Alejandro Zúñiga es hijo de padres judocas. Conociendo el sacrificio y las lesiones de esta disciplina, ambos motivaron al pequeño Alejandro a dedicarse a otros deportes.

Pero los genes pudieron más y Zúñiga se decidió por el judo con una apuesta con su padre. Si era capaz de durar más de dos meses entrenando, él costearía su carrera. Y así sucedió, aunque Zúñiga se apura en marcar que ahora es él quien paga su propia carrera.

A los 17 años, Zúñiga decidió dejar su casa en Maipú para irse a vivir al hotel del Centro de Alto Rendimiento y poder entrenar más tiempo.

En esos días suplió la falta de una base por haber comenzado tarde en el deporte. "Tuve un ascenso veloz porque me esforcé mucho en la preparación física. Ahora estoy viendo más lo estratégico. Me faltó tener una mejor base pero lo he reemplazado entrenando harto, repasando todas las bases en un tiempo más acotado", reconoce Zúñiga.

El especialista de 24 años es el quinto judoca chileno que participa en unos Juegos Olímpicos, pero quiere ser el primer en pasar a la segunda ronda.

Zúñiga iniciará su participación incluso antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos. El chileno se presentará en el tatami el 28 de julio.