Edición limitada. Ya suena a gloria y a ese ‘microcielo’ con el que solo algunos pueden soñar. Firmada por Ludovica y Roberto Palomba, recrea el lujo, exclusividad, comodidad y aerodinamismo de los autos Maserati.

Cuero finísimo (extra 99, patentado por Zanotta) y acero cromado delinean su forma; el negro y el capitoné subrayan la elegancia del asiento y respaldo, mientras que la tecnología que Maserati utiliza en su sistema de rellenos se traspasa a este chaise en poliuretano de alta resistencia y dracon.

Concebido como un homenaje al nuevo Maserati Quattroporte, diseñado por Marco Tencone, el sillón de Zanotta es la muestra de cómo funcionan las cosas en Italia cuando de diseño se trata. La historia de ambas marcas es similar; empresas familiares, de tradición, que lograron saltar al mundo como marcas de lujo, simple y llanamente, porque jamás abandonaron los principios que las inspiraron, mano de obra calificada de altísima categoría y una producción en la que la tecnología se ha ido integrando al trabajo artesanal.

Por otro lado, y tal como lo explican los diseñadores, una de las cualidades o palabras clave que se usaron para llevar a cabo este proyecto fue la ‘velocidad’. De cierta forma, la velocidad que alcanza el auto en cuestión debía intuirse en el cuerpo del sillón. Raro... pero no imposible. “Tomamos la velocidad como concepto y lo tradujimos en un ‘fuera de tiempo’, un itinerario de los sentidos que se renueva deliberadamente cada vez que te sientas en un Maserati o te relajas en un sillón Zanotta”.