La contienda demócrata se transforma en un enfrentamiento entre Biden y Sanders

El exvicepresidente logró un impulso luego de las primarias de Carolina del Sur el sábado y se espera que consiga un importante número de delegados en el Super Martes.


Haciendo honor a su forma de hacer política y de estar en contacto con la comunidad, el senador por Vermont y precandidato por la nominación demócrata, Bernie Sanders, llegó este martes hasta el pueblo de Burlington conduciendo su auto, acompañado de su esposa Jane O’Meara y saludando a todos sus simpatizantes con un apretón de manos para emitir su voto en el llamado Super Martes, la jornada en la que 14 estados votan en las primarias demócratas.

En la localidad del estado que limita con Canadá, el político de 78 años es un viejo conocido, no solo porque es su lugar de residencia desde los años 70, sino que también porque muchos recuerdan que fue su alcalde.

En el Super Martes, Sanders se juega el todo por el todo y se enfrentaba al establishment del partido que sacó toda su artillería para evitar su nominación y dar el respaldo al exvicepresidente Joe Biden. “Golpeamos más de dos millones de puertas, de Maine a California, tenemos un movimiento de base en todo el país”, dijo. “Para ganarle a Trump (...) es necesario energía y pasión, y creo que nuestra campaña tiene todo eso”, añadió.

Los analistas concuerdan que el premio de la jornada es California, estado que otorga 415 delegados (de un total de casi 4 mil a nivel nacional). Si hasta hace unas semanas, el senador lideraba los sondeos por un margen de dos dígitos, la brecha se reducía con el correr de las horas, incluso a cinco respecto de Biden, según las mediciones realizadas por el encuestador John Zogby dadas a conocer en una entrevista con el canal CBC.

Una de las razones de esta caída se debía al impulso que consiguió el exvicepresidente luego de su gran triunfo el sábado en las primarias de Carolina del Sur, con 48% de los votos. Y no solo eso: el lunes recibió el respaldo de dos moderados aspirantes a la nominación demócrata, Amy Klobuchar y Pete Buttigieg. También de figuras del establishment como el emblemático senador Harry Reid.

La ofensiva del sector moderado del Partido Demócrata, dice The New York Times, pilló desprevenidos a la campaña de Sanders, aunque su jefe de campaña reconoció al periódico que “siempre anticiparon que habría una consolidación de parte del establishment”. Pero advirtió: “Una cosa es saber qué va a pasar y la otra es verlo que ocurra tan rápidamente”, añadió.

Considerando que al final de cuentas todo se trata de la cantidad de delegados que un candidato obtenga, Zogby señaló que se estima que Sanders gane California, aunque Biden también tendría un número “considerable” de delegados. Hasta antes del Super Martes, Sanders tenía 60 delegados y Biden 54.

Texas era otro estado en que el panorama era complejo, ya que ambos precandidatos estaban empatados en los sondeos. Y, al igual que lo ocurrido en California, Sanders perdía respaldo y también tenía que lidiar con el apoyo que el exrepresentante demócrata Beto O’Rourke le dio a Biden. Este espaldarazo no es menor, ya que es una figura importante en el estado. De hecho, en las elecciones de medio mandato del año pasado estuvo muy cerca de convertirse en senador.

Un punto a considerar en este estado es que la generación millennial y Z lo han transformado en una suerte de laboratorio electoral. Es más, Zogby indicó que incluso se está convirtiendo en un “estado azul” (color con el que se asocia a los demócratas). A ello se suma una investigación del Center for Information & Research on Civic Learning and Engagement que señaló que casi un 40% de los texanos menores de 40 años iban a votar. Y Sanders tiene un buen respaldo entre los votantes jóvenes (37%) aunque Biden no se queda atrás (25%).

El exvicepresidente de 77 años, puede estar tranquilo con sus triunfos en Alabama, Virginia y Carolina del Norte. En esos estados, el exvicepresidente fue respaldado por el electorado afroamericano.

Aunque se esperaba que Sanders sea el ganador de la jornada en cuanto a delegados, Biden le pisa los talones con triunfos inesperados en estados donde no era favorito. Mientras que los otros precandidatos, como Elizabeth Warren, también sumaría delegados, los podrían inclinar la balanza más adelante. Mientras que el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg estaba en serios problemas.

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