La vida de Herman Chadwick después de Caval

Herman Chadwick

A ocho meses de su sentencia, en un proceso acordado con el Ministerio Público, su vida profesional y personal es muy distinta a la que tenía. Se refugia en Paine y cerrará todas sus quiebras en marzo del próximo año.


Como de costumbre llega temprano a su oficina y se instala con su maletín en el sexto piso del edificio ubicado en Avenida El Golf Nº 40, comuna de Las Condes. En pleno barrio de Sanhattan, el sobrino del Presidente de la República, Herman Chadwick Larraín, sentado en su despacho mira su reloj, pero hoy no tiene prisa.

Nadie lo apura con plazos judiciales ni mucho menos con alistar una propuesta de reorganización a una empresa en apuros financieros. Su vida es muy distinta a la de hace cinco años atrás, cuando exactamente en agosto de 2013 asumía la quiebra de Rabié, la mayor distribuidora mayorista de abarrotes del país.

Tras su salida del mercados, se acabaron las quiebras pomposas. Esas que atraían a los periodistas hasta su sala de reuniones y explicaba en un rol de vocero el avance de los procesos concursales de grandes empresas. Más aún, sobre sus manos pasó una de los mayores procesos de insolvencia de los que expertos leguleyos tengan memoria: la quiebra de Campanario Generación, controlada por Southern Cross por deudas ascendentes a US$220 millones.

Pero hoy la ajetreada vida de Herman Chadwick Larraín es muy distinta. La condena a tres años a libertad vigilada y el pago de $200 millones en multas fue el tiro de gracia a una carrera prominente entre abogados especialistas en quiebras y reorganizaciones de grandes empresas. A ocho meses de su sentencia, en un proceso acordado con el Ministerio Público, su vida profesional y personal es muy distinta a la que tenía antes de Caval.

Hoy Chadwick está en un proceso de rendición de cuentas ante la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimeinto (Superir) para cerrar definitivamente todas sus quiebras con un calendario acordado con la misma institución dependiente del Ministerio de Economía.

Este proceso lo ha obligado a viajar fuera de Santiago e  ir a Valparaíso y Concepción, entre otros lugares. Chadwick estuvo a cargo de la quiebra del brazo inmobiliario de la Clínica Alemana de Puerto Varas, por ejemplo.

A fin de cuentas, según el ex síndico ha comentado a cercanos, espera en marzo de 2019 cerrar la totalidad de los procesos de quiebras abiertos, los cuales a la fecha son 18.  Si bien le bajó el ritmo de vida tras la sentencia, Chadwick Jr. sigue trabajando como abogado y asesor a empresas para sacarla de complicaciones financieras. A sus cercanos, le ha dicho que se terminaron 20 años de trabajo y asegura haber sido "expulsado" de su vida profesional.

Su oficina sigue en pie. Tiene cuatro abogados bajo su mando, y cinco contadores.

En términos simples: aseguró tras el golpe a sus amigos que se encuentra en un periodo de "reinvención". Pero también cuentan que no ha perdido el "olfato en los negocios" y aún sigue siendo consultado por empresas, y más de un banquero en medio de saludos por Avenida Apoquindo le pide que vuelva.

Hoy, Chadwick sigue siendo una figura de confianza para Gonzalo Vial Concha, hijo del fundador de Agrosuper y quien también se viera envuelto en el caso Caval. El controlador de Graneles de Chile, durante los últimos cuatro años le ha solicitado ayuda en dos ocasiones para realizar ajustes financieros al interior del holding que provee alimentos al mayor productor de proteínas del país.

Vial conoció al ex síndico lo conoció en diciembre de 2014 y le pidió ordenara sus compañías y su pasivo con los bancos que ascendían a US $300 millones en la primera ocasión.

El retiro en Paine

Su condena termina en 2022. Perdió sus derechos políticos y sigue siendo un abogado colegiado. "Nadie me ha prohibido ser abogado. Fui condenado por un artículo de la ley de quiebras y punto", ha dicho en ocasiones ante las consultas que surgieron tras el fallo del Juzgado de Garantía de Rancagua.

Le han consultado incluso si espera retomar su vida con ese frenesí laboral y ha contestado un seco: "No quiero". Sus días los pasa alejado de la contingencia y de la exposición pública que le generaban las grandes quiebras.

"Pasa más tiempo en el campo ahora y con sus cinco hijos, y los viernes toma su auto y se va a su parcela a Paine", dice un abogado que compitió muchas veces con Chadwick. Cada fin de semana lo pasa junto a sus caballos y donde espera pasar su refugio los años que vienen.Eso sí, no se pierde partido de la UC: está abonado a todos los partidos en la tribuna Sergio Livingstone.

Uno de los abogados cercanos a Chadwick y que le ha expresado su apoyo ha sido Nelson Contador, abogado experto en procesos de liquidación y reorganización concursal de grandes empresas. Con su ex socio Luis Felipe Castañeda, estuvo presente en las quiebras de Masvida y la reorganización de La Polar.

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