pepe Mujica. Al expresidente boliviano, por ejemplo, le dio un contundente apoyo después de que este partiera al exilio. “Hoy, el pueblo boliviano está sufriendo por un golpe de estado que te obligó a dejar el gobierno en 2019. Yo estoy seguro que, en estas próximas elecciones, vas a volver para ayudar a tu gente. Arriba Evo Morales, arriba Bolivia”, expresó en julio pasado.

En Argentina, su amistad con Néstor Kirchner y Cristina Fernández, que luego se extendió hacia el actual mandatario, Alberto Fernández, fue firme hasta el final. “Fui, soy y siempre seré peronista”, fue una de las frases que manifestó recientemente, con motivo del Día de la Lealtad, que se celebra cada 17 de octubre en su país. También fue un acérrimo crítico de la gestión de Mauricio Macri. Este último dijo: “Tuve que hacer algo durísimo porque también era mi ídolo, el ídolo de todos los argentinos. Fue sacar a Diego Maradona de Boca y de ahí se construyó. El peronismo está ante el mismo desafío: lograr separarse con Cristina de Kirchner. ¿Si la comparo con Maradona? En la irracionalidad, no en el talento”. La respuesta del astro no se hizo esperar. “Yo le pido al pueblo argentino que apoye a este gobierno. Que lo haga desde sus casas, desde las redes. Porque este gobierno no es de Alberto y Cristina. Es de todos. Ya no es más el país de Ricachón y sus amigos. Y a vos Mauricio, te digo que a mí no me echaste de ningún lado. Fui yo el que dejó el fútbol, para proteger la salud de mis viejos. Esa fue una decisión mía, y no le hice mal a nadie. Pero por más bombas de humo que tires, vos sabés que tus decisiones le cagaron la vida a dos generaciones de argentinos. Hacete cargo, querido. Ya lo dijo tu padre...”, le contestó de vuelta.

La Iglesia

Cuando todavía no se destapaban todos los escándalos que hoy avergüenzan al catolicismo, Diego Maradona se atrevió a confrontarlos. Tras la muerte de Juan Pablo II, en abril de 2005, lo sintetizó así: “Me ha dolido porque se va un ser humano, pero pasa que con la iglesia estoy peleado a muerte”.

Su primera visita al Vaticano se produjo cuando jugaba en Napoli. Quedó impresionado con lo que vio. “Entré al Vaticano y vi el techo de oro. Y me dije cómo puede ser tan hijo de puta de vivir con un techo de oro y después ir a los países pobres y besar a los chicos con la panza así. Dejé de creer, porque lo estaba viendo yo”, confesó.

En esa misma visita, que realizó junto a su esposa Claudia Villafañe, su hija Dalma y su madre, ocurrió un episodio que refleja la personalidad del Diego. A cada uno de ellos, el Papa les regaló un rosario. Diego fue el último en recibirlo. “Este es especial para ti”, le dijo Juan Pablo II. Maradona lo miró y, al ver el obsequio, le preguntó: “¿Qué tiene de especial si es igual que el resto?”. El Papa (“se quería suicidar el hijo de puta”, diría Diego en una entrevista televisiva) le explicó incómodo que ese estaba bendecido. “Cómo, ¿y los otros no?”, contragolpeó.

El Diego animador y cantante

A Diego Armando Maradona las cámaras no le incomodaban. Fue comentarista en varios eventos y hasta llegó a tener un estelar de conversación propio llamado La Noche del 10, que se emitió en Canal 13 de Argentina entre el 15 de agosto y el 7 de noviembre de 2005. La instancia nació como una idea del productor Eduardo Fernández y en ese ciclo desfilaron figuras de todos los ámbitos. Pelé, Robbie Williams, Fidel Castro, Roberto Gómez Bolaños, Rafaella Carrá, Mike Tyson, Thalía, Paulina Rubio, Zinedine Zidane, Enzo Francescoli, Joaquín Sabina y Lionel Messi, además de las célebres animadoras transandinas Mirtha Legrand y Susana Giménez. En el espacio lo acompañaba el exarquero Sergio Goycoechea.

En ese programa se produjo uno de los hechos más pintoresco que se recuerde. Maradona se realizó una autoentrevista. Si bien la temporada fue breve, le valió ganarse el Premio Martín Fierro, el más prestigioso de su país, al Mejor Programa de Interés General.

La imagen de Diego traspasó las fronteras del arte. Y la música es uno de los lugares más prolíficos en homenajes. Al menos una decena de temas son parte del cancionero popular argentino y también internacional. Joaquín Sabina, Los Cafres, Mano Negra, Fito Páez, Manu Chao, Los Piojos, Ratones Paranoicos y Rodrigo fueron algunos que compusieron en honor al astro. Este último le dedicó “La mano de Dios”, un verdadero himno que el fallecido Potro dejó antes de partir y que el 10 cantó en más de una oportunidad.

No solo eso, Maradona inclusó llegó a grabar. Lo hizo en 1986, cuando cantó con Pimpinela la canción “Querida amiga”. “La propuesta de grabar la canción fue de él. Nosotros compusimos la canción con Lucía y se la regalamos en un cassette, que era lo que se estilaba en aquel momento, para Doña Tota, su madre”, comentó Joaquín Galán, integrante del dúo, a radio ADN, durante su visita a Viña este año.

No cabe duda de que su calidad de astro le abrió las puertas de muchos ámbitos. Algunos buenos y otros no tanto, pero cada decisión que tomó la llevó a cabo con la misma intensidad que tenía dentro de la cancha, Maradona siempre no eludió decir lo que pensaba ni colaborar con las causas que él creyó justas.

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