La travesía de Gabriel Boric

La publicación sobre la izquierda y los DD.HH. que la semana pasada realizó el diputado por Magallanes abrió una amplia discusión en este sector político. Esta vendría, dicen, de una "conversación con su propia conciencia". "No veo que sea una voz solitaria en la centro izquierda, quizás en la izquierda sí", plantea el representante del Partido Liberal, Vlado Mirosevic.


Esta mañana, Gabriel Boric tomó un avión con destino a Palestina. El tema de los Derechos Humanos –que lo puso al centro de una áspera discusión al interior de la izquierda chilena- será también el eje de la visita, que comparte con cerca de una decena de diputados miembros del comité parlamentario chileno-palestino.

Entre otros lugares, durante una semana recorrerán Cisjordania, donde incluso visitarán campamentos de refugiados palestinos, los que se crearon a partir de 1948 para asentar a quienes fueron expulsados o huyeron de sus casas ante el avance del ejército de Israel a causa de la guerra que enfrentó a ambos países a partir de ese año.

"La izquierda y nuestra obligación de un solo estándar en derechos humanos" se llamó el posteo que Boric publicó en su blog personal –que titula "Política-Poesía-Alegría"– el pasado 16 de agosto, y que hasta hoy provoca un duro debate dentro del Frente Amplio (FA) y el Partido Comunista (PC). La publicación la realizó a propósito de la renuncia de Mauricio Rojas al Ministerio de las Culturas por sus dichos sobre el Museo de la Memoria, y cuando los diputados debatían si apoyar o no una acusación constitucional contra tres jueces de la Corte Suprema por otorgar libertades condicionales a presos por delitos de lesa humanidad. Libelo que Boric apoya.

"La premisa básica para mí es la siguiente: Los derechos humanos deben ser respetados universalmente y su violación debe ser condenada sin matices, independiente de quienes sean las víctimas y los victimarios", escribió el diputado. "Tal como condenamos la violación de los derechos humanos en Chile durante la dictadura (…), los golpes 'blancos' en Brasil, Honduras y Paraguay, la ocupación israelí sobre Palestina, o el intervencionismo de Estados Unidos, debemos desde la izquierda con la misma fuerza condenar la permanente restricción de libertades en Cuba, la represión del gobierno de Ortega en Nicaragua, la dictadura en China y el debilitamiento de las condiciones básicas de la democracia en Venezuela", manifestó.

"Hay algunos que a cualquiera que plantee estas reflexiones inmediatamente lo llenarán de epítetos y descalificativos. Yo no estoy dispuesto a seguir en esa lógica que obliga al silencio y acalla las dudas. Creo profundamente en una izquierda socialista democrática y libertaria (…) tenemos que hacernos cargo de este mínimo, que los derechos humanos se deben respetar siempre, en cualquier contexto y sin ninguna excusa", terminó Boric.

El tweet con el que el parlamentario anunció que su blog tenía un nuevo posteo provocó una amplia conversación en esa red social. 253 comentarios, 324 retweets y 851 likes, para ser exactos. Algunos celebraron que un referente de la izquierda chilena planteara una posición de este tipo, otros acusaron "traición", y varios se preguntaron si acaso la postura de Boric no mostraba una gradual lejanía con posturas tradicionales de este sector político.

La reflexión

"Es importante que como izquierda tengamos la capacidad de estar revisando permanentemente nuestras convicciones. En ese sentido, los debates son necesarios, tienen que ser bienvenidos, y aunque en ocasiones generen críticas lo importante que queda es la reflexión. Espero ser un aporte a ella. (...) Estoy muy tranquilo con la posición que he planteado y espero que sirva para el debate al interior de la izquierda", dice el diputado a La Tercera PM tras una semana de debate.

La peor reacción vino desde el presidente del PC, Guillermo Teillier. El lunes, en entrevista con radio Cooperativa, señaló: "No sé si Boric es de izquierda. Incluso le he escuchado declaraciones donde dice que no está en la izquierda ni en la derecha, que es otra cosa (...) Yo creo que en este momento le dio agüita a la derecha".

Las diferencias también llegaron desde el Partido Igualdad, miembro del Frente Amplio, y el propio Movimiento Autonomista, del cual el diputado es miembro. Ahí, el encargado de la comisión de política internacional, Gonzalo Aguirre, planteó su distancia con la postura de Boric. Pero también recibió el apoyo de importantes militantes de Revolución Democrática. "Muy de acuerdo con el texto que escribe @gabrielboric como provocación para una compresión crítica y más exigente de lo que queremos que sea una izquierda democrática", estampó el diputado Giorgio Jackson. Javiera Parada hizo lo propio en su cuenta de Twitter: "Yo de verdad no entiendo cómo los izquierdistas no democráticos siguen justificando su izquierdismo. Si ser de izquierda no es ser democrático y respetar los DD.HH. bajo toda situación, pierde todo el sentido llamarse de izquierda, en mi humilde opinión".

"Gabriel ha sido muy corajudo para poner este debate, que no quiso poner con algún tipo de cálculo ni intentando quedar bien con todo el mundo. Es una conversación auténtica consigo mismo, con su conciencia. El es una persona auténticamente reflexiva", dice el diputado del Partido Liberal, Vlado Mirosevic, también miembro del FA.

"También las cosas van evolucionando. Esta Venezuela no es la misma que hace tres o cuatro años atrás, la violación de DD.HH. se han intensificado en el último tiempo. Personalmente nunca me han gustado estos regímenes, pero hoy es más nítido que está pasando esto. Creo que él llegó a la conclusión de que no podía seguir relativizando a aquellos regímenes que violaban los DD.HH.", agrega.

Mirosevic afirma, respecto de las críticas despertadas ante la posición de Boric, que "no veo que sea una voz solitaria en la centro izquierda, quizás en la izquierda sí".

La secretaria general del Movimiento Autonomista, Constanza Schönhaut, asegura que la posición de Boric es personal  y "coherente con su historia como dirigente social y político, fortalecida además por su participación en la comisión de DD.HH. de la Cámara en el periodo pasado, donde cumplió un rol importante junto a organizaciones sociales ligadas a esta materia".

Sin embargo, afirma que en esa organización hay una "discusión que está abierta" respecto de cómo la vocación "profundamente democrática, ligada a la defensa y promoción de los DD.HH." que respalda " se ponen a disposición del fortalecimiento democrático de todos países latinoamericanos y no se presta para el avance de una derecha que en nombre de la paz justifica y promueve desestabilizaciones políticas y económicas, y la intervención extranjera".

Discusión abierta en el FA

Como está claro, no es una mirada compartida al interior del FA, coalición en la que también se han criticado otras incursiones políticas del diputado por Magallanes, como el haber aceptado integrar la comisión para el acuerdo por la Infancia impulsada por el Presidente Sebastián Piñera.

"Gabriel representa una de las miradas que hay dentro del FA en el tema de la política internacional. No es un tema que hayamos zanjado, es un debate todavía pendiente que hay que dar con altura de miras. Desde Poder Ciudadano lo que creemos es en la autodeterminación de los pueblos, la libertad que tiene cada país de decidir su futuro", plantea la diputada Claudia Mix.

"Habría que preguntarle a él por qué hace la reflexión que hace. Él pertenece a un movimiento político distinto, y no podría describir su accionar en la política. Me parece que ha sido un aporte como diputado en la discusión de este país, más allá de las decisiones que tome hoy día o ayer", añade.

Desde el otro lado, el diputado de la UDI Jaime Bellolio -con quien comparte un programa radial semanal y también, ahora, el viaje a Palestina- afirma: "He visto que Gabriel ha hecho su propia reflexión en coherencia con materia de DD.HH. Así como a mí me toca enfrentar grupos radicales de izquierda y de derecha, a él también le toca enfrentar grupos radicales que justifican violaciones que están ratificadas por organismos internacionales".

"No sé cuál será la pretensión de Gabriel de empujar en su mundo, pero sí veo un acto de coherencia y reflexión profunda y no un intento de salvataje a alguien o una crítica", agrega.

Carlos Ruiz: "Pura bulla tuitera"

El sociólogo Carlos Ruiz Encina, presidente de la Fundación Nodo XXI y considerado uno de los ideólogos del Frente Amplio, tiene una visión crítica tanto de la intervención de Boric como de la respuesta que recibió del timonel del PC, Guillermo Teillier.

"Estas cuestiones son muy complejas y difíciles de abordar en la izquierda chilena. Son temas tabú. Me preocupa que se aborden de manera liviana, cuñera, cuando son cuestiones delicadas y que equiparan situaciones que no son equiparables. El proceso cubano y nicaragüense son distintos. Lo que debería discutir la izquierda chilena y el FA es cómo invade la corrosión a proyectos de transformación", asevera. "Eso queda tapado en la discusión. Terminamos discutiendo con conceptos que otros nos ponen en la boca, y no nos permite elaborar una discusión propia", dice el sociólogo.

Ruiz dice que la publicación de Boric "no provocó ninguna discusión seria, es pura bulla tuitera. Al revés, esta discusión está pendiente, y esta forma de abordar las cosas no la facilita. Si van a haber planteamientos, deben ser serios, acabados, elaborados. Yo no tendría miedo a la discusión".

Es crítico, sobre todo, de que se metan "en una misma bolsa" los casos de países como Cuba, Nicaragua o Venezuela, y de que dentro de la izquierda no se traten "temas tabú" como el concepto de libertad, el respeto por el individuo "y el no intentar homogeneizaciones forzadas, como hizo el socialismo en Europa del Este".

"Aquí se confunde el ruido cuñero con una discusión que está pendiente. Y esa versa sobre cómo termina un proceso de transformación ahogado en estas cosas. Ese es un gran problema de la izquierda, que le ha pasado muchas veces en el siglo XX y nunca ha sacado cuentas, siempre se corre", añade.

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