“Lo peor está por venir”: Rusia refuerza ataques en el Mar Negro y rodea ciudades clave

Un bombero camina entre los daños en la entrada de un edificio después del bombardeo de las fuerzas rusas de la Plaza de la Constitución en Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania.

La intensificación de la arremetida militar rusa está controlando los alrededores del mar de Azov y la primera victoria para Rusia podría concretarse en las próximas horas con la toma de la estratégica ciudad portuaria de Khersón, para continuar desde ahí a Odesa.


Cuando se cumplió una semana desde la invasión ordenada por el Presidente ruso, Vladimir Putin, a Ucrania, el Kremlin asegura que las principales ciudades ucranianas están ad portas de “una catástrofe humanitaria inminente”.

Durante la noche, los militares rusos avanzaron por el sur y mantienen presión en el este, lanzando bombardeos en zonas residenciales, lo que terminó por cercar las principales ciudades ucranianas como Kiev, Kharkiv, Mariupol y Khersón. Ante la nueva estrategia de ataques, el Presidente ucraniano, Volodimyr Zelensky solicitó al Ejército reforzar las rutas hacia Mikolaiv, el presunto nuevo objetivo para la ofensiva de Rusia, debido a que conecta con Odesa, el puerto clave para el Mar Negro.

Mientras el mandatario ucraniano asegura que los soldados están resistiendo en las trincheras la avanzada de los rusos, el alcalde de Mariupol, Vadim Boichenko, alertó: “Nos están destruyendo”. Esto, luego de la intensificación de la arremetida militar para asegurar el mar de Azov, por lo que han quedado aislados del resto del país.

Si la primera arremetida rusa fue por el norte y oeste, con el avance de tropas desde el territorio de Bielorrusia asegurando el territorio cercano a Kiev como Pripiat -donde está la planta nuclear de Chernobyl- y expandiéndose hacia las ciudades Sumy y Kharkiv, lo que se sumó a la arremetida por el este en Lugansk y Donetsk, zonas controladas por separatistas prorrusos desde 2014, ahora los rusos están centrados en controlar el sur.

Paramédicos de ambulancias trasladan a un hombre herido por bombardeos en una zona residencial, en un hospital de maternidad convertido en sala médica y utilizado como refugio antibombas en Mariupol, Ucrania.

Según el diario El País, la primera victoria para Rusia se confirmaría en las próximas horas con la toma de la estratégica ciudad portuaria de Khersón, cercana al Mar Negro y hogar de casi 300 mil habitantes, después de que las fueras ucranianas abandonaron la ciudad, como informó el alcalde de la urbe, Ihor Kolykhaiev, en un comunicado, en el que aseguró que las banderas ucranianas seguían en pie, pero sin apoyo militar. Posteriormente, los militares rusos continuarían la ofensiva en Mariupol para luego seguir hacia Mikolaiv y luego Odesa.

Justamente, un caos es lo que viven los habitantes de Kherson. Tras la salida de las fuerzas ucranianas, el edil acusó que “personas armadas están en la administración de la ciudad”, por lo que el control ruso es inminente. De acuerdo a CNN, los residentes que no han podido abandonar la ciudad están intentando como pueden obtener alimentos y medicamentos, ya que varios de estos puntos han sido saqueados.

“Lo peor está por venir”, alertó hoy el Presidente francés, Emmanuel Macron, después de conversar una hora y media por teléfono con Putin. El Elíseo advirtió que el Kremlin en la llamada evidenció “gran determinación” para continuar con la invasión con el objetivo final de “tomar el control” de toda Ucrania. Por esto, si la avanzada militar continúa “según el plan”, la situación para los ucranianos se “agravará”.

Una vista de los graves daños en la zona residencial de Borodyanka, en las afueras de Kiev, Ucrania.

La sincronía de las explosiones ordenadas por Rusia han desatado pánico en la población, por lo que cada día son más los ucranianos que deciden huir de sus casas para cruzar la frontera a países vecinos. El flujo migratorio, según cifras de Naciones Unidas, superó el millón de refugiados y la Unión Europea (UE) hizo un llamado al bloque para continuar prestando apoyo sin distinciones ante la gravedad de los recientes días.

No hay duda de que estas valientes personas que defienden nuestros valores con sus vidas pertenecen a la familia europea. No solo es un acto de compasión en tiempos de guerra, nuestro deber como europeos es proteger a las personas que cruzaron nuestras fronteras”, reiteró la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen.

Pese a esto, Moscú culpa al gobierno ucraniano de “acciones terroristas” y advierte que la situación empeorará para las miles de personas extranjeras que han quedado atrapadas en fuego cruzado. Además, el Kremlin sostiene que colaboró en la evacuación de 588 civiles, de ellos, 151 europeos, 180 trabajadores de la ONU y cientos de diplomáticos.

Un soldado ucraniano mantiene su posición sentado en un cañón antiaéreo ZU-23-2 en una línea del frente, al noreste de Kiev.

Nueva ronda de negociaciones

Entre el asedio militar y las amenazas cruzadas, durante la jornada de hoy se llevaría a cabo la segunda reunión de negociaciones entre las comitivas enviadas por Rusia y Ucrania a Bielorrusia, situación que se ha mantenido con alta cautela para evitar una nueva suspensión del diálogo, como ocurrió el miércoles, cuando después de cinco horas de conversaciones no se obtuvieron avances.

El asesor del Presidente Zelensky, Mijailo Podolyak, informó en su cuenta de Twitter que ya está en curso la mesa de diálogo, entre las peticiones de Kiev aparecen el “alto al fuego de inmediato, un armisticio y la puesta en marcha de corredores humanitarios para las ciudades bombardeadas”.

Sin embargo, este nuevo encuentro no estuvo exento de polémicas. El canciller ruso, Serguei Lavrov, acusó que el gobierno ucraniano retrasó deliberadamente su arribo a Bielorrusia, y el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que la delegación rusa esperó a los ucranianos “toda la noche y luego por la mañana. Todavía están esperando. Pero como saben, las conversaciones no han comenzado. Los negociadores ucranianos claramente no tienen prisa. Esperemos que lleguen hoy”, sostuvo Peskov.

La agencia estatal de noticias rusa RIA-Novosti apuntó en un reciente informe que si las negociaciones entre Rusia y Ucrania se prolongan en el tiempo, Putin exigirá nuevas demandas sobre Kiev, mientras continúan con la denominada “operación militar especial”.

Por otro lado, la ONU informó que hasta el martes en la noche contabilizaban al menos 752 civiles heridos y 227 fallecidos.

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