Diego Vela, presidente de RD: “Fracasamos en dos procesos, es momento de dejar la idea de una nueva Constitución”

El líder de uno de los partidos del Frente Amplio asegura que de ganar el “En contra” en el plebiscito de diciembre, su sector debe abandonar -en el corto y mediano plazo- la pretensión de modificar la Carta Magna vigente. Además, profundiza en las razones para rechazar el texto elaborado por el Consejo y plantea que los partidos de gobierno deben enfocarse en buscar acuerdos transversales en pensiones, salud y materia tributaria.


Esta semana el Frente Amplio oficializó su postura por el “En contra” ante el plebiscito del próximo 17 de diciembre. Diego Vela -el presidente de RD, uno de los partidos de esa coalición- profundiza en esa decisión.

El dirigente asegura que la propuesta elaborada por el Consejo es un retroceso para el país. Además, afirma que, de rechazarse el texto, no continuarán durante esta administración con la idea de impulsar una nueva Carta Magna.

De hecho, va más allá yevita poner plazo para retomar esa bandera de lucha de su sector: “Va a ser materia del debate político que se dé a posteriori, pero yo creo que queda clarísimo que en el corto y mediano plazo no hay espacio para eso”.

Se esperaba que estuvieran por el “En contra”. ¿Cuáles son sus razones?

Lo primero es que esta propuesta constitucional es una propuesta que nos divide y no nos une. Yo creo que terminó siendo más un texto programático y maximalista que lo que debería ser una Constitución, que es la casa de todos. Y lamentablemente la propuesta constitucional pone más cerrojos que habilitar justamente a que la política pueda ayudar a solucionar problemas que viven las personas urgentemente.

¿No cree que tienen responsabilidad en no haber conseguido un acuerdo transversal? No quisieron moverse mucho del texto de los expertos.

Yo creo que del proceso de la Convención Constitucional existieron varios aprendizajes. La propuesta del texto anterior justamente no logró esa amplitud. Y, en ese aprendizaje, al menos las fuerzas que no eran las de derecha, ya venía incorporado buscar acuerdos. Y yo creo que eso se puede ver en todas las propuestas de modificaciones que se hicieron o también cómo funcionó la Comisión Experta en una primera etapa, donde se logró una propuesta constitucional que no nos representara solo a nosotros, sino lo que se entendía como un acuerdo amplio para poder asegurar que fuese la casa de todos. Y yo creo que, lamentablemente, quienes condujeron este proceso en el Consejo Constitucional cometieron el error de darse un gustito y desaprovechar la oportunidad de que pudiéramos ofrecerle un texto a la ciudadanía que realmente fuera para todas y todos.

Pero ustedes no quisieron moverse mucho del texto de los expertos.

Nuestras consejeras y también el experto Domingo Lovera fueron súper explícitos en decir que entendían que la base de la Comisión Experta tenía que ser modificada y ahí teníamos que ceder aún más en posiciones. Y eso fue una disposición que mantuvimos hasta el último minuto.

Al inicio hablaba de que la propuesta tiene “cerrojos”. ¿A cuáles se refiere?

Esta propuesta constitucionaliza problemas que tenemos hoy día, como el sistema de pensiones, el sistema de salud y aumenta los quórums para poder modificarlos. Se pasa de cuatro séptimos a tres quintos. Eso hace extremadamente difícil que la institucionalidad política pueda canalizar y llegar a acuerdos transversales justamente para poder hacer las modificaciones que creo que son súper urgentes en el país: en pensiones, en salud y en materia tributaria.

De ganar el “En contra”, tampoco será un triunfo para ustedes, de alguna forma se legitima la Constitución vigente. ¿No les complica no haber cumplido con una promesa que tenían como sector para cambiar la Carta Magna?

El proceso constitucional, en caso de que gane el “En contra”, se cierra en este gobierno. No veo espacio para poder continuar en la discusión constitucional. Y, en ese sentido, el problema que tenemos es que la propuesta que se está generando es aún más mala de los problemas que tenía la Constitución del 80. Y yo recojo la frase que acuñó Antonia Rivas de que como país necesitamos unas vacaciones constitucionales, y usar toda la energía para poder responder a las urgencias más cotidianas que tienen las personas, como son pensiones, salud y los recursos para poder financiar esa urgencia.

Pero eso significa un fracaso a lo que ustedes mismos prometieron, es una derrota ideológica.

Es una pérdida no solo para nuestro sector, sino para el país, el desaprovechar la oportunidad de canalizar institucionalmente estos cambios a nivel constitucional. Es importante retomar de dónde proviene todo este proceso, y en el fondo proviene de lo que pasó a fines de 2019 en Chile, donde había un malestar que movilizó a millones de ciudadanos y, en ese sentido, el que no hayamos tenido la capacidad institucional de ponernos de acuerdo y canalizar de buena forma esos cambios es algo que perdemos todos.

Más allá de que dice que se desaprovechó como “país”, ¿no hay una reflexión más profunda como sector?

Hoy día el foco tiene que ser salir de la materia constitucional y ponerlo en reformas legales, y también algunas que son de gestión del Ejecutivo que afectan más cotidianamente a las personas.

Pero el mismo fundador de su partido, Giorgio Jackson, amarró en su momento el avance del gobierno al texto fallido de la Convención.

Yo creo que claramente la Constitución que tengamos tiene implicancias en las posibilidades de reformas legales que puedan existir. Yo creo que es un error el buscar que una Constitución intente zanjar discusiones que deberían ser materias de ley, como puede ser salud, o como puede ser pensiones, o como lo está haciendo actualmente en materia de seguridad. Nosotros buscábamos una Constitución más habilitante que la que tenemos actualmente, pero creo que lamentablemente esta propuesta retrocede en eso.

El Presidente Boric en su momento dijo que cualquier Constitución iba a ser mejor que la redactada por los cuatro generales. ¿Envejeció mal esa declaración?

Lamentablemente, la propuesta a la que llegamos es un retroceso respecto a la del 80. No podemos pasar de la Constitución redactada por Jaime Guzmán a la de José Antonio Kast, que trae consigo un retroceso en derechos de las mujeres, en garantías de derechos sociales que son fundamentales para las personas.

Pero lo dicho por el Presidente les abre un dilema en el relato de campaña, porque terminan defendiendo lo que tanto criticaron.

Es fundamental en esta etapa que viene de campaña que las ciudadanas y los ciudadanos puedan informarse bien de la propuesta constitucional.

Usted hablaba de unas vacaciones constitucionales, ¿no cierran el tema de manera definitiva?

Nosotros como sector, una de nuestras banderas fue poder lograr una Constitución escrita en democracia y que pueda ser una Constitución que sea de todas y todos. Yo creo que eso es algo fundamental. Fracasamos en dos procesos y, por lo mismo, es momento de dejar la idea de una nueva Constitución y poner el foco en otros aspectos.

¿Es una bandera que abandonan, entonces?

Eso va a ser materia del debate político que se dé a posteriori, pero yo creo que queda clarísimo que en el corto y mediano plazo no hay espacio para eso.

¿Y espera que todo el oficialismo esté alineado? El PC si bien afirmó que no veía espacio para continuar con el tema en este gobierno, dijo que se verá el 18 de diciembre.

Creo que todos en el oficialismo estamos bien alineados en que, en este gobierno, es una discusión que no tiene espacio.

Ustedes cargan con la derrota del plebiscito anterior y dijo que en el sector hubo aprendizajes. ¿Qué errores no deberían volver a cometer en esta campaña?

El principal error fue no lograr un acuerdo transversal en torno a la propuesta. Y, en ese sentido, creo que el enfoque de la campaña tiene que ser no hablarles a los nuestros solamente, sino justamente a toda la ciudadanía que se ve afectada por esta propuesta constitucional, que son la mayoría del país. Y eso es algo que no logramos generar en el proceso de la Convención y hay harta conciencia de que en este proceso tiene que ser distinto.

¿Temen que este nuevo plebiscito termine siendo una evaluación al gobierno?

Esta elección no tiene ninguna relación con el gobierno y así ha sido este proceso desde su inicio. Así que recordamos cómo fue formulado el proceso, el Ejecutivo netamente era oyente de las conversaciones que se hacían en el Parlamento para habilitar este nuevo proceso La prescindencia del Ejecutivo se ha mantenido y lo ha hecho de muy buena forma, poniendo el foco en informar sobre el proceso.

Pero el Presidente Boric cuestionó esta semana el resultado del proceso. ¿Les perjudica?

El Presidente constató un hecho de cómo fue el proceso y yo creo que las personas no solo van a tomar la decisión por la forma, sino que también espero que el fondo sea parte clave de la decisión.

¿El Presidente no debería manifestarse abiertamente por el “En contra”?

Eso es definición del Ejecutivo, pero creo que esta campaña la tienen que protagonizar las ciudadanas y los ciudadanos, no los partidos políticos, no los parlamentarios, no el Ejecutivo.

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