Review | Little Nightmares 2: Una aventura a la altura de su predecesor

Un juego que sigue los caminos de la primera entrega tanto en jugabilidad como aspecto visual y que no innova mayormente buscando replicar la misma fórmula del éxito.


Cuando Little Nightmares fue lanzado en 2017, de inmediato llamó la atención por su particular estilo visual, y es que el juego de terror salía de lo habitual que había dominado al género por los últimos años. Ahora una segunda entrega ha llegado, siguiendo el mismo camino que su predecesor manteniendo todo lo que llamó la atención de la primera entrega y también sus defectos.

Mientras en el primer juego acompañamos a Six, una niña que buscaba escapar de un barco plagado de terroríficas criaturas, ahora acompañamos a un niño llamado Mono, quien en un comienzo busca escapar de una isla y posteriormente se ve atrapado en una ciudad llena de las grotescas criaturas a las que nos tiene acostumbrado Little Nightmares.

En esta aventura es que prontamente nos reuniremos con Six, quien nos acompañará durante todo el viaje, y nos ayudará a resolver la mayoría de los puzzles que vayamos encontrando en el camino. A pesar de estar constantemente con ambos personajes en pantalla, el juego es sólo para un jugador, lo que se siente como una especie de oportunidad desperdiciada, pero se entiende ya que con dos personas coordinando las diferentes acciones el juego habría perdido su ambiente tétrico que tanto lo caracteriza.

Little Nightmares 2, a pesar de ser un juego sin palabras va relatando su historia con el aspecto visual, algo que ya habíamos visto en la primera entrega, y que en esta nueva ocasión vuelve a realizar de gran forma, y es que el juego a través de cada escenario, dibujo en la pared, o elemento que encontramos nos va relatando la trama y permitiendo crearnos una imagen bastante clara de lo que está ocurriendo. Un ejemplo de esto es cuando encontramos a Six al comienzo del juego, quien en la pared tiene marcados los días que ha pasado ahí, dando a entender de inmediato que se encontraba atrapada en el lugar.

Es así como utilizando sólo las imágenes el juego nos relata una historia que nos mantiene atrapados, y que nos lleva a recorrer una distorsionada ciudad de donde buscamos escapar a la vez que vamos comprendiendo poco a poco sus secretos. De esta forma Little Nightmares 2 mantiene un ambiente similar al de la primera entrega, y tiene su mejor momento en el final del juego.

Pero no sólo en la forma de ir contando su historia esta segunda entrega se mantiene fiel al juego original, y es que el gameplay también permanece bastante similar, sin mucha innovación. Tenemos escenarios que son principalmente lineales, y que debemos ir recorriendo, descubriendo sus secretos, y resolviendo los diferentes puzzles que se nos van cruzando en el camino, todo esto mientras evitamos a las monstruosas criaturas humanoides que se nos van cruzando por el camino.

Al igual que en la primera entrega, la mayor parte del tiempo la pasaremos escondiéndonos de los terrores que habitan en estos lugares o derechamente corriendo por nuestra vida. A pesar de que el juego cuenta con algunas secuencias de combates, estas no presentan una acción desenfrenada y basta sólo con tener el ‘timing’ correcto para poder acabar con los enemigos. Para esto es que Mono utilizara diferentes objetos que encuentra en el piso con los cuales podrá golpear a sus enemigos aunque con el pequeño problema de que estos son muy grandes y pesados para él, por lo que sus movimientos serán lentos, y en varias ocasiones moriremos reiteradas veces hasta tener el tiempo correcto de reacción.

Little Nightmares 2 no es un juego difícil, y si esto lo juntamos con el hecho de no es un título muy largo, es que nos encontramos con un juego que se pasa bastante rápido, que no busca llenar de contenido y misiones innecesarias, y se centra en lo realmente importante que es contar su historia e intentar hacerlo de la mejor forma posible.

Es así como nos encontramos con una aventura que se disfruta bastante de inicio a fin, que no innova con respecto a la primera entrega manteniendo las bases que la volvieron tan llamativa. Lo que más destacada de este juego es su apartado visual, la construcción de los diferentes escenarios y como a través de la música correcta y el uso de la oscuridad genera el ambiente necesario para poner los pelos de punta. El recurrir a casi la misma fórmula es a la vez su mayor enemigo, ya que no cuenta con grandes novedades, a pesar de que ahora tenemos dos personajes, no tenemos mucho más en el juego y si la primera parte no te enganchó del todo es probable que esta tampoco lo haga.

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