Madrid vive jornada de elecciones regionales tras polarizada campaña

Elecciones en Madrid. Foto: Reuters

A juzgar por los sondeos previos, el conservador Partido Popular, capitaneado por la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso, debería mantener el control sobre la región más rica y más influyente de España en la que gobierna desde hace 26 años.


Los madrileños votaban este martes en unos comicios regionales polarizados y planteados en clave nacional, donde la derecha espera conservar su bastión y fortalecerse frente a la coalición de izquierda que gobierna España.

Desde antes de su apertura a las 09.00 (05.00 horas de Chile), los colegios electorales presentaban largas colas para votar.

A las 13.00 había participado un 28,4% del padrón de más de cinco millones, dos puntos porcentuales más que en 2019.

Después de una campaña bronca y tensa, con dos bloques muy polarizados, los analistas preveían una alta afluencia a los centros de votación, que deben cerrar a las 20.00 horas (16. 00 horas de Chile). Los resultados deben conocerse en la misma noche.

A juzgar por los sondeos previos, el conservador Partido Popular, capitaneado por la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso, debería mantener el control sobre la región más rica y más influyente de España en la que gobierna desde hace 26 años.

En cambio, los socialistas del jefe de gobierno Pedro Sánchez, ganadores en 2019 pero incapaces de formar gobierno, podrían encajar su peor resultado histórico en la región.

Se trata de las primeras elecciones en Madrid desde el estallido de la pandemia en marzo de 2020, especialmente virulenta en la capital, que tuvo que improvisar hospitales de campaña y una morgue en una pista de patinaje sobre hielo.

Todavía ahora, con 15 mil decesos de un total de 78 mil en el país, la región capitalina registra de las peores incidencias por el Covid-19, con un 45% de sus camas de cuidados intensivos ocupadas con pacientes de esta enfermedad.

La presidenta de los bares

Pero los conservadores confían en capitalizar la arriesgada política de medidas laxas promovida desde hace casi un año por Díaz Ayuso, que se tradujo en la apertura continuada de bares, restaurantes y salas de espectáculos.

Esta resistencia a las presiones del gobierno central y la oposición para que endureciera restricciones le valió amplias simpatías, especialmente entre la restauración que bautizó cervezas o pizzas en su honor.

“Ayuso se merece que la quieran por lo que ha hecho, abrir los bares y dar trabajo”, aseguró José Luis Cordón, funcionario de 63 años que votó por ella en la capital.

Con 136 escaños en liza en el nuevo parlamento regional, los conservadores doblarían su resultado y rozarían la mayoría absoluta, aunque probablemente necesitarán el apoyo de la extrema derecha de Vox para gobernar.

Gobernar con Vox, que destacó por su mensaje antiinmigración y su feroz hostilidad a la izquierda, no sería “el fin del mundo”, dijo Díaz Ayuso, cuyo eslogan de campaña era “libertad”.

El resultado de estos comicios anticipados sólo tendrá una validez de dos años, ya que los madrileños deberán votar de nuevo en 2023, cuando a más tardar se celebrarán elecciones legislativas nacionales.

A la espera de esa cita, el PP, desbancado del poder central en 2018, presenta la “batalla de Madrid” como antesala de la futura pugna electoral con Pedro Sánchez, quien gobierna en coalición con la izquierda radical de Podemos.

“Estoy convencido que esto será un punto de inflexión para el futuro de España”, dijo el dirigente nacional conservador, Pablo Casado.

“El gobierno de coalición que gobierna en España seguirá siéndolo durante muchos años”, replicó Pablo Iglesias, candidato y líder de Podemos, que abandonó una vicepresidencia del gobierno para competir en la capitak y frenar la caída de su partido en Madrid.

Eslóganes y amenazas

La campaña se desarrolló dentro de una estricta lógica de bloques, con los partidos de la derecha (PP, Vox y los liberales de Ciudadanos) a cara de perro frente al tridente de izquierdas (PSOE, Podemos, y su escisión Más Madrid).

Los debates sobre problemas concretos como la gestión de la pandemia, la carestía de la vivienda o la inversión en servicios públicos se hicieron oír poco.

En un clima de eslóganes lanzados entre bloques a modo de invectivas (“comunismo o libertad”, “fascismo o democracia”), sacudieron la campaña las amenazas dirigidas a varios líderes políticos, entre ellos Díaz Ayuso y Pablo Iglesias, en forma de sobres con balas dentro.

Según los analistas, las opciones de la izquierda pasan por una amplia movilización de su electorado.

El sufragio se celebrará bajo estrictas medidas sanitarias para minimizar el riesgo de contagio para los electores y el personal electoral.

Las autoridades pidieron a las personas con coronavirus o sospechosas de tenerlo que acudan al colegio electoral a última hora, entre 19.00-20.00, aunque no se trata de una obligación.

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