Ministro japonés sugiere botar agua radioactiva de Fukushima al océano Pacífico

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El titular de medio ambiente, Yoshiaki Harada, se refirió a la crisis de almacenamiento de material contaminado que enfrenta la planta nuclear.


¿Qué hacer con el agua contaminada que se ha almacenado por más de 8 años en la destruida planta nuclear de Fukushima? Esa es la pregunta que ahora ronda por la mente de las autoridades japonesas y para la cual el ministro de medio ambiente de ese país tiene una polémica sugerencia: botar el líquido radioactivo al océano Pacífico.

Según explica The Guardian, desde que la central de Fukushima fue dañada por el terremoto y tsunami que afectaron a Japón en 2011, la empresa a cargo de este recinto, Tokyo Electric Power (Tepco), ha acumulado más de 1 millón de toneladas de agua radioactiva que se han filtrado desde los tres reactores dañados y se han mezclado con aguas subterráneas y de lluvia.

Hasta ahora el manejo de esa agua, que es tratada pero permanece ligeramente radiactiva, no ha sido un problema ni lo será por los próximos dos años. Sin embargo, Tepco estima que en 2022 ya no tendrá espacio para almacenar este material y por lo tanto necesita que el gobierno japonés determine que hacer con el agua contaminada.

Así, mientras autoridades japonesas aún no llegan a un consenso sobre qué hacer al respecto, el ministro de medio ambiente de ese país, Yoshiaki Harada, planteó que a su juicio la única solución viable sería botar el agua radioactiva al océano Pacífico.

"La única opción será drenarla en el mar y diluirla", dijo Harada durante una conferencia de prensa en Tokio. "Todo el gobierno discutirá esto, pero me gustaría ofrecer mi simple opinión".

El camino sugerido por Harada aún no está sellado y por supuesto ya genera polémica. Aunque las plantas nucleares costeras suelen botar agua con tritio al océano, los pescadores y los residentes de la zona creen que el agua con ese y otros materiales proveniente de la destruida planta dañará la pesca y la agricultura de Fukushima. Todo mientras desde Corea del Sur ya levantan voces de alerta ante las posibles consecuencias de esta eventual decisión en sus costas.

En ese sentido, un panel comisionado por el gobierno de Japón también está considerando otras alternativas como vaporizar el líquido o almacenarlo en tierra durante un período prolongado.

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