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Muere el más antiguo sobreviviente de Pearl Harbor

Raymundo Chávez tenía 106 años y un legado histórico. Era el veterano estadounidense más longevo del ataque japonés en Hawai, en 1941. Recién en 2015 se le reconoció ese título y llegó incluso a reunirse en la Casa Blanca con el Presidente Trump.

Chávez con la carta que le envió el Presidente Trump por su cumpleaños, en 2017. Foto: Reuters

El 7 de diciembre de 1941 pasó toda la madrugada trabajando en un buque dragaminas, el USS Condor. Por eso, al regresar a su hogar durante la mañana, le pidió expresamente a su esposa que no lo despertara por ningún motivo. Estaba cansado por haber pasado toda la noche detectando minas en la entrada este del puerto de Pearl Harbor. Pero a eso de las 08:00, la esposa de Raymundo "Ray" Chávez fue al dormitorio y le dijo: "¡Vamos, mejor date prisa! ¡levántate!, ¡estamos siendo atacados!". Chávez respondió: "Nadie nos está atacando, déjame en paz, quiero dormir un poco", pero la respuesta de su esposa lo dejó helado: "¡No, no, vamos, todo el puerto está en llamas!".

Luego lo pudo ver con sus propios ojos. Cerca de 350 aviones japoneses bombardeaban y atacaban el puerto de Pearl Harbor, en Hawai. "Todo el puerto estaba ardiendo", contó tiempo después Ray Chávez, el sobreviviente más longevo de aquel ataque, con 106 años.

Su fallecimiento, el martes, conmovió al Presidente Donald Trump, quien tuvo la oportunidad de conocerlo en mayo pasado, cuando Chávez visitó la Casa Blanca al día siguiente de haber afirmado en una entrevista a CNN que él no había votado por "ese tipo".

"Nos entristece escuchar que el veterano más anciano de Pearl Harbor, Ray Chávez, falleció a la edad de 106 años. Nos sentimos honrados de haberlo recibido en la Casa Blanca a principios de este año. ¡Gracias por su servicio a nuestra gran nación Ray!", escribió la Casa Blanca en Twitter.

El veterano falleció mientras dormía, entre las 03:00 y las 06:00, en un hospital de cuidados paliativos, en Poway, al norte de San Diego, donde residía.

Los traumas

Ray Chávez decidió guardarse por 50 años los detalles de su experiencia en Pearl Harbor. El ataque nipón, que significó el ingreso de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, dejó un saldo de 2.403 estadounidenses fallecidos. Recién en 1991, contó esos detalles cuando fue invitado al aniversario número 50 en Hawai. Tanto para él como para su hija Kathleen, quien asumió las labores de cuidado de su padre 24/7 por cerca de 20 años, fue una experiencia tan conmovedora que decidieron volver a la isla para los aniversarios 55, 60 y 65. Y después viajaron cada año. Kathleen declaró al diario Union Tribune de San Diego que "si él todavía siguiera vivo, volveríamos el próximo mes".

Tras darse cuenta de lo que sucedía durante la madrugada de ese 7 de diciembre, una "fecha que vivirá en la infamia" según declaró el Presidente Franklin D. Roosevelt, Chávez se dirigió a su barco para barrer las minas cercanas al oeste de la base. Los siguientes nueve días los pasó realizando servicios en Pearl Harbor, pero las escenas que presenció durante esas jornadas le dejaron profundas cicatrices emocionales.

Durante los siguientes cuatro años ascendió al rango de jefe, sirviendo en buques de transporte que llevaban tanques y otros equipos a islas devastadas por la guerra a través del Pacífico, desde Guadalcanal hasta Okinawa. Sin embargo, pese a que no fue herido físicamente, se retiró de la Armada en 1945 con estrés postraumático, que lo dejó con constantes temblores en su cuerpo.

Chávez nació en 1911 en San Bernardino, California, pero creció en San Diego. Hijo de inmigrantes mexicanos en 1938 se unió a la Marina a petición de su esposa. Pero en la década de los 50 sufrió una tragedia. Perdió a su hija, a su yerno y su pequeña nieta en un accidente automovilístico. Para sanarse de aquel suceso, él y su esposa decidieron adoptar a Kathleen, cuando la niña tenía cinco años.

Luego de retirarse de la Marina un médico le recomendó que se internara en una clínica psiquiátrica para recuperarse del estrés postraumático. Sin embargo, Chávez declinó la oferta y regresó a San Diego, en donde se dedicó por 30 años a la jardinería para posteriormente dirigir su propio negocio en el área de Poway, hasta que finalmente se retiró del rubro a los 96 años.

Él mismo señaló que en San Diego, con un trabajo al aire libre, una dieta saludable y un estricto programa de ejercicios que continuó hasta los 100 años, logró recuperar su salud.

Fue en 2015 cuando Chávez adquirió prominencia nacional al ser reconocido por los veteranos de Pearl Harbor como el sobreviviente más longevo del ataque japonés de 1941.

Desde ese momento comenzó a acudir más activamente a eventos conmemorativos en donde le pedían fotos y autógrafos. Sin embargo, siempre se mantuvo humilde y sostenía que esos eventos no se trataban sobre él, sino sobre aquellos que dieron sus vidas.

Su hija comentó a Union Tribune de San Diego que Chávez "disfrutó esas experiencias, pero nunca se vio a sí mismo como diferente. Simplemente se encogía de hombros, negaba con la cabeza y decía: 'Yo solo estaba haciendo mi trabajo'".

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