Nicolas Anelka negó haber proferido los duros insultos contra su entrenador que le costaron hoy la expulsión de la selección de fútbol francesa, un escándalo por el que el capitán de los "Bleus", Patrice Evra, acusó por el contrario a un "traidor" en sus propias filas.

"El problema no es Anelka. Es más bien el traidor que le reveló todo eso a los medios, a ése habría que sacarlo (del equipo)", dijo Evra durante una rueda de prensa en la concentración gala en Knysna.

"Estoy de verdad muy afectado. Estamos en medio de la debacle y ahora viene uno a darnos más", dijo antes el capitán del equipo dirigido por Raymond Domenech.

El propio Anelka, al que el diario L'Equipe citaba hoy tildando de "hijo de puta" a su entrenador en el descanso del partido que Francia perdió por 2-0 frente a México en Sudáfrica 2010, negó las acusaciones.

Frente al diario France Soir, el delantero del Chelsea reconoció haber tenido una "movida discusión" con Domenech, pero negó haberlo insultado.

"Eso, sin embargo, pertenece a los secretos de un vestuario. Eso ocurrió entre el entrenador y yo, delante de mis compañeros y el equipo de entrenadores. No tendría que haber llegado nunca al público".

Anelka, de 31 años, se defendió diciendo que respeta a la selección nacional, al igual que a sus compañeros, y que nunca querría desestabilizar al equipo.

"No sé para quién puede traer ventajas el llevar eso a la opinión pública", dijo el jugador, que aceptó sin embargo su expulsión y deseó al equipo suerte para el resto del Mundial.