Expertos analizan posibles daños medioambientales por fuga de salmones

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De acuerdo a la legislación, el 10% del total debe ser recuperado en un plazo de 30 días, meta que aún no se logra.


La fuga de 690.000 salmones, que tuvo lugar en Calbuco, Región de Los Lagos, a comienzos de mes, tiene a la empresa noruega Marine Harvest en una batalla contra el tiempo. Esto, porque de acuerdo a la legislación, el 10% del total debe ser recuperado en un plazo de 30 días, meta que aún no se logra.

Pero esa no es la única complicación que podría traer el escape de los ejemplares. En materia medioambiental, el escenario tampoco es muy alentador. "Uno de los riesgos es que este tipo de salmón -que no es nativo de la zona- se asilvestre y se quede viviendo en los ríos que llegan al seno de Reloncaví", explicó Ezio Costa, director de la ONG ambientalista Fima. No obstante, añadió que los verdaderos efectos más complejos podrán ser monitoreados en un par de años.

Jadille Mussa, académica de la Facultad de Arquitectura y experta en medioambiente de la U. Central, explicó que "si los salmones son consumidos por los lobos marinos, guillines o pingüinos de la zona, por la alta dosis de antibióticos que les son inyectadas, podrían producirles problemas respiratorios y alergia. Además, si los salmones logran sobrevivir se pueden convertir en potenciales predadores de la fauna nativa".

Y si bien la firma han extremado las medidas para la recuperación de las especies, ofreciendo incluso $ 7 mil por cada ejemplar recuperado, los pescadores artesanales de la región dicen que parte importante de los salmones ya fueron vendidos ilegalmente.

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