Luis Enberg, Presidente de la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia: “Podemos ampliar hospitales, pero si no disminuyen los contagios las Urgencias no van a dar abasto”

El médico cuenta cómo se vive la fuerte oleada de pacientes que llegan en estado grave a estas áreas clínicas, que suelen ser las primeras en saturarse a la espera de ubicarles cupo para hospitalizarlos. “Ya se está viendo el estrés en los equipos, pero uno tiene que seguir igual”, dice.


Si las unidades críticas de los hospitales están llenas, los servicios de Urgencias también lo están. El presidente de la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia, Luis Enberg, cuenta que estas áreas “siempre tienen que estar abiertas”. Por lo tanto, al aumentar la demanda “se empieza a generar un taco. Es como un embudo: tiene una gran entrada y una salida muy chica”, describiendo así las dificultades que hoy existen para “sacar” a los pacientes graves de estas áreas, es decir, ubicarles un cupo en la red para hospitalizarlos y ponerlos en ventilación mecánica.

-La semana pasada se hizo público el colapso de la Urgencia del Hospital El Pino. ¿Cómo ve el escenario de esos servicios?

-Con preocupación, porque las Urgencias están saturadas y eso genera impactos: por un lado, produce demora en la atención de los pacientes y esto, en la atención de un paciente de urgencia, impacta directamente en su salud y, en caso de que sea algo grave, impacta en la sobrevida que tenga. Esta sobrecarga de trabajo genera además un cansancio mental muy grande. Y muchas veces, al no poder abarcar la necesidad del paciente, se genera un estrés, aparte del estrés de la sobrecarga. Eso ya se está viendo, pero uno tiene que seguir igual.

-¿Es normal que se estén dejando pacientes hospitalizados en Urgencias?

-En los hospitales públicos pasa muchas veces que los pacientes se quedan hospitalizados en el servicio de Urgencias, porque no hay cupos o porque va a requerir una observación transitoria. En invierno nos pasa que, como aumenta la demanda de pacientes y no hay tanta oferta (de camas), se empieza a copar el hospital y nosotros en Urgencias somos el base, entonces donde tengamos espacio ponemos al paciente, aunque muchas veces eso pueda ser incómodo. Pasa habitualmente, en situaciones estacionales, que las Urgencias se copen y nos veamos obligados a hospitalizar pacientes en la Urgencia.

-¿Cómo se puede reforzar la Urgencia para evitar estos atochamientos?

-La forma de que no se atochen los servicios de Urgencia es que la gente no se enferme. Eso es lo que uno debería buscar, y para eso tiene que haber educación y tiene que haber un sistema antes de la Urgencia que permita disminuir esta demanda. La forma que tenemos en este momento de ayudar a los servicios de Urgencias es hacer un control sobre la demanda, y para eso necesitamos educar a la gente y decirle “mire, frente a estas determinadas situaciones no vaya al servicio de Urgencias, consulte en este otro lugar”. Que no vaya al servicio de Urgencias no implica que no tenga otra atención, sino que lo que estamos buscando es que al servicio vaya la gente que realmente está con una patología que no puede ser solucionada en ninguna otra parte del sistema de salud.

-¿Han podido tomar medidas adicionales?

-En pandemia, lo que se está haciendo es poner un médico antes del triage (evaluación al ingreso del paciente), que lo que hace es ir resolviendo las dudas de la gente. Va preguntado “usted por qué viene”. Si tiene algo leve, se le dirige a otro lugar, si tiene algo grave, se le dice que pase y lo vamos a atender. La infraestructura es finita, podemos ampliar los hospitales poniendo hospitales de campaña, haciendo conversión de camas, pero si no disminuyen los contagios, las Urgencias no van a dar abasto.

-¿Se puede trasladar a pacientes que no han sido ingresados y que esperan en la ambulancia debido a que la Urgencia está saturada?

-Eso es difícil por la estructura que tiene nuestro sistema de salud. Además, la gente está acostumbrada a ir al hospital donde pertenece por la zona y ahí viene una pega enorme que hace la gente de las ambulancias, que aguanta con los recursos mínimos incluso hasta 12 horas de espera. Eso es superloable, y también ese sistema está sobrecargado, pero en este momento es difícil cambiar eso. Es algo deseable, sería superbueno que si uno sabe que determinado hospital está lleno se pueda trasladar a ese paciente a otro lugar menos sobrepasado, pero en la situación actual en que todos los centros de salud están sobrepasados, es difícil hacer eso.

-¿Entonces, cuando hay atochamiento, la única solución es esperar?

-Desde hace bastante tiempo que los servicios de Urgencias, principalmente públicos, trabajan bajo un sistema de triage. Cada vez que llega un paciente se evalúa su nivel de gravedad, que permite establecer una priorización en su atención. Entonces, si el paciente empeora, puede solicitar una revaluación y si aumenta su nivel de gravedad, pasa antes a la Urgencia. Hay que entender que en las Urgencias no atendemos por orden de llegada, atendemos por nivel de gravedad.

-El ministro Mañalich anunció que buscará la forma para que las mismas ambulancias trasladen a los pacientes cuando llegan a una Urgencia que esté colapsada.

-Es algo que estaríamos muy felices de que se pueda aplicar, porque permitiría una redistribución de flujo. Si el ministro lo implementa, nosotros lo vamos a apoyar.

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