Moisés Naím: “La tan demonizada globalización es lo que nos puede salvar”

Santiago 22 ABRIL 2014. El economista y escritor Moises Naim, expone en la Segunda Conferencia Internacional de la Industria realizada en Casa Piedra. Foto Juan Farias. RETRATOS - ENTREVISTA - EXPONIENDO

El columnista venezolano cree que la emergencia desatada por el coronavirus es una oportunidad para revalorizar tanto a la globalización como el rol de la ciencia. Sin embargo, a su criterio, líderes como Donald Trump o AMLO, no aportan mucho a una solución mundial.


Las citas de la última columna de opinión escrita por el analista y columnista venezolano radicado en Estados Unidos, Moisés Naím, publicada en El País dejan una sensación amarga. De ellas, tres son dichos de Donald Trump y una de un ministro inglés adherente del Brexit. Las cuatro declaraciones tienen objetivos claros: son dardos contra la globalización, la ciencia y el multilateralismo.

En conversación con La Tercera PM, Naím profundiza en su análisis sobre cómo la emergencia desatada por el coronavirus puede ser un caldo de cultivo para los discursos nacionalistas que buscan desacreditar la cooperación entre países, y aplicar una especie de “sálvese quien pueda”. Ello, en medio de la implementación de medidas de shock como el cierre de fronteras para “aplanar la curva” de los contagios.

“Lamentablemente, la globalización no tiene muy buena fama por estos días. Pero irónicamente, ese concepto tan demonizado hoy es lo que nos puede salvar, y ayudar a resolver este problema”, comenta. Aún así, dice estar pesimista respecto de la cooperación entre países: “En vez de estar en un tono de colaboración están en un tono de competencia”, afirma.

¿Cuál es su sensación actual? ¿Optimista o pesimista por la reacción que ha habido ante esta pandemia?

La humanidad ha enfrentado problemas tanto o más graves que estos y lo ha hecho con éxito. Después de idas y venidas, errores, tropiezos, la humanidad ha demostrado que resuelve cosas. Si dentro de un tiempo prudente aparece una vacuna, se puede producir a gran escala y se vacuna a millones de personas será un mundo muy diferente. Si pasan años y años sin encontrar vacunas, y esto sigue afectando a gran parte de la población, es otro escenario. Es evidente que son mundos muy distintos. Todo dependerá de eso.

¿Qué ha concluido después de ver las respuestas de los países, de los estados, frente a esta emergencia?

Los gobiernos están haciendo lo que pueden. Algunos con más claridad y eficacia que otros, varios con enorme torpeza.

¿A qué atribuye que algunos países ignoren la evidencia científica que ya es bastante clara sobre esta pandemia? El mejor ejemplo puede ser lo que ocurre en México y el accionar de AMLO o lo que se vio con Jair Bolsonaro…

Eso se puede explicar con “las tres i”: indolencia, ignorancia e irresponsabilidad. Es de una irresponsabilidad total lo que está haciendo México. Hace poco vi un afiche del gobierno mexicano que es escandaloso, que básicamente llama a la población a no tener pánico, a casi que pueden hacer una vida normal, que esto no es grave. Son conductas demagógicas y populistas, muy primitivas.

En su última columna consignó varias declaraciones de líderes mundiales, como Donald Trump, que están en contra de la globalización, ¿está pasando por un mal momento?

Bueno, hasta el Papa ha declarado en contra de la globalización. Lamentablemente, la globalización no tiene muy buena fama por estos días. Pero irónicamente, la tan demonizada globalización es la que nos puede salvar, ayudar a resolver este problema en la medida que se sepa más rápido la experiencia de distintos países, qué funciona y qué no, qué prácticas se pueden llevar a cabo, etc. Y si se generan innovaciones en la medicina, van a ser distribuidas por el mundo a mayor velocidad gracias a la globalización.

¿Y qué le preocupa?

Este es un problema global que está siendo tratado a nivel local. Y de manera correcta. Yo estoy en mi casa, sin salir, siguiendo instrucciones del gobierno y respeto eso. Pero hay un nivel de coordinación supranacional y que tiene que llevarse a cabo a nivel internacional. Por ejemplo, las economías están bajo unas presiones gigantescas que van a generar demandas de liquidez, inyecciones de liquidez importantes, serán posiciones fiscales muy difíciles para varios países que van a necesitar la ayuda de otros países. Y ahí hay que sincronizar política monetaria, tasas de interés, ayudas fiscales, apoyos, transferencias, etc. Y no hay liderazgos mundiales que puedan hacer eso.

“Se necesita revalorizar el multilateralismo”

¿No hay o nos enfrentamos a líderes que prefieren priorizar la salud de su país por sobre la población mundial?

El 2008, cuando hubo una catástrofe financiera tú tenías equipos muy fuertes. Estaba Barack Obama de Presidente de Estados Unidos, y él entendía mucho de eso. Tenías un equipo formado por Larry Summers, que es un respetado economista, había gente experta en la materia. Y en el G20 estaba Gordon Brown. Y si ves ahora: no está Obama, está Trump que niega la magnitud del problema desatado por el coronavirus. Está en negación. Es un tipo que en vez de trabajar por crear coaliciones internacionales que colaboren eficazmente, se ha dedicado a hostigar y ofender las alianzas de Estados Unidos con otros países. Entonces, tienes una crisis con una dimensión global donde cada uno está haciendo lo suyo.

Es pesimista entonces respecto de cómo será la cooperación entre los distintos países…

Absolutamente. En vez de estar en un tono de colaboración están en un tono de competencia. El mejor ejemplo de esto es el intento de Trump por comprar una empresa alemana que está investigando, y está bastante avanzada, en encontrar la vacuna al coronavirus. Y Trump dijo que la quería comprar para que esa vacuna la produjeran en Estados Unidos para los americanos. Y ahí las autoridades alemanas intervinieron, dijeron que ellos no se iban, y señalaron que esto no lo estaban haciendo para los alemanes sino que para la investigación estará disponible para el mundo entero.

¿Cómo afectará la emergencia a los aspectos humanos de la globalización, como la inmigración?

La preocupación de atender a tu situación local, tu vecino, tu barrio, tu familia, eso es correcto y es un instinto humano inevitable. Pero aquí hay un nivel individual, de comunidad, nacional y luego uno internacional. Y ese nivel está muy descuidado. La Organización Mundial de la Salud (OMS), está intentando jugar un rol de coordinación pero es muy difícil. Por eso se necesita revalorizar el multilateralismo.

¿Y cuáles son los riesgos en ese punto?

Desgraciadamente, esta crisis fomenta la xenofobia y las posturas anti extranjeros. Cito de nuevo a Trump: cuando dio un punto de prensa sobre el coronavirus habló de “un virus extranjero”. Entonces la gente está preocupada de su familia, de sus cercanos y eso es algo normal. Y todo lo que sea inmigración, personas que podrían venir a usufructuar del sistema de salud pública pues evidentemente es mal visto. Y la conducta instantánea de todos los países es cerrar fronteras, o sea, limitar la llegada de extranjeros al país. Y ahí lo difícil es sostenerlo a largo plazo.

¿Y cree que se está revalorizando el rol de la ciencia? Al menos en Chile se ha visto, hasta ahora, un rol importante de personas del área de la salud y la ciencia dejando a los políticos en un rol más receptivo, de escuchar.

Y así debe ser, no hay otra manera. Eso lo ha violado Trump varias veces. Recuerda que cada vez que había un problema, él se ponía en el centro diciendo que era el que más sabía de esto. Y eso forma parte del populismo porque necesita demonizar a las elites, y los expertos son parte de las elites y además ellos muchas veces tienen datos y puntos de vista que chocan con los del populista.

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