Las disímiles versiones de Monsalve y de la denunciante sobre el “acercamiento” entre ambos
Mientras el exsubsecretario indicó que el primer encuentro con la mujer se dio luego de varios meses en que ella supuestamente le mostraba interés, ella manifestó que él le insistía para reunirse. Sobre el beso del 1 de septiembre, Monsalve asegura que fue mutuo, mientras que la denunciante recalca que quedó "paralizada".
Fueron más de cuatro meses y medio que la extensa declaración del exsubsecretario Manuel Monsalve, investigado por violación y abuso sexual, se mantuvo en reserva, hasta que este domingo La Tercera reprodujo de manera íntegra varios pasajes de dicho interrogatorio.
Ahí, respondió sobre su llegada al gobierno del Presidente Gabriel Boric, sobre su manera de relacionarse con los funcionarios, y especialmente sobre cómo se fue acercando a la asesora que finalmente lo denunció a mediados de octubre de 2024.
Dicho relato, eso sí, contrasta con el de la mujer de 32 años, pues mientras Monsalve aseveró que ella le envió varios mensajes que a su juicio dejaban entrever que tenía interés en él, ella en ningún momento emite un pronunciamiento similar.
Eso queda en evidencia cuando ambos se refieren a lo ocurrido la tarde del 1 de septiembre, cuando se encuentran para almorzar en el Costanera Center. Ese día, según el otrora subsecretario, se dieron un beso mutuo, aunque para ella fue algo totalmente inesperado que incluso la dejó “paralizada”.
¿Qué dijo Monsalve?
Fue en 2017, de acuerdo con el testimonio del médico socialista, cuando conoció a la denunciante. En esa época se juntaron en tres oportunidades, dado que ella estaba buscando trabajo y había sido su padre, también militante socialista, quien había intercedido por ella ante el entonces diputado. No tuvieron mayor contacto, de todas maneras, hasta 2023, cuando ella ingresa a trabajar al gobierno.
Pero en febrero de 2024, según él, vino el giro. “Ella contesta mis mensajes con emoticones, con corazones rojos. Puede ser que una semana después de que se empezara a comunicar conmigo de manera más frecuente empezó a usar estos emoticones rojos, esto no era común (...) En mayo me empieza a compartir prácticas de carácter más personal, ya no de carácter laboral; en una de estas conversaciones ella me cuenta que vive en departamento, que vive sola, y que lo que más le gustaba hacer era sentarse en el balcón, fumar un cigarro y tomar café. En este proceso de conversación surge la idea de tomarnos un café juntos y ella me dice que lo podemos hacer juntos en su balcón. A fines de junio por WhatsApp le escribo ‘el café y el tabaco’, y ella me responde con un corazón. Posteriormente, el 15 de julio, le escribo ‘pendiente el café’, ella me responde ‘totalmente de acuerdo’”, aseguró.
El 15 de agosto, rememoró, intentaron sin éxito concretar el encuentro, aunque sí se reunieron el 1 de septiembre. Ahí, Monsalve recalcó a los fiscales: “Esto no tenía un tenor o motivos laborales, era un interés personal de encontrarnos a comer”.
En dicha oportunidad, aseveró, pidieron cuatro pisco sour, cosas para comer, y conversaron sólo cuestiones personales. Tras ello, van al parque que está frente al centro comercial, hasta que oscurece.
“Estábamos sentados en el césped, ella se me acerca un poco a mí y me dice: ‘¿Qué es lo que buscas?’, ‘¿una relación afectiva o sexoafectiva?’, y le agrega a la pregunta, si ‘¿ahora tienes una relación?’. En ese momento la conversación gira, porque ella se me acerca, se sonríe, y yo me acerqué a ella, le hice una caricia, y me dice que hace tiempo que no la acarician, y nos damos un beso mutuo, no hay gesto de rechazo o resistencia, termina el beso y sigue la conversación", manifestó.
El testimonio de la denunciante
A pesar de que Monsalve puso énfasis en los emojis que la denunciante le enviaba, en su declaración la mujer fue tajante en sostener que entre enero y septiembre de 2024 no tuvo contacto con él. “Desde enero hasta agosto o septiembre aproximadamente, yo no interactué con el subsecretario de ninguna forma. Me refiero por interactuar a tener una conversación o comunicación directa con él o una conversación directa en todo ámbito; yo reportaba los avances y el trabajo desarrollado a mi jefe directo, Gustavo Herrera”, afirmó.
En agosto, según agregó, es el otrora militante socialista quien le pide tener mayor contacto debido a las funciones que desempeñaba, y con los días acuerdan tomar un café. Hace hincapié en que ella siempre pensó que eso era en el ámbito laboral. Dado que eso no se concretó, aseguró que finalmente concordaron almorzar el 1 de septiembre.
La mujer enfatiza, eso sí, que ella pensaba que verían la agenda para la semana y que por lo mismo pidió información al respecto a otro integrante del equipo, a Ricardo Lillo. “Mantuvimos una conversación normal respecto de temas laborales, proyecciones políticas y profesionales y, más que nada, trayectoria académica”, dijo.
De esta forma, agrega que tras salir al parque, Monsalve la desconcertó con sus acciones: “En un momento comenzó a oscurecer y él acarició mi cara, en las mejillas y me besó, a lo cual me paralicé en ese momento, no me corrí ni opuse resistencia a eso, porque estaba paralizada, era como una situación irreal para mí, ver a mi jefe que estaba haciendo eso, sentí que no era real lo que estaba pasando”.
La mañana después del Ají Seco
Si bien en los relatos de Monsalve y de la denunciante hay varias diferencias, ambas coinciden en que ninguno recuerda qué ocurrió la noche del 22 de septiembre, luego de que comieran y bebieran en el restaurante Ají Seco.
Con todo, hay diferencias sustanciales en lo que recuerdan respecto de la mañana siguiente, cuando habrían tenido lugar los hechos que el Ministerio Público señala como abuso sexual.
Y es que mientras Monsalve indicó que tras ducharse ella buscó intimar con él, ella manifestó que fue él quien se subió sobre ella.
“Le dije ‘mejor en estas circunstancias no hagamos nada y me recosté al lado, ella extendió su brazo derecho hacía mi tocándome, no recuerdo qué me dijo, pero asumí que el gesto era como ‘no te molestes’, por lo que me quedé recostado al lado de ella", sostuvo Monsalve.
Ella, en tanto, declaró: “Yo estaba como un tronco. No entendía qué estaba pasando, y él se subió arriba mío, y yo reaccioné mirando hacia la ventana que estaba ubicada hacia el lado de la pieza, y fue asqueroso”.
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