Los inventarios estadounidenses de crudo cayeron la semana pasada, mientras que los de gasolina y destilados registraron un aumento, informó este miércoles la Administración de Información de Energía (AIE).

Las existencias de crudo cayeron en 2 millones de barriles, a 299,8 millones de barriles, por encima de la previsión de los analistas encuestados, que apuntaba a un declive de 100.000 barriles.

Los inventarios de gasolina crecieron en 2,1 millones de barriles, a 210,9 millones de barriles, mientras que las existencias de destilados aumentaron en 1,3 millones de barriles, a 120,7 millones de barriles.

La mayoría de los analistas esperaban que las reservas de gasolina bajaran en 500.000 barriles.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York el precio de la gasolina reformulada para entrega en agosto bajó US$0,0175  a US$3,4959 por galón (US$0,9248 por litro).

Las reservas de combustible para calefacción subieron en 1,3 millones de barriles (1,1%) y se situaron en 120,7 millones frente a los 119,4 millones de barriles de la semana anterior.

La mayoría de los analistas esperaba que las reservas aumentaran en 2,4 millones de barriles.

El informe señaló asimismo que en la semana pasada las refinerías petroleras en Estados Unidos operaron al 89,2% de su capacidad comparado con una utilización del 88,6% la semana anterior.

Estas cifras excluyen la Reserva Estratégica de Petróleo del Gobierno de Estados Unidos, que cuenta con 705,8 millones de barriles, frente a los 704,8 millones de barriles en la semana anterior.

El total de existencias de crudo y productos refinados en Estados Unidos, incluida la Reserva Estratégica, alcanzó la pasada semana a 1.682,8 millones de barriles frente a los 1.679,6 millones de barriles de la semana anterior.