Review | The Medium es una buena experiencia de terror que destaca por su atmósfera

Este videojuego de Xbox Series X|S es una propuesta marcada por un suspenso que metódicamente nos traslada a un lugar de pena, trauma y muerte.


El terror psicológico no es un género fácil de abordar en los videojuegos, pero cuando se logra un buen acercamiento en ese terreno, los resultados pueden destacar muy por sobre la media. En el caso de The Medium, la realización del estudio polaco Bloober Team, el primer videojuego completamente exclusivo que han lanzado para Xbox Series X|S, no es un gran golazo, pero al menos sí fue hecho con una jugada que se nota preparada y que entra de lleno en la portería cortesía de su atmósfera, algunos aspectos de su gameplay y el misterio que se va estableciendo a medida de ir dando pasos al interior de un abandonado resort de la ex Unión Soviética.

Este videojuego desde el comienzo nos establece en un entorno sobrenatural, ya que nuestra tarea es tomar control de Marianne, una medium que tiene la habilidad de desenvolverse en el mundo de los muertos y tomar contacto con las almas en pena. De hecho, desde el comienzo nos dejan en claro que su trabajo esencialmente ha sido hasta ese momento ayudarlas en la funeraria de su padre adoptivo que recientemente falleció.

Utilizando una presentación en tercera persona, rápidamente nos queda claro que la protagonista puede entrar al reino espiritual, el cual se entrelaza directamente con el terreno de los vivos a través de los traumas. Y tomando ese elemento, obviamente todo lo que pasa en el videojuego tiene relación con aquellas situaciones que generan una grieta que ni siquiera la muerte es capaz de cerrar.

A partir de ahí, la historia de The Medium nos lleva en un viaje investigativo que no solo está relacionado a un gran misterio, ya que el resort en cuestión fue el foco de una gran matanza que al día de hoy sigue teniendo un origen y culpables desconocidos, ya que además nos abren la puerta a una travesía tétrica relacionada con el propio pasado de Marianne. Y, claro está, a veces no hay terror más grande que aquél que está sellado dentro de nuestras propias cabezas.

Ante ese escenario, The Medium hace bastantes cosas bien. A pesar de que en ocasiones utiliza los mecanismos facilistas de los jumpscares (sobresaltos) a través de cambios visuales y ruidos estridentes, generalmente logra generar mucha más tensión a través del manejo de su historia, nuestra interacción con el entorno y los elementos visuales asociados a la atmósfera de este resort abandonado y corroído por la sangre de la tragedia.

En un momento, por ejemplo, nos tenemos que trasladar hasta la oficina del director del lugar. Ahí, a través del uso de un reloj, podemos investigar el pasado, adentrarnos a un cuarto secreto e inclusive revelar fotografías para reunir las piezas que poco a poco van calzando. En ese entorno hay juegos de luces, elementos interactivos y una serie de instancias en las que tenemos que ir tanteando cada metro cuadrado del terreno para dar con una solución que a veces puede estar frente a nuestros ojos o esconderse de formas mucho más elaboradas.

Al mismo tiempo, gran parte de las decisiones de diseño son bastante acertadas, especialmente cuando el juego nos lleva a estar muy concentrados en la resolución de algún puzzle. Hay algunos simples, pero en otros hay que recorrer el terreno o darle una vuelta para darle alguna resolución. Al mismo tiempo, esa propia búsqueda de una respuesta puede terminar asociada a una fuerza paranormal hostil, lo que juega bastante a favor del tono tétrico que poco a poco se va forjando en la oscuridad.

Ahí mismo también nos topamos con algunos espectros con forma de insecto que requieren que hagamos uso de un escudo espiritual, pero también hay verdaderas criaturas horripilantes surgidas desde lo peor del ser humano ante las que solo queda escapar. Y es en esos momentos en donde mejor funciona la dinámica de The Medium.

Todo lo anterior va de la mano con un elemento del gameplay bastante llamativo, ya que el juego en instancias funciona en pantalla dividida, mostrándonos a Marianne en el mundo real e interactuando con el mundo espiritual. Es ahí en donde tenemos que resolver situaciones que nos permitan avanzar a través de escenarios plagados de puertas cerradas, cargar su habilidad para tener algo de defensa a nuestro favor e inclusive generar experiencias fuera de cuerpo para adentrarnos en este mundo muerto marcado por el pesar.

De todas formas hay que dejar algo en claro: A pesar de que los elementos positivos son generalmente mayoría, de todas modos quizás el mayor punto en contra de The Medium tiene relación con su historia central. Inevitablemente queda en evidencia no solo que este tipo de propuestas ya se han visto hasta el cansancio en otros terrenos, especialmente en las películas, sino que los propios vuelcos de su premisa no son realmente tan sorpresivos. De hecho, es fácil anticiparse a lo que va a ir ocurriendo.

Pero en la raya para la suma, The Medium es una experiencia que, más allá de no ser extensa, y tiene algunos elementos que no cierran del todo, sí representa un desafío que saca partido al entorno de las nuevas consolas de Microsoft, el aspecto visual de su presentación y, por sobre todas las cosas, el entendimiento de que el terror psicológico requiere de personajes bien desarrollados. El videojuego los tiene, especialmente si consideramos que el resort es también un personaje en si mismo.

The Medium está disponible en Microsoft Windows y Xbox Series X/S.

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