El factor militar: la llave de la crisis en Venezuela

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El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, junto al alto mando militar, entregó su respaldo al Presidente Nicolás Maduro. Foto: AFP

El alto mando militar, liderado por el ministro de Defensa Vladimir Padrino López, dejó claro que no aceptará un "Presidente autoproclamado". Sin embargo, algunos analistas ya ven señales de quiebre en las FF.AA.


Un día después de las masivas manifestaciones opositoras en Venezuela, Nicolás Maduro se presentó este jueves en la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para recibir el respaldo de los magistrados, en medio de la crisis de legitimidad que atraviesa y tras la autoproclamación del diputado opositor Juan Guaidó como "Presidente encargado". Una jornada en que también "cerraron filas" con Maduro los gobernadores de 19 de los 23 estados del país, todos pertenecientes al oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), además del Consejo Nacional Electoral y la fiscalía. Pero el apoyo clave para el mandatario vino de parte del alto mando militar venezolano, el cual dejó en claro que no aceptará a un "Presidente autoproclamado".

En compañía del Estado Mayor Superior ampliado de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, denunció la existencia de un "golpe de Estado" en el país al aludir a la autoproclamación del líder del Parlamento, Juan Guaidó, como "Presidente encargado". Un hecho que consideró "reprochable", un evento de "alta peligrosidad". "Alerto al pueblo de Venezuela que se está dando un golpe de Estado contra la institucionalidad de nuestra democracia, contra nuestra Constitución, contra el Presidente Nicolás Maduro, Presidente legítimo", dijo el general durante su discurso en el Salón Simón Bolívar del Ministerio de Defensa, en el Complejo Militar de Fuerte Tiuna, en Caracas.

El alto mando militar descartó la posibilidad de levantamientos en los cuarteles tras la escalada del enfrentamiento entre el gobierno y la oposición. "No vamos a hacer absolutamente nada que esté fuera de la Constitución", dijo el ministro de Defensa. Asimismo, aseguró que las FF.AA. actuarán para evitar una guerra civil en Venezuela, y manifestó su apoyo a las iniciativas de diálogo que promueven algunos gobiernos. "Nosotros estamos llamados a evitar (...), y vamos a hacerlo, un enfrentamiento entre venezolanos. No es la guerra civil, no es la guerra entre hermanos la que va a solucionar los problemas de Venezuela, es el diálogo", dijo.

Con estos pronunciamientos se descartaron por el momento las señales de abandono del respaldo a Maduro por parte de las FF.AA. Sin embargo, para la analista Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, los militares se demoraron en sentar su posición. "Están por verse los efectos que tendrá todo esto en las FF.AA. Pueden evitar una salida sangrienta o tratar de encontrar algún tipo de solución negociada", comentó la experta a La Tercera.

Con un personal activo de 315.000 efectivos, la FANB se ha convertido en la gran clave de la crisis en Venezuela. De hecho, Guaidó ofreció una amnistía para los militares que abandonen a Maduro. "Nosotros ya ofrecimos un plan de amnistía para oficiales, lo que puede acarrear en nuevas deserciones y abandonos en la base de apoyo del gobierno", afirmó el diputado opositor en una entrevista publicada el domingo por el diario Folha de Sao Paulo.

Guaidó señaló que "hoy hay 159 militares activos presos por insubordinación, y que en los últimos tiempos hubo casi 3.000 bajas, de gente que salió" debido a la crisis económica y social que atraviesa el país. "Por ahí es posible ver que es una cuestión de tiempo para que un número cada vez mayor de ellos se junte a nosotros", completó.

A comienzos de semana, de hecho, se registró un alzamiento en un comando de la Guardia Nacional en Caracas que fue abortado luego que los militares rebeldes -ninguno perteneciente a la cúpula- se entregaron a las autoridades, situación que alimentó las dudas sobre el malestar entre los miembros de las FF.AA., que al igual que el resto de la población se han visto duramente golpeados por la crisis económica (ver página 16 de Pulso).

El alto mando militar está conformado por leales al chavismo. Muchos están sancionados por EE.UU. y gobiernos extranjeros, acusados de violar los derechos humanos y corrupción. De ahí que sus posibilidades de desertar son impensables, destaca el diario español El País.

En ese sentido, Sebastiana Barráez, analista venezolana de temas militares, pone de relieve que muchos uniformados se negaron a salir a reprimir las manifestaciones opositoras del miércoles. "Ya ni el ministro de la Defensa logra convencerlos", escribió. Según la experta, es una muestra del "quiebre interno de la institución". Un proceso que "se fue atomizando cada vez más", con "el alto mando por una parte, y la tropa por la otra", asegura.

Para Roger Santodomingo, autor de De verde a Maduro, la biografía no autorizada del actual Presidente venezolano, "el forcejeo será entre el liderazgo fresco y sorpresivo de Guaidó con las fuerzas militares que a fin de cuentas le permitirán acceder al poder". "Ellos ponen el precio", dijo Santodomingo a La Tercera. Pero el escritor y consultor político venezolano advierte que todavía no están dadas las condiciones para sentarse a la mesa con las FF.AA. "Aún las fuerzas civiles necesitan forjar una relación con un pequeño sector militar que puede restaurar el equilibrio. Es un trabajo político y de relaciones humanas que ha fallado hasta ahora", sostiene. Tampoco está claro cómo podrían actuar los mandos medios en determinado momento.

Ajeno a la presión internacional y a los 26 muertos que han dejado las últimas protestas contra su gobierno, Maduro dijo que no renunciará "bajo ninguna circunstancia". "Seguiré gobernando hasta 2025", dijo, al tiempo que anunció el cierre de la embajada y todos los consulados de Venezuela en Estados Unidos.

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