¿”Ventaja pírrica”?: la curiosa interpretación del gobernador Mundaca sobre histórico término

La errónea interpretación del gobernador Mundaca sobre histórico término
La errónea interpretación del gobernador Mundaca sobre histórico término

Ayer la autoridad regional de Valparaíso salió en defensa de la alcaldesa Ripamonti utilizando una expresión que alude a una batalla romana del Siglo III a. d. C.. Historiadores explican el origen del término, que, en este caso, fue mal utilizado.


Ayer el gobernador de la Región de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, salió en defensa de la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, luego de que tres abogados interpusieran una querella en su contra por su presunta responsabilidad en los incendios que afectaron a esa comuna.

Sin embargo, utilizó un término histórico al cual le dio una curiosa interpretación.

“Creo que evidentemente se han intentado sacar ventajas pírricas de la situación que estamos viviendo hoy. Las ventajas pírricas significan precisamente el poner atención de la prensa en otros temas. O sea, hoy la prensa está preocupada de una acción judicial que va a interponer un abogado de la UDI en contra de la alcaldesa de Viña del Mar, en circunstancias que deberíamos estar preocupados precisamente de restablecer el orden, la seguridad y los servicios básicos para nuestra población”, fue parte de su discurso.

La historia que dio origen al término

Lo primero es lo primero: el término “ventaja pírrica” no existe. Así lo aclara el historiador Gabriel Cid, de la Universidad San Sebastián. La expresión es “victoria pírrica” y hace alusión a dos batallas entre el rey Pirro, de Epiro, y el ejército romano en el Siglo III a.d.C.

Acá va la historia. En el 303 a. d. C. Roma y Tarento firmaron un acuerdo donde se prohibía que el ejército romano rebasara ciertos límites marítimos. Sin embargo, el acuerdo fue violado en el 282 a. d. C. por 10 flotas romanas.

Los tarentinos, exaltados, no soportaron la violación del acuerdo y declararon la guerra a Roma. Pero no contaban con las fuerzas militares para tamaña osadía, por lo que buscaron el apoyo de ejércitos mercenarios provenientes de Grecia. Ahí aparece Pirro, quien por ese entonces, con 38 años, contaba con vasta experiencia en el campo de batalla. De hecho, él mismo aseguraba ser descendiente de Aquiles, el mítico guerrero de la Ilíada.

Según un artículo de National Geographic, Pirro llegó a Tarento con 3.000 caballos, 20 elefantes, 20.000 soldados de infantería, 2.000 arqueros y 500 honderos. Según retrató Plutarco en Vidas Paralelas, Pirro, quien no había visto en batalla a los romanos antes, se vio sorprendido por la disciplina de sus escuadrones. En el primer enfrentamiento, Pirro, ayudado por la incursión de elefantes, se quedó con la victoria. Sin embargo, sus tropas tuvieron cuatro mil bajas, entre ellos varios amigos.

Tras ello, Pirro envió a un emisario a Roma ofreciendo la paz, la cual fue rechazada por Apio Claudio. Al año siguiente Pirro volvió a enfrentarse a los romanos, ahora en Apulia. Los romanos, esta vez más preparados para las embestidas de los elefantes, sostuvieron fieros combates contra los griegos. Nuevamente el triunfo quedó en manos del Rey Pirro, quien volvió a contabilizar numerosas bajas. Esta vez serían 3.300 los muertos en sus tropas. “Otra victoria como esta y estamos perdidos”, habría dicho el rey griego al ver la cantidad de muertos. En definitiva, ganó dos veces a los romanos, pero el costo fue demasiado alto.

Pirro terminó volviendo a Epiro debido a lo insostenible que se hacía su empresa en tierras extranjeras sin nuevos soldados.

Historiadores explican

“Tiene un origen por supuesto histórico, del Siglo III antes de Cristo y tiene que ver con el Rey Pirro, de ahí pírrica, que se enfrentó en un par de ocasiones contra los romanos. La idea de la expresión se debe a que Pirro en dos ocasiones, en la batalla de Heraclea y la de Ásculo, derrotó a los romanos. Pero esa derrota no tuvo incidencia en el resultado final de la guerra. Ganar una batalla a veces no asegura ganar la guerra. Y, sobre todo, fueron a un costo de pérdidas tan alto para el vencedor que la victoria no aportaba mucho, entonces es como una victoria paradojal”, explica Gabriel Cid.

Cid agrega: “Se dice que el Rey Pirro, al ver los resultados, versus las bajas en el campo de batalla, expresaba la idea de ‘un par más de victorias como esta y voy a terminar sin ningún soldado o totalmente acabado’. Una victoria, que en términos simples, no sirve para nada”.

El académico y profesor de historia de la Universidad Católica Cristóbal García-Huidobro complementa: “Pirro logró derrotar a los romanos en dos batallas muy importantes, cosa que era casi inédita porque los romanos tenían un ejército formidable. La cuestión es que en derrotar a los romanos, Pirro perdió el 90% de su ejército. Entonces, las victorias fueron victorias, derrotó a los romanos”.

Por su parte, el historiador Alejandro San Francisco, profesor de la Universidad San Sebastián y de la Universidad Católica, sintetiza el episodio histórico en tres puntos: “A Pirro lo maravilló la organización que tenían los romanos, que era de gran calidad y que destacan los distintos autores como uno de los puntales de la República. En la lucha, así como obtenían éxitos, caían numerosos miembros del ejército que había levantado el propio Pirro. Y tercero, cuando se produce la victoria, él dice ‘otra victoria como esta y estamos perdidos’”.

“Entonces, el término de victoria pírrica viene de aquello que tú haces para ganar, pero el costo de aquello que has hecho para ganar es tan grande que finalmente termina siendo una derrota”, agrega García-Huidobro.

“De ahí que se dice victoria pírrica, cuando un ejército, una elección, un grupo, o incluso en el fútbol, se obtiene un resultado positivo, pero el costo es mucho mayor”, expresó San Francisco.

Así las cosas, de alguna manera, el término fue inmortalizado por Plutarco en Vidas Paralelas, específicamente en Vida de Pirro. “No es que haya acuñado la expresión victoria pírrica como tal. Sino más bien que al contar la vida del general y sus batallas, creó el modelo de una victoria que es lograda a tan alto costo que es muy parecido a una derrota táctica. Fueron los lectores de Plutarco quienes acuñaron el adjetivo”, dice Cid.

En definitiva, el uso de la expresión no se aplica a lo que señaló ayer Mundaca. Desde el Gobierno Regional de Valparaíso señalaron a La Tercera que el gobernador se encontraba con una intensa agenda con ministros de gobierno debido a los incendios, por lo que no se referiría al tema.

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