Histórico

Arica: fundación y obispado restauran iglesias del altiplano

La iniciativa contempla $ 3.600 millones para restaurar 31 templos andinos patrimoniales. Algunos trabajos son ejecutados por los mismos habitantes, apoyados por expertos.

Mario Cutipa (64) es yatire (médico aymara) de Pachama, pequeño pueblo del altiplano chileno, ubicado a 136 kilómetros de Arica y que, según el último Censo, sólo cuenta con cinco habitantes y 12 casas. "Soy el mayordomo de aquí. A mucha honra", cuenta. Mayordomo significa que es la persona civil a cargo del cuidado de la iglesia local.

El templo se llama San Andrés de Pachama y fue construido en 1738 por los jesuitas, cuando en el poblado vivían cientos de personas.

Hoy el recinto está rodeado de un armazón  de madera, ya que desde enero comenzó a ser rehabilitado como parte del Plan de Restauración del Conjunto Patrimonial de Iglesias Andinas de Arica y Parinacota, a cargo de la Fundación Altiplano y el Obispado de Arica. "Es una construcción de arquitectura barroca, como la mayoría de las iglesias de la zona, muy al estilo de la edificaciones del Siglo XVIII", dice Ángel Guillén, arquitecto jefe del proyecto.

Es un templo pequeño, de 240 metros cuadrados, con una torre de campanario y elementos de pueblos originarios en la parte alta.

Se trata de características similares, pero con distintos matices, a las 31 iglesias que existen en las localidades altiplánicas de la región, las que están siendo restauradas gracias a la postulación a fondos públicos y aportes de privados.

"En 2016 tenemos más de  $ 3.600 millones en convenios de este programa patrimonial", asegura la intendenta de Arica y Parinacota, Gladys Acuña.

Las restauraciones destacan porque son ejecutadas no sólo por expertos, sino también por habitantes de las mismas localidades.

En octubre pasado, siete de la 31 iglesias fueron declaradas Monumentos Nacionales, en la categoría de Monumento Histórico, por el Ministerio de Educación: “San Idelfonso de Putre”, “San Martín de Tours de Codpa” y “Virgen del Carmen de Chitita”, entre otras, ubicadas en las comunas de Arica y Putre.

“La existencia de tantas iglesias responde a que estaban en pueblos que formaban parte del trayecto de cargamentos de plata desde Potosí (Bolivia) hasta el puerto de Arica, desde donde eran trasladados a España. Fue quizás la época de mayor bonanza en esa zona”, explica el académico de historia de la U. de Tarapacá, Patricio Rivera.

La mayoría de los templos posee al menos un 60% de autenticidad en cuanto a su materialidad: tierra, madera, piedra, paja brava y barro. Además, sus sistemas constructivos son tradicionales, como albañilería de adobe y mampostería de piedra asentada en barro, incluyendo cubiertas de cuero animal. La restauración de la iglesia San Andrés de Pachama concluiría a fin de año.

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