Fiesta helada
Jaleas en gajos de naranjas y cassatas de tres sabores eran hace años los infaltables en cualquier cumpleaños, y para muchos que crecimos con ellas, verdaderas postales. Pero hoy, con más posibilidades, sabores y una rica industria de helados, innovar en las fiestas de los niños es un deber. Acá presentamos algunos tips y una interesante propuesta para grabar en la retina de grandes y chicos.
En una fiesta de niños, sin duda, el protagonista en lamesa es lo dulce. No importa, a todos les encanta. Por eso, una buena idea es tomar un copón transparente y grande y poner en él, por capas, distintos ingredientes, los favoritos del festejado. Pueden ser galletas, manjar, marshmallows, chocolate, bizcocho, crema y frutas de la estación, e ir intercalándolos hasta llegar al tope del recipiente. Y para el toque perfecto: helados de distintos sabores entre las capas para integrar los ingredientes. Para que no se derrita el helado hay que mantener el copón en el refrigerador hasta el momento de servir.
Tips:
- Recuerde que los helados siempre se pueden servir en tulipas o vasos de barquillo dulce. Incluso hay algunos que están bañados en chocolate negro o blanco. Así, no queda nada para lavar.
- Cada invitado puede personalizar su postre cubriéndolo con lo que más le gusta. Para eso se pueden tener salsas de distintos sabores -chocolate, manjar o frutilla-, nueces, pistachos, almendras, mostacillas de colores o lo que se les ocurra. Entre más ingredientes, más original será la preparación.
- Si además quieren tener más helados, se pueden conservar en un balde grande de metal lleno de hielo y agua. Así quedan a la vista y todos se pueden tentar.
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