Doctora May Chomalí advierte de otra crisis en la UCI: “Sufrimos la incertidumbre diaria de no saber si vamos a tener medicamentos para el día siguiente”

La epidemióloga, subdirectora médica del Comité Covid-19 de Clínica Las Condes, señala que hay escasez de sedantes y relajantes neuromusculares en el sistema de salud. "Estamos trabajando con un stock muy crítico", advierte.


Desde marzo, la médico May Chomalí tomó el liderazgo en la estrategia con que la Clínica Las Condes (CLC) enfrentaría la pandemia que azota a Chile. Ha guiado la implementación de –hasta ahora- 54 camas UCI, planificando capacitaciones para el personal, reconvirtiendo de espacios y optimizando la utilización de insumos médicos. Pero en su faena se encontró con otro grave problema: la falta de stock de algunos fármacos e insumos esenciales para el manejo de un paciente crítico, como son los bloqueadores neuromusculares, utilizados en maniobras de intubación de un paciente y en la mantención durante algunas terapias.

La principal herramienta que está salvando a los infectados más críticos por Covid-19 sufre un bache inesperado.

-¿Qué medicamentos escasean?

Un paciente que requiere ventilación mecánica necesita estar sedado, relajado, y esos son los dos grandes problemas que tenemos: los sedantes y los relajantes. Esta es una arista que es necesaria tocar, porque el problema es muy serio en toda la red hospitalaria. Hay cosas que dependen de nosotros, como capacitar al personal para lo que viene, algo que nosotros venimos haciendo desde enero, donde todos han subido a una unidad de más alta de complejidad. Pero, efectivamente, hay situaciones en las que estamos bastante copados y una de ellas es el stock de medicamentos, lo cual es un problema muy serio en verdad.

-¿Qué tan escasos están siendo los sedantes y relajantes?

Sufrimos la incertidumbre diaria de no saber si vamos o no a tener medicamentos para el día siguiente. Estamos trabajando con un stock muy crítico. Hemos debido llevar un control muy estricto con los insumos y estamos muy preocupados de que haya un momento en el que, sencillamente, no podamos cumplir con los estándares básicos de uso de ciertos medicamentos. Un paciente en ventilación mecánica requiere estar sedado y relajado, que son los dos tipos de medicamentos con los que estamos teniendo problemas.

-¿Cómo funciona el abastecimiento de este tipo de medicamentos?

Habitualmente manejamos un stock crítico, pero ha ido cambiando a medida que hemos abierto más camas críticas. Esto tiene que ver con un promedio de uso por cama, porque mientras más camas, más medicamentos necesitamos. Todos los días sufrimos al no tener la certeza de si los laboratorios nos van a poder despachar o no o si podremos tener acceso a través de la Cenabast. Hemos hecho contacto con laboratorios extranjeros para hacer importación directa,. Hemos conversado con otros hospitales y están en la misma situación que nosotros.

-¿Este problema no es solo de su clínica, entonces?

Es una alerta que ya emitió la Sociedad de Anestesiología y que se repite en la red hospitalaria. Este problema está afectando a todos. Este problema está afectando a todos. Está difícil conseguirlos, pero hay países que tienen menos problemas que nosotros. Importar directamente es un trámite muy engorroso, porque el ISP tiene sus normas, sobre todo con este tipo de medicamentos controlados.

¿De quién depende mantener un stock apropiado?

Directamente, los propios laboratorios. Pero quienes autorizan más rápido las importaciones es el ISP.

“No basta solo con tener las camas”

-¿Cómo ha sido el proceso de reconversión de la clínica?

Lo hemos tomado muy en serio en términos de que, cada vez que se abre una cama nueva, se hace con las condiciones para recibir a un paciente. Estamos cumpliendo con todas las exigencias de la autoridad sanitaria. Pero, además, cada vez que abrimos una cama intensiva debemos abrir dos camas intermedias y cuatro camas básicas , porque el paciente que sale de intensivo no se va directo a su casa. Actualmente tenemos 54 camas intensivas [distribuidas] en todos los recintos de la clínica: pediatría, recuperación, unidades intermedias. Estamos a ocho camas de completar la exigencia que nos hizo el Ministerio de Salud.

-¿Cómo se ha preparado al personal para manipular esta nueva infraestructura?

Como lo hemos dicho en reiteradas ocasiones, no basta solo con tener las camas, el espacio físico, los ventiladores o las bombas, sino que es necesario también tener al personal que maneje todo esto: médicos, enfermeras, auxiliares, kinesiólogos y todo el equipo de apoyo clínico. Y no solo eso, sino que insumos, materiales, medicamentos, que es donde hoy en Santiago tenemos un gran problema, porque no hay stock de medicamentos.

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