Acusada de infanticidio por el asesinato de su bebé recién nacido, a quien propinó 23 heridas cortopenetrantes con las mismas tijeras que usó para cortar el cordón umbilical, se inició en el Tribunal Oral en lo Penal de La Serena un juicio contra Natalia Pastén Molina (20), protagonista de uno de los crímenes más escalofriantes cometidos en los últimos años en la Región de Coquimbo. La mujer arriesga una pena de diez años de presidio.

El hecho ocurrió el 26 de mayo de 2006, en el domicilio que la joven compartía con sus padres, ubicado en la Villa El Parque, sector Las Compañías, comuna de La Serena. La imputada, entonces de 18 años, tenía ya un hijo de un año y cuatro meses, del mismo padre.

Luego de ocultar el embarazo a sus progenitores durante toda la gestación, y en un momento en que éstos se habían ausentado, la mujer parió en el baño de la vivienda, a un varón de 50 centímetros de longitud y 3,1 kilogramos de peso. Inmediatamente después lo asesinó, guardó el cuerpo en un bolso deportivo y lo ocultó en el segundo piso del inmueble.

Sin embargo, la mujer sufrió una hemorragia vaginal. Su pololo y su suegra la llevaron al hospital local. Pastén entregó contradictorias versiones a los médicos sobre el destino que había sufrido su hijo, por lo que fue denunciada a Carabineros. Horas después, por encargo del Ministerio Público, la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones halló el cuerpo de la guagua.

El caso es llevado por la fiscal adjunta Wally Schuster.