Así como en el rugby, la Fullback de Fiat es la última integrante del equipo italiano y que se introduce hace sólo un par de semanas en el mercado nacional. Desde atrás, esta camioneta construida sobre la plataforma de la Mitsubishi L200, busca ganarse un lugar en un segmento en el que predomina la historia y las japonesas son reinas.

Por eso, Fiat apuesta a entregar un diferenciador.

Y es que si bien su parecido a la pick-up de Mitsubishi es innegable, la marca italiana le entrega sus diferencias, con algunos cambios en la parrilla y el distintivo de la marca, detalles cromados y variadas opciones de personalización.

Es quizás en el interior del vehículo donde Fiat logra sacarle partido a esta camioneta.

A primera vista se siente un vehículo que no sólo está pensado en el trabajo, sino también para disfrutar en el día a día. En general, se ve y siente un modelo con buenas terminaciones y que hubo buen gusto en la mezcla de materiales, lo que gatilla finalmente en que sea bastante elegante en comparación con algunos modelos de la competencia.

La pantalla central táctil podría haber sido más grande, pero es un tema de gusto, porque al final se ve todo bien armónico. Es de fácil uso gracias al menú principal, aunque a medida que profundizamos se vuelve un poco más engorroso, aunque nada que la costumbre no cure.

La banqueta trasera es cómoda, blanda y tiene buena altura para los pasajeros, que no tienen que ir con las rodillas elevadas (algo que ocurre cuando el piso está demasiado alto) y menos flectadas en demasía, pues tres personas van sentadas muy cómodas atrás. Obvio que se agradecen los cinturones de tres puntas para los tres puestos.

Ahora bien, si la camioneta no tiene algo cargado en el pick-up, sí habrá consecuencias para la segunda fila, que sentirá mayor rebote en el andar, algo que no es tan notorio para los que vamos sentados adelante.

La visibilidad es buena y tiene una correcta posición de manejo. Eso sí,  aunque viene con cámara de retroceso, no tiene señal sonora y al principio provoca confusión.

En todo caso, y a pesar de que faltó mayor insonorización, la sensación de ir en SUV es muy agradable, lo que habla del buen trabajo que se hizo en la percepción.

» Manejo consistente

La versión testeada es la Limited, la tope de gama, que cuesta $ 22.122.100 (con IVA incluido) y viene equipada con el motor turbodiésel 2.4 de 178 Hp, con caja automática de cinco velocidades y tracción 4×4. Además esta versión incluye un selector con tres posiciones de manejo:  2H, que activa la tracción trasera para conducción en seco y vías asfaltadas; 4H, con tracción a las cuatro ruedas para caminos difíciles, arenosos o nevados, permitiendo una conducción segura en caminos resbaladizos o desiguales; el 4HLc, que mejora la tracción en carreteras cubiertas de nieve, arena o barro, y la posición 4LLc, que permite obtener más torque en caminos extremos fuera de carretera.

Partamos por el motor. A estas alturas cuesta acostumbrarse a los turbo lag, pero por suerte, en este motor no es extremo. Se siente, pero se logra controlar. Tiene buen empuje sobre las 2.500 vueltas y obviamente que en la parte más alta del tacómetro se desenvuelve mejor, aunque esto provoque un poco más de consumo de combustible.

Como ya dijimos, si no tiene carga, obviamente es más saltona que un vehículo bajo, pero el ajuste de la suspensión está en su justa medida, entregando confort y comodidad.

Al final, una camioneta que sorprende por sus terminaciones, por lo que entrega en su interior y por un andar acorde a su carrocería.

A favor: Buen equipamiento, terminaciones de calidad y gran comodidad interior para cinco pasajeros.

En contra: Ruidosa, suspensión un poco saltarina y falta señal sonora en la cámara de retroceso.

Ficha técnica Fiat Fullback Limited

» Motor: 2.4 turbodiésel

» Potencia: 178 Hp

» Caja: AT 5 vel.

» Tracción: 4×4

» Largo: 5.285 mm

» Capacidad de carga: una tonelada

» Precio versión: $ 19.490.000 IVA