Gobierno de Maduro desestima informe de Bachelet y acusa a "acólitos" de EE.UU. de generar violencia en el país

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La Alta Comisionada para los derechos humanos de la ONU había señalado durante su intervención en Ginebra que las fuerzas de seguridad de ese país han ejercido "uso excesivo de la fuerza" contra disidentes, entre otros puntos.


El embajador de Venezuela en la ONU, Jorge Varelo, se refirió al informe entregado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos del organismo, Michelle Bachelet, donde cuestiona la violencia ejercida por parte de las fuerzas de seguridad venezolanas y asegura que el gobierno de Nicolás Maduro no ha enfrentado de manera correcta la crisis que vive el país sudamericano.

"Los actos violentos y criminales que se han repetido en Venezuela en los últimos años son promovidos por un sector de la oposición financiado desde el exterior", aseguró el diplomático en su intervención en la sede europea de Naciones Unidas.

El embajador venezolano afirmó también que el país reconocía el "derecho a manifestar", pero explicó que las recientes protestas eran "actos vandálicos y criminales (...) promovidos por un sector violento de la oposición financiado por el exterior".

En ese sentido, el representante de Venezuela, acusó hoy a EE.UU. y sus "acólitos regionales" de estar detrás de las manifestaciones violentas en el país, del ataque contra Maduro en agosto de 2018 o del reciente apagón general en diversas ciudades venezolanas, entre otros sucesos.

Durante su intervención en Ginebra, Bachelet expresó su preocupación por el modo en que las fuerzas de seguridad actuaban durante las últimas manifestaciones. "En el contexto de la última oleada de protestas en todo el país en los primeros dos meses de este año, mi Oficina documentó numerosas violaciones de derechos humanos y abusos cometidos por las fuerzas de seguridad y grupos armados pro gubernamentales".

En la instancia, además, afirmó que las jornadas de manifestaciones pacíficas "han sido criminalizadas".

En ese sentido, denunció que las instituciones de seguridad han ejercido violencia en las detenciones de disidentes que han incluido "uso excesivo de la fuerza, homicidios, detenciones arbitrarias, torturas y malos tratos bajo custodia, y amenazas e intimidaciones".

Además, mostró preocupación por el limitado acceso de la "libertad de expresión y prensa" en el país. "Autoridades han utilizado arbitrariamente la ley contra el odio para procesar a periodistas, opositores y cualquiera que exprese opiniones disidentes".

Cabe señalar que el informe presentado este jueves está basado en la información recopilada por el equipo de la oficina de DD.HH. que se encuentra desde el 11 de marzo en Venezuela.

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