
La Bonaerense, la fuerza policial que desafió a Fernández
El cuerpo de seguridad más grande de Argentina, con 90 mil efectivos, se manifestó de forma inédita frente a la Quinta Presidencial de Olivos, en protesta por un reajuste salarial. La fuerza enfrenta un elevado número de sumarios por presuntas irregularidades.

Hicieron llegar sus mensajes y videos desde distintos puntos de la provincia de Buenos Aires. Desde el inicio de la protesta la semana pasada, los efectivos de la Policía Bonaerense plasmaron sus demandas en el sitio de Facebook Policía Reclamando. Hasta que pasaron a los hechos y, en una medida inédita, el miércoles protestaron durante casi ocho horas frente a la Quinta Presidencial de Olivos, antes de levantar esa medida de fuerza para trasladarse y concentrar el reclamo en Puerta 12, en La Matanza, base operativa del Ministerio de Seguridad bonaerense. Su demanda: un aumento de más del 50% en los sueldos del personal.
Luego del fuerte repudio por parte de todo el arco político por la protesta en la Quinta Presidencial, los policías argumentaron que fueron allí porque tenían la información de que el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y su ministro de Seguridad, Sergio Berni, iban a estar en Olivos. Según el diario Ámbito Financiero, el Presidente Alberto Fernández invitó dos veces al grupo de uniformados a ingresar a la residencia. La invitación fue rechazada por los manifestantes, quienes, por el contrario, pidieron “que salga el Presidente y el gobernador a hablar con nosotros acá en la vereda”.
Después de tres días de protestas, finalmente Kicillof anunció el jueves la recomposición salarial y prometió equiparar los sueldos con los de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, lo que implica un ingreso mínimo de 44 mil pesos (US$ 588). También, según el portal La Política Online, se triplicó el valor de las horas extras y del monto para uniformes. El gobernador dijo que se trata de “una decisión política de fondo” para “saldar una deuda histórica” con los efectivos bonaerenses. Sin embargo, fue crítico de las protestas en la Quinta Presidencial. “Hemos visto imágenes espantosas en Olivos”, dijo y agregó que “intentaron sembrar de manera oportunista un clima oscuro”.
“Perdieron el foco, e inclusive perdieron mucha de la adhesión o la simpatía que podrían haber concitado las policías (…), porque esa imagen de policías armados rodeando a la residencia presidencial es una cosa inaudita, increíble”, coincide José Ángel Di Mauro, analista argentino y director de Semanario Parlamentario, consultado por La Tercera.
En el kirchnerismo, según La Política Online, existía preocupación por el “fantasma” del golpe policial a Evo Morales. En el oficialismo recordaban que la salida del mandatario boliviano se había desencadenado con el acuartelamiento de la policía. Pero Di Mauro relativiza que Fernández pudiera haber enfrentado similar amenaza. “Nadie puede decir que esto no puede llegar a pasar nunca, pero no se me ocurre que pueda haber esa intención dentro de la misma policía, no hay el contexto”, plantea.
“Acá lo que pasaba fundamentalmente es una cuestión salarial, los salarios eran paupérrimos”, acota Di Mauro. “Aparte, el tema de la pandemia afectó fuertemente los recursos que pueden conseguir, porque ellos tienen una especie de sobresueldo que es a partir de la custodia en los espectáculos deportivos. Hace seis meses que no hay espectáculos deportivos, entonces ahí tienes un sobresueldo que desapareció”, señala.
Pero más allá del incremento de salarios, la Bonaerense también pedía mejor equipamiento, más apoyo político y no ser “sacrificados” en sectores como la Auditoría de Asuntos Internos, el organismo que controla a policía de la provincia de Buenos Aires, la fuerza de seguridad más grande de Argentina, con 90 mil efectivos.
Durante la gestión de la exgobernadora María Eugenia Vidal, señala Ámbito Financiero, se apartaron 13.685 efectivos, 2.300 fueron exonerados, 2.000 fueron expulsados y 1.000 fueron detenidos, como consecuencia de causas promovidas desde el organismo de control. Según Perfil, entre diciembre de 2015 y noviembre de 2019 se iniciaron 39.392 sumarios por irregularidades por parte de efectivos de la Bonaerense. Del total de sumarios, los datos indican que el 55% se debió a hechos de corrupción (que incluye connivencia con narcos), 12% a violencia policial y exceso en los medios empleados, 10% a violencia de género, 10% a irregularidades graves en dependencias, 6% a investigaciones patrimoniales y 7% a otros motivos, como abandonos de servicios, pérdidas de armas o chalecos, o faltas disciplinarias.
Desde 2015, se abrieron 2.168 sumarios correspondiente a enriquecimiento ilícito. Entre las investigaciones patrimoniales sobresale la de Néstor Martín, quien se retiró en 2016 luego de que se realizara un estudio sobre su patrimonio, que le valió el mote de “comisario millonario”. Entonces jefe de la Superintendencia de Coordinación Operativa, declaró un patrimonio compuesto por siete casas en La Plata, un helicóptero y ahorros
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