Amy Winehouse lo hizo otra vez. En esta oportunidad, la cantante de soul británica no asistió a la fiesta de cumpleaños que sus amigos más cercanos y sus familiares, organizaron en honor a sus 25 años, en un local nocturno de Londres.

A las 3:00 a.m de la madrugada del domingo, los invitados, reunidos en el Jazz Alter Dark Club del barrio de Soho, decidieron dar por terminada la celebración a la que nunca llegó la artista.

Su madre Janis, el cantante Mark Ronson y Adele, fueron algunos de los asistentes que, evidentemente decepcionados, decidieron volver a sus casas antes de lo previsto.

Una vez más, su errática conducta hizo que Winehouse perdiera un gesto de cariño de sus seres queridos, así como una larga lista de regalos y una torta de cumpleaños en forma de guitarra.

Y aunque aún no se sabe el motivo real de la ausencia de la intérprete de "Rehab" y "Back To Black", algunas de sus amigas aseguran que la esposa de Blake Fielder-Civil no estaba conforme con su aspecto. "Decía todo el tiempo que estaba demasiado fea y en un estado lamentable", comentaron al diario británico The Sun.

Por estos días, Winehouse se ha convertido en noticia por sus escándalos, más que por su actividad musical, luego de que se presentara en el Beastival, pero con la sorprendente petición de 48 botellas de whisky.

Los organizadores del evento, temían que la intérprete de 25 años cancelara su participación, sobre todo cuando se enteraron de la cantidad de botellas que quería de Jack Daniel's, informó la página del South Wales Evening Post.

"Es común que los artistas pidan comida o algunas bebidas antes de su presentación, pero la cantidad de botellas que pidió Winehouse es ridícula, pues ni ella ni su equipo podrían consumirla durante su corta estancia (en el festival)", declaró en esa ocasión, una fuente vinculada con la producción.

Pero eso no es todo, porque la cantante una semana antes, canceló su show en París, motivo por el cual enfrenta una demanda en su contra.