Histórico

Amistad, guitarreo y principios: el proyecto de Nano Stern, Joe Vasconcellos y Juan Ayala

Los artistas se profesan camaradería y se muestran críticos de espacios como The Voice.

"Partió hace un año, cuando coincidimos en una tocata para financiar a los abogados que empezaban con la lucha contra la hidroeléctrica Alto Maipo. Estábamos en la prueba de sonido, y fue como 'oye, pero toquemos los tres juntos, y nos vamos acompañando'. Y así se dio, fue casi sin ensayo, y todo salió muy bonito". Así rememora Nano Stern el origen de Cachipún, el proyecto que integra junto a Joe Vasconcellos y Juan Ayala, ex voz de Juana Fe.

La iniciativa que contempla, hasta el momento, sólo dos espectáculos (1 y de 2 de julio en el Teatro Nescafé de las Artes, con entradas por Ticketek), se enfocará en el repertorio clásico de los artistas, embajadores de diversos rincones del cancionero latino, los que van de la samba y la música tropical, hasta el candombe y la fusión con el pop y el rock. Pero también habrá sorpresas, como cuenta la voz tras el hit Callejero: "En este primer encuentro, presentaremos nuevas composiciones que estamos haciendo para la ocasión. También, las canciones del repertorio antiguo sonarán distintas, y eso será irrepetible".

Los motores que unen a esta cofradía son la amistad y la admiración mutua. Un lazo materializado en diversas colaboraciones, como el disco Juana Fe y Nano Stern (2012), y Lágrimas de oro y plata, canción que unió a Vasconcellos y Stern, en el cuarto álbum de este último.

"Siento profunda admiración por estos dos pelusones. Cada uno tiene una personalidad, que es lo que define a un artista. Hoy en día escuchas muchos cantantes buenos, pero todos suenan a The voice, eso mata la personalidad del cantante", comenta Vasconcellos. Stern tampoco se guarda los elogios: "Joe fue el primer músico que conocí, yo tenía seis años, y fue como un ente venido de Júpiter. Tuve la oportunidad de compartir con él, porque mi hermana era su corista en los años 90. Me acuerdo de un par de conciertos en que me pude subir al escenario después de la prueba de sonido, y decir: por aquí va la cosa".

La pandilla concuerda en que el proyecto no nació con mayores pretensiones, sólo las ganas de tocar entre amigos. Es por eso que no hay planes para transformar estos espectáculos en discos, y en escena estarán sólo los tres a cargo de todos los instrumentos. "No queríamos la parafernalia de toda una banda, eso sería perder el espíritu real de juntarse a guitarrear y compartir, que es la gracia de este encuentro. Muchas veces, la industria se olvida de lo esencial, que tiene que ver con juntarse, vacilar y disfrutar porque sí, ni siquiera con un fin necesariamente más allá", comenta Stern.

Sin embargo, no se cierran a la posibilidad de extender la fiesta, como cuenta el autor de Mágico: "Nuestro amor por el oficio, y amistad, va a generar un gran momento de fiesta y unidad. Y ojalá que nos vaya bien, para que podamos tocar en todo Chile".

No solo la amistad y admiración ayudó a conformar Cachipún; también existe una manera de enfrentar la vida y sus carreras artísticas. Stern profundiza: "Nosotros tenemos una empatía ética, además de la estética. El año pasado, a pocos meses del Festival de Viña, me llamaron para ofrecerme ser juez en The voice. Y recuerdo con certeza decirle al tipo: 'no me digas cuánto me van a pagar (risas), no quiero saber a lo que te estoy diciendo que no'. Los tres hemos tenido oportunidades de pisar esos palitos y sistemáticamente hemos elegido mantenernos  al margen", relata el autor, que en marzo participó en un homenaje a Joan Baez.

Vasconcellos concuerda: "Por nuestra manera de llevar nuestra carrera, nunca nos vas a ver en un reality, pero sí nos vas a ver peleando por una causa, levantando alguna bandera. Porque nosotros peinamos Chile de arriba a abajo".

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